Si estuviéramos en una sala gigante y alguien pidiese que levanten la mano todas las personas que tienen o han tenido un SEAT Ibiza, seríamos muchos los que levantaríamos la mano. No es para menos, después de más de 40 años de historia y más de 6 millones de unidades vendidas en todo el mundo, de hecho, es el SEAT más vendido de todos los tiempos.
Y las cifras de ventas siguen creciendo porque el Ibiza es el cuarto coche más vendido en España en lo que llevamos de año y está por encima de pesos pesados, como el Toyota Corolla (el quinto más vendido) y el SEAT Arona, que es el sexto del Top 10.
Los ‘made in Spain’ que triunfan en España
Puede que el éxito que siguen teniendo estos SEAT sorprenda a más de uno porque no son pocos los que han dado por muerta a la marca española, especialmente ahora que su hermana CUPRA ya vende más coches que la propia SEAT, pero, como te contó ayer mi compañero Héctor Ares, SEAT no va a desaparecer.
Por si alguien todavía tenía dudas, a pesar de los buenos resultados comerciales de la marca, SEAT acaba de confirmar que seguirá muy viva con el lanzamiento de los nuevos SEAT Ibiza y SEAT Arona.

No se trata de una nueva generación, sino de una actualización de la quinta entrega del Ibiza, que fue presentado en 2017 y renovado en 2021, de la misma forma que el Arona, del que solo existe esta generación.
De momento, solo podemos hablar de cambios estéticos y de equipamiento, pero en 2027 habrá más novedades porque ambos modelos se electrificarán con motorizaciones micro híbridas y, por lo tanto, tendrán la etiqueta ECO de la DGT.
Bien es verdad que esta electrificación se está haciendo de rogar, pero las cifras de ventas de ambos modelos dejan claro que el distintivo ECO de la DGT tiene una importancia relativa porque hay miles de conductores que no necesitan esta etiqueta: hay que pensar que no todo el mundo vive en Madrid o en Barcelona, ni siquiera en una ciudad con ZBE, por lo que muchos tienen suficiente con la pegatina C.

En cualquier caso, que el Ibiza y el Arona se vayan a electrificar es una declaración de intenciones por parte de SEAT para dejar claro que estos dos modelos van a seguir vivos. Hasta entonces, el Ibiza y el Arona cogen fuerzas con esta puesta al día que moderniza su diseño exterior e interior.
Ninguno de los dos cambia radicalmente, pero tampoco lo necesitaban porque su estética sigue siendo llamativa y tienen las dimensiones perfectas para moverse como pez en el agua en ciudad: 4,07 metros de largo el Ibiza y 4,16 metros de largo el Arona. Ambos crecen 11 mm, pero tampoco necesitaban crecer más porque aprovechan muy bien el espacio interior, como veremos más adelante.
Lo que más cambia por fuera es el frontal porque hay una nueva parrilla hexagonal, un nuevo paragolpes y nuevos faros que son Full LED de serie en toda la gama.

SEAT nos ha asegurado que no solo cambia su diseño, sino que también son más eficaces e iluminan mucho mejor que los del modelo anterior, con una luz más potente y un mayor alcance, aunque no he podido conducir de noche ninguno de los dos coches para comprobarlo.
En el resto de la carrocería hay pequeños cambios, como el anagrama FR grabado con láser en el pilar B en las versiones FR de corte deportivo, un acabado que se puede combinar con cualquier motorización, excepto con la mecánica de 80 CV de acceso que tiene el Ibiza.
También hay nuevos colores exteriores, como el Liminal, el Oniric y el Hypnotic en el caso del Ibiza, y el Gris Manhattan y el Negro Midnight para el Arona, así como nuevas llantas de aleación que se suman a la gama ya existente, con tamaños que van desde las 15 hasta las 18 pulgadas.
Así son por dentro los SEAT Ibiza y Arona

En el interior, hay nuevos tapizados y molduras, además de unos nuevos asientos deportivos de tipo Bucket en el acabado FR, nuevo equipo de sonido y un nuevo cargador inalámbrico de 15 W refrigerado.
No cambia nada más y tampoco era necesario porque el puesto de conducción sigue siendo uno de los mejores del segmento: está completamente digitalizado con un cuadro digital configurable y una pantalla táctil central de 8,25 pulgadas o 9,2 pulgadas, según la terminación, pero es práctico porque tiene botones físicos muy útiles, como los del climatizador y los del volante, todo queda a mano y es fácil encontrar una posición de conducción cómoda.
Ni el Ibiza ni el Arona pecan de exceso de modernidad, como otros modelos de su categoría. Prueba de ello es el freno de mano de toda la vida, la palanca de cambios de toda la vida o los citados botones del climatizador y del volante de toda la vida.

Son cosas que funcionan y que les dan mil vueltas a soluciones más modernas, como unos botones táctiles del volante que son más imprecisos o unos controles del climatizador integrados en la pantalla central.
Gracias a ello, Ibiza y Arona siguen siendo coches fáciles y al alcance de todo el mundo, pero tampoco se quedan atrás porque están perfectamente conectados y el cuadro digital, sin ir más lejos, es uno de los mejores de segmento, por su tamaño de 10,25 pulgadas, por la cantidad de información que ofrece, por la variedad de diseños que tiene para personalizarse y por sus enormes posibilidades de configuración.
Digamos que han encontrado el equilibrio entre modernidad y practicidad, y eso es algo que no está al alcance de todos los coches: algunos se quedan obsoletos y otros se pasan de modernos.

En lo que respecta a la calidad, siguen siendo coches bien hechos, con buenos ajustes y materiales agradables a la vista y el tacto. También son amplios; lógicamente, el Arona sale mejor parado en esta cuestión porque es un coche más grande y es algo que se nota especialmente en sus plazas traseras, pero el Ibiza también aprovecha bien el espacio interior y tiene un maletero más propio de un compacto que de un utilitario, con 355 litros de capacidad, mientras que el del Arona llega hasta los 400 litros.
Siguiendo esa línea de hacer más sencillas las cosas, la gama ha pasado a estar formada por tres acabados: Ibiza, Style y FR (Arona, Style y FR en el caso del Arona). Por su parte, la gama de motores, hasta que lleguen las mecánicas electrificadas, es la que ya tenían hasta ahora ambos modelos, completamente formada por alternativas de gasolina.

El Ibiza se puede escoger con un motor atmosférico 1.0 MPI de 80 CV, con un motor 1.0 TSI turbo de 95 CV y 115 CV, y con un cuatro cilindros 1.5 TSI de 150 CV.
Este último siempre está ligado al cambio automático DSG de siete relaciones, mientras que los dos de menor potencia se combinan con una caja manual de cinco marchas y el 1.0 TSI de 115 CV puede ligarse a un cambio manual de seis marchas o al automático DSG. La gama de motores del Arona es idéntica, a excepción del 1.0 MPI de 80 CV.
En la toma de contacto he podido conducir los Ibiza y Arona de 150 CV, un motor que sigue sentando muy bien a los dos coches porque les permite moverse francamente bien.

Al ser pequeños y ligeros, tienen potencia de sobra, incluso cuando van cargados, y con esta motorización son coches perfectamente utilizables para todo, no solo para ciudad: los dos se comportan muy bien en autovía y sirven para hacer viajes largos. Además, no es un motor especialmente gastón porque consume alrededor de 6,5 l/100 km en los dos coches y la media baja en carretera, en parte, gracias al sistema de desconexión de cilindros ACT.
Como la puesta a punto no ha cambiado, siguen siendo ágiles y cómodos. En este sentido, SEAT también ha encontrado un buen compromiso entre agilidad y confort porque ambos tienen una dirección rápida y directa, pero son agradables de conducir, incluso en carreteras muy rotas.
El Ibiza en concreto, con el acabado FR y el motor de 150 CV, tiene un enfoque bastante deportivo, en parte, porque los asientos de tipo Bucket sujetan muy bien el cuerpo y porque se puede adoptar una posición de conducción bastante baja.

Es un coche rápido y con el que es posible disfrutar de una carretera de curvas. Inevitablemente, sigo pensando en lo bien que habría estado un CUPRA Ibiza con un motor más potente que el 1.5 TSI, por ejemplo, el 2.0 TSI del Volkswagen Polo GTI; por chasis y puesta a punto, este coche puede digerir mucha más potencia.
Del Arona se puede decir exactamente lo mismo, pero su planteamiento es más familiar, si bien es verdad que también se mueve muy bien cuando llegan las curvas y que su puesta a punto también le confiere un marcado carácter deportivo, aunque se va sentado un poco más alto que en el Ibiza y también se nota que es un coche más alto y más largo.
Precio del SEAT Ibiza

Para ver ambos modelos en las calles hay que esperar hasta el primer trimestre de 2026, aunque los pedidos se abrirán dentro de unas semanas. El precio de partida del nuevo SEAT Ibiza es de 18.420 euros, sin incluir ningún tipo de descuento, es decir, PVP.
Los dos se diseñan, se desarrollan y se fabrican en las instalaciones SEAT en Martorell, Barcelona, donde pronto también se fabricarán algunos de los nuevos modelos eléctricos del segmento B del Grupo Volkswagen.













































