¿Por qué celebramos el Día del Niño?

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Terminada la Primera Guerra Mundial, se conoció que entre los efectos más indeseados del conflicto bélico estaban las muertes y traumas de millones de niños de los países involucrados.

La Cruz Roja impulsó, el 26 de septiembre de 1924, la “Declaración de Ginebra sobre los Derechos del Niño” por parte de la Liga de las Naciones y un año después se declaró el primer Día del Niño.

Los propósitos de la declaración y de la creación de este día son reconocer los derechos específicos de la infancia y la responsabilidad de los adultos en resguardarlos.

La importancia de proteger los primeros años de la vida radica en asegurar un desarrollo adecuado y sano. Los niños tienen derecho a ser alimentados, a ser resguardados de toda explotación y a recibir una educación adecuada. Sin duda, estos principios deben ser motivo de celebración universal.

La infancia del Siglo XXI tiene muchas más oportunidades, pero también está expuesta a nuevas amenazas, que debieran llamar nuestra atención como educadores y padres.

Al mismo tiempo que la infancia moderna dispone de nuevos y poderosos medios para la expresión y la comunicación, un alto porcentaje de los alumnos de educación primaria carece de una comprensión lectora aceptable.

Si bien la cobertura de escolaridad ha aumentado considerablemente, la educación que niños y niñas reciben es, en muchos casos, inadecuada o de baja calidad. Tempranamente los más pequeños tienen acceso a dispositivos que los estimulan y ofrecen intensas emociones, pero estas experiencias se viven sin la responsable compañía de un adulto.

Si bien infancia tiene oportunidades en la actualidad, a través del acceso a contenidos sin restricciones, al mismo tiempo aumentaron los riesgos y peligros que conllevan las relaciones interpersonales con desconocidos en lugares remotos y las eventuales amenazas a la integridad física y psicológica de los menores.

En el Día del Niño, un buen regalo es el tiempo: hacerse tiempo de calidad, sin cansancio ni otros problemas en la mente, para acompañar el descubrimiento y el aprendizaje de los más pequeños. Generar espacios de confianza y comunicación es esencial para eventuales situaciones de riesgo.

Celebrar la infancia es una ocasión para recuperar los espacios de comunicación y cercanía con niñas y niños, para acompañar y mediar la construcción de la imagen de presente y futuro de las nuevas generaciones. A pesar de las brechas culturales que el mundo digital está generando entre distintas generaciones, los niños de hoy necesitan de los conocimientos de los más grandes en torno a ciertas formas de actuar y decisiones que deberán tomar en el futuro.

Más que nunca, la celebración del Día del Niño debe recuperar su sentido original. No hay un mejor momento en el año para aprovechar las oportunidades que disponemos hoy para proteger la infancia y acompañar a los niños y niñas a crecer y desarrollarse plenamente.

Gracias a Hugo Martínez, Profesor y Director Pedagógico en Colegium.

18-08-2019