Hay
un
lugar
en
el
mundo
donde
cada
año
se
reúnen
algunos
de
los
cerebros
jóvenes
más
brillantes
del
planeta.
No
todos
van
por
la
medalla:
algunos
solo
quieren
resolver
seis
problemas
que
podrían
desesperar
a
más
de
un
doctorado.
Es
la
Olimpiada
Internacional
de
Matemática
(IMO),
una
competición
que
exige
una
mente
altamente
capaz.
Hasta
hace
poco,
era
un
terreno
reservado
para
humanos.
Este
año,
dos
de
los
modelos
de
inteligencia
artificial
más
avanzados
—desarrollados
por
Google
DeepMind
y
OpenAI—
decidieron
entrar
al
tablero.
Lograron
lo
impensable:
una
puntuación
de
oro.
Aun
así,
algo
inesperado
ocurrió.
Un
puñado
de
estudiantes
consiguió
superarles.
Y
eso
ha
reavivado
una
pregunta
inevitable:
¿será
esta
la
última
vez
que
alguien
lo
logre?
Las
máquinas
ganan
terreno.
Hasta
ahora,
ningún
modelo
de
inteligencia
artificial
había
alcanzado
esa
marca
en
la
IMO.
DeepMind
se
había
quedado
a
un
solo
punto
en
2024
con
28/42
puntos.
Este
año
todo
cambió.
Su
nueva
IA
—una
versión
inédita
de
Gemini
Deep
Think—
resolvió
cinco
de
los
seis
problemas
en
lenguaje
natural
y
dentro
del
límite
oficial
de
4
horas
y
30
minutos.
El
prototipo
de
OpenAI
igualó
la
hazaña:
35/42
puntos.
El
oro,
por
fin,
también
es
cosa
de
máquinas.
Aun
así,
ambas
IA
se
quedaron
en
blanco
en
el
Problema
6:
0
puntos.
Hicieron
historia,
pero
no
ganaron.
Las
hojas
de
resultados
revelaron
que
26
estudiantes
humanos
superaron
las
dos
IA.
Alexander
Wang,
un
joven
estadounidense,
cosechó
su
tercer
oro
consecutivo
con
37
puntos.
Pero
los
más
brillantes
fueron
Leyan
Deng
y
Hengye
Zhang,
de
China,
que
firmaron
la
perfección:
42
de
42,
incluido
el
temido
Problema
6
que
las
máquinas
no
resolvieron.
El
Problema
6
planteaba
un
tablero
de
2025
×
2025
casillas.
De
a
acuerdo
a
AoPS
Online,
en
líneas
generales,
la
tarea
consistía
en
colocar
rectángulos
—de
cualquier
tamaño,
siempre
alineados
a
la
cuadrícula
y
sin
solaparse—
para
que
cada
fila
y
cada
columna
tenga
exactamente
una
casilla
libre.
La
pregunta
era
cuántos
rectángulos
como
mínimo
hacen
falta
para
conseguirlo.
Resultados
a
nivel
nacional.
Con
231
puntos,
China
recuperó
el
primer
puesto
del
medallero
—Estados
Unidos
obtuvo
216
y
Corea
del
Sur
203—,
según
los
resultados
oficiales.
Sus
seis
representantes
se
colgaron
el
oro;
dos
de
ellos
alcanzaron
el
pleno
de
42
puntos.
El
resto
sumó
entre
35
y
40.
Como
apunta
SCMP,
entre
ellos
está
Qiming
Xu,
que
logró
36
puntos
compitiendo
con
parálisis
cerebral.

Arriba,
el
equipo
chino
que
lideró
el
medallero.
Abajo,
el
conjunto
estadounidense
que
quedó
segundo
¿Rival
o
herramienta?
Los
equipos
de
investigación
insisten
en
que
no
buscan
sustituir
a
los
estudiantes.
Thang
Luong,
líder
del
proyecto
de
DeepMind,
asegura
en
The
Wall
Street
Journal
que
su
modelo
puede
ser
“una
nueva
calculadora
para
la
próxima
generación
de
matemáticos”.
La
realidad
es
que
el
salto
cualitativo
es
enorme:
de
necesitar
días
de
cómputo
y
lenguaje
formal
en
2024,
a
generar
pruebas
legibles
en
horas.
Esa
mejora
plantea
un
nuevo
escenario
para
escuelas
y
competiciones.
¿La
última
victoria
humana?
Alexander
Wang
cree
que
en
2026
la
IA
ya
resolverá
los
seis
ejercicios;
Qiao
Zhang
lo
ve
al
cincuenta
por
ciento;
y
el
propio
Thang
Luong
cree
esta
podría
ser
la
última
IMO
con
ventaja
humana.
No
todos
están
convencidos.
El
exmedallista
Junehyuk
Jung
—hoy
investigador
en
DeepMind—
sostiene
que
problemas
como
el
6
seguirán
fuera
del
alcance
de
los
modelos
“al
menos
durante
una
década”.
Por
ahora,
los
adolescentes
se
van
con
algo
más
que
una
medalla:
la
certeza
de
que,
de
momento,
la
inteligencia
humana
aún
resiste.
2026
dirá
si
ese
margen
desaparece
o
si
vuelven
a
doblar
el
pulso
a
las
máquinas
con
lápiz,
papel
y
una
idea
que
nadie
había
previsto.
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