Pensaba que usar Gemini como traductor simultáneo era buena idea. Terminó siendo mejor de lo que creía

Suelo usar la IA cuando tengo textos largos que traducir. Así que el siguiente paso estaba claro: usar Gemini como traductor simultáneo. Técnicamente era posible, ya que Gemini Live permite activar una conversación multilingüe. Pero, como aún no lo había comprobado por necesidad, tenía mis dudas de que funcionase. Se disiparon.

Frente a frente. Imagina tener a alguien delante que no habla tu idioma. Los gestos son lo primero que sale, pero no van a funcionar si quieres establecer una conversación productiva. Entonces puedes optar por el móvil y sus aplicaciones, como Google Translate. Es bastante válido para hacer de intérprete.

En mi caso, tenía a una persona de habla inglesa y quería probar si Gemini traducía al vuelo sin ayuda de nada más. Así que me puse delante del inglés, abrí la IA de Google en el teléfono y puse el móvil sobre la mesa. Que fuera lo que Shakespeare quisiera.

Sin apps. Esta es una de las grandes ventajas de Gemini: al integrarse en Android como asistente no hacen falta aplicaciones para usarlo. Yo lo lanzo desde el botón de encendido, por ejemplo; una vez está la IA en pantalla basta con darle al icono de las ondas para iniciar la conversación por voz mediante Gemini Live.

La premisa que le di al asistente fue:

«Estoy con una persona que habla inglés y yo voy a hablar español. ¿Puedes hacerme de traductor?».

Y ya está. Es una orden sencilla que Gemini entendió perfectamente. La primera vez me respondió en español, después lo hizo en inglés cuando repetí el experimento en un chat nuevo. En todas obtuve un intérprete virtual a un excelente nivel.

La experiencia. Una vez le pasé la orden, Gemini se mantuvo a la escucha. Cuando hablaba yo traducía todo al inglés cantándolo en voz alta; lo mismo y en sentido contrario cuando hablaba la otra persona. Establecimos una conversación en la que los dos nos entendíamos perfectamente con la ayuda de Gemini.

La experiencia fue fluida, amigable y con las barreras idiomáticas casi derruidas. Yo destacaría lo siguiente:

• Gemini interpreta lo que dice el interlocutor, no solo traduce. En todo momento captura la esencia de las intervenciones para transmitirlas al otro idioma.
• Aparte de escuchar la voz, la traducción aparece escrita en pantalla para hacer más sencillo el entendimiento.
• Funciona en entornos animados: si no hay demasiado ruido la traducción no peligra.
• Hay cierto retraso entre que Gemini capta las frases y las traduce. Esto ralentiza un poco la conversación.
• A cada idioma le corresponde un tono de voz. Se me hace algo raro que Gemini hable de una manera en español y de otra en inglés (ocurre en el resto de idiomas).

El mayor problema: la latencia. Un traductor humano tiene que procesar lo que se dice para compartir la conversación en el otro idioma. Y Gemini es igual: hay una pausa entre que hablas y aparece el texto en pantalla mientras la IA traduce con la voz. Esto reduce la fluidez, aunque tampoco es algo que entorpezca en exceso. Enseguida me acostumbré.

Hay que tener en cuenta que Gemini Live requiere una conexión permanente a Internet. Esto dificulta utilizarlo en el extranjero, por ejemplo. Y puede añadir cierta latencia a las intervenciones si la conexión es lenta.

¿Y en otros idiomas? En inglés funcionaba perfectamente, así que intenté otros idiomas. Para eso utilicé otra IA: ChatGPT. La puse a hablar solo en chino mientras Gemini hacía de intérprete y yo hablaba en español. El resultado no fue tan bueno, Gemini mezclaba idiomas constantemente. Chino, español, inglés… Un lío. En francés obtuve mejor experiencia, a la altura del inglés.

Perfecto para salir de viaje. Me ha parecido más que un apaño: Gemini es perfectamente válida para hacer de intérprete durante los viajes. La efectividad de la traducción depende del entrenamiento que Google haya dado a la IA en el idioma. En inglés se entiende perfecto, lo he comprobado: Gemini se viene en todos mis viajes.

Imagen de portada | ChatGPT editada

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