El
fuet
es
uno
de
los
embutidos
más
populares
en
España,
y
si
eres
fan,
seguramente
te
lo
comes
con
todo:
corteza
incluida.
Pero
¿alguna
vez
te
has
preguntado
si
es
saludable
comer
esa
capa
blanca
que
lo
recubre?
Muchas
personas
tienen
dudas
sobre
si
esa
parte
debe
retirarse
o
si,
por
el
contrario,
forma
parte
del
producto
y
se
puede
consumir
sin
problema.
Aquí
te
contamos
qué
es
realmente
esa «piel
blanca»
del
fuet,
si
se
puede
comer
y
qué
opinan
los
expertos
sobre
su
seguridad
y
composición.
¿Qué
es
esa
capa
blanca
que
recubre
el
fuet?

La
piel
blanca
que
rodea
el
fuet
es
completamente
normal
y
está
presente
en
muchos
embutidos
curados.
No
es
moho
dañino,
ni
plástico
ni
un
aditivo
extraño.
En
realidad,
se
trata
de
un
recubrimiento
natural
que
puede
tener
diferentes
orígenes,
dependiendo
del
tipo
de
fuet
y
del
proceso
de
fabricación.
En
algunos
casos,
esa
capa
es
simplemente
moho
comestible,
muy
parecido
al
que
se
usa
en
algunos
quesos
curados,
como
el
camembert
o
el
brie.
Este
moho
ayuda
a
proteger
el
embutido
durante
el
proceso
de
curación,
evita
la
proliferación
de
microorganismos
indeseables
y
aporta
cierto
aroma
y
sabor
característico.
En
otras
variedades,
esa
película
blanca
es
harina
o
fécula
de
arroz,
que
se
añade
para
evitar
que
el
embutido
sude
y
pierda
calidad
durante
el
secado.
Por
otro
lado,
también
existe
la
tripas
artificiales
que
pueden
presentar
ese
aspecto
blanco
debido
al
tratamiento
que
reciben.
En
estos
casos,
la
envoltura
sigue
siendo
comestible,
pero
puede
tener
una
textura
menos
agradable.
¿Es
seguro
comer
la
piel
blanca
del
fuet?
La
respuesta
es
sí:
en
la
mayoría
de
los
casos,
la
piel
blanca
del
fuet
es
segura
para
el
consumo.
Tanto
el
moho
comestible
como
los
recubrimientos
de
fécula
o
la
tripa
natural
están
pensados
para
formar
parte
del
alimento.
No
solo
no
son
dañinos,
sino
que
están
regulados
y
su
uso
es
habitual
en
la
industria
cárnica.
De
hecho,
si
no
fuera
apta
para
el
consumo,
estaría
claramente
indicada
en
el
etiquetado
del
producto.
Como
norma
general,
si
el
fuet
se
vende
entero
y
sin
ninguna
advertencia
sobre
retirar
la
piel,
puedes
comerlo
tal
cual.
Eso
sí,
en
algunos
casos
la
textura
o
el
sabor
de
esa
capa
puede
no
resultar
agradable
para
todos.
Algunas
personas
prefieren
retirarla
simplemente
por
una
cuestión
de
gusto
personal.
Y
eso
también
es
válido:
no
hay
ningún
problema
en
quitarla
si
así
lo
prefieres.
Mensaje
para
llevar
a
la
cocina
Comer
la
piel
blanca
del
fuet
es
seguro
y,
en
muchos
casos,
forma
parte
de
la
experiencia
completa
del
producto.
Puede
tratarse
de
moho
comestible,
fécula
de
arroz
o
tripa
natural,
y
no
representa
ningún
peligro
para
la
salud.
Si
te
gusta
su
sabor
y
textura,
no
hay
motivo
para
retirarla.
En
Vitónica
|
El
método
de
conserva
para
tener
a
mano
calabacines
durante
varios
meses
sin
tener
que
congelarlos
Imágenes
|
Julia
Filirovska
(Pexels),
Encantadíssim
(Flickr)