Una de las mayores curiosidades de los papás en el embarazo es saber si el bebé será niño o niña. Las predicciones acerca del sexo del bebé antes de que nazca son moneda corriente hasta que este es confirmado mediante una prueba médica o una ecografía, aunque a veces también pueden fallar.
Hay maneras precisas y otras basadas en la sabiduría popular que han ido pasando de generación en generación. Hablaremos de los métodos científicos y no científicos para predecir el sexo del bebé en el embarazo.
Métodos no científicos para predecir el sexo del bebé
Con cualquier de estos métodos podemos pasar un buen rato vaticinando cuál será el sexo de bebé, pero sólo a modo de juego, ya que no tienen ninguna base científica. Simplemente son probabilidades, y entre ellas no concuerdan, así que como podéis ver los resultados que arrojan son poco (o nada) fiables. Ya nos diréis si os coincide o no.
- Tabla china: no hay evidencia científica sobre la efectividad de la tabla china para conocer el sexo del bebé. Está basada en la edad que tiene la mujer en el momento de quedarse embarazada (en las columnas verticales) y en el mes en el que el bebé es concebido (en las filas horizontales).
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Tabla maya: al parecer, los mayas tenían sus propios métodos de predicción basados en estadísticas que ellos mismos hacían. La tabla maya para conocer el sexo del bebé también combina la edad de la madre y el mes en el que ha quedado embarazada.
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Calendario lunar: el calendario lunar para conocer el sexo del bebé toma en cuenta la fecha del día de la concepción del bebé, pero esto no es fácil de comprobar en todos los casos, especialmente si la mujer tiene ciclos irregulares.
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La forma de la barriga: eso de si es redonda será niña y si es en punta, niño, es un mito. La forma y el tamaño de la tripa no predicen el sexo del bebé. Esto depende de otros factores como la fisonomía de la madre, el tamaño y la posición del bebé dentro del útero, la implantación de la placenta, etc…
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Fórmula gitana: Se suma la edad de la madre con el mes en el que quedó embarazada. Si sale par, es niño, si sale impar, niña.
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Aplicaciones de móvil: con las nuevas tecnologías, ya han salido herramientas que supuestamente predicen el sexo del bebé, pero no son nada fiables.
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Antojos: los antojos en el embarazo también son a menudo relacionados con el sexo del bebé, pero tampoco son ciertos.
Métodos científicos para conocer el sexo del bebé
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Análisis de sangre: consiste en extraer una muestra de sangre de la madre para analizar los fragmentos de ADN no celular en el plasma, procedentes del feto. A partir de séptima semana, la presencia de estos fragmentos en la sangre de la madre son suficientes para evaluar, en más del 95% de los casos, si el feto es portador del cromosoma Y (con lo que sería un varón) o no (de modo que sería mujer).
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Amniocentesis: es una prueba invasiva que consiste en la extracción de líquido amniótico con células fetales. Se realiza para detectar problemas congénitos en el bebé, como el síndrome de Down, de Edwards o de Turner, entre otros, y también permite conocer el sexo.
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Ecografía: el ultrasonido es el método más utilizado en la actualidad para conocer el sexo del bebé. Es en la segunda ecografía, alrededor de la semana 20 y dependiendo de la posición del bebé, en la que puede verse con mayor fiabilidad los genitales del bebé para determinar si será niño o niña.
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Posición de la placenta: también conocido como el método Ramzi (nombre del ginecólogo que lo descubrió) se basa en la posición de la placenta respecto del feto para conocer el sexo del bebé incluso desde la primera ecografía. Asegura que presenta un 97% de fiabilidad aunque no se vean los genitales.
Si bien para muchos futuros papás es muy importante conocer el sexo del bebé lo antes posible, también hay quienes eligen llegar al parto sin conocer el sexo del bebé. Es cuestión de preferencias. Pero al fin y al cabo, lo importante no es que sea niño o niña sino que sea bienvenido, amado y deseado desde el primer momento
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