En un tubo tienen algas marinas y en otro una delgada pieza de un material transparente que a primera vista parece indistinguible del plástico. Es el set de trabajo de Sway, una empresa de Silicon Valley que recientemente ha recibido 2,5 millones de dólares de financiación para proseguir con su trabajo. Esta startup se dedica a transformar las abundantes algas marinas que encontramos en el mar en un material similar al plástico que puede servir para sustituir bolsas y embalajes de un solo uso.
El plástico se fabrica con combustibles fósiles, pero Sway está demostrando que su plástico fabricado a base de algas marina puede ser igualmente útil para varios de los usos que se le dan hoy en día.
Reemplazando el plástico por un equivalente a base de algas marinas
Millones de toneladas de plástico se acaban echando al mar y un gran porcentaje de estos plásticos son de un solo uso. Desde 2021, en España está prohibido el uso de cubiertos y plásticos de un solo uso y a partir de 2023 no se podrán distribuir envases de plástico de un solo uso de forma gratuita. En sustitución hay varias alternativas, como por ejemplo los cubiertos de papel. Sin embargo, su elasticidad y resistencia no son parecidas al plástico. Aquí es donde entra Sway, con la fabricación de un material que sí replica gran parte de las propiedades del plástico.
Su uso está pensado para envases delgados como bolsas de polietileno o envoltorios. La compañía ha demostrado que es capaz de simular estas finas capas de plástico, sea en transparente o con distintos colores.
Julia Marsh, ex-diseñadora de paquetería y cofundadora de Sway, explica que con la ronda de inversión pretenden ampliar sus pruebas piloto. También explican que este material es biodegradable y tiene un tiempo de vida limitado.
El producto tiene una vida útil de 12 meses y una vez completado este tiempo, el material de Sway desaparece entre las cuatro y seis semanas posteriores, apuntan desde la compañía. Al estar enfocados en productos de un solo uso, consideran que es tiempo suficiente como para poder realizar su función.
Otro de los argumentos es el ecológico, pues según describe la compañía, las algas marinas son capaces de retener hasta 20 veces más carbono que los árboles, sin necesidad de requerir agua dulce ni plantarse.
Para conseguir las algas marinas, desde Sway explican que «trabajamos exclusivamente con granjas oceánicas. No estamos hablando de la recolección silvestre o la eliminación de material que simplemente crece naturalmente en el océano».
La compañía todavía está optimizando su formulación pero aseguran que su material ya es más fuerte que el polietileno normal de baja densidad que habitualmente se utiliza en las bolsas de supermercado.
A partir de 2022, Sway espera conseguir hasta 300.000 minoristas con los que ofrecer sus bolsas basadas en algas marinas. Para ello cuentan con la ayuda de la Compost Manufacturing Alliance. que conectará a la startup con la industria e intentará asegurar que estas bolsas hechas de algas cumplen los requisitos necesarios para su utilización.