Este verano, por aquello de no encender el horno bajo ningún pretexto, me he aficionado a preparar Panna Cotta en diversas variantes. El otro día probé a hacer una Panna Cotta de Nutella y el éxito fue tal que me he animado a experimentar preparando esta receta de Panna Cotta de Mojito, perfecta para estos calurosos días de verano.
Y es que la Panna Cotta requiere muy poco tiempo de preparación, y apenas se mancha nada. La parte negativa es que hace falta esperar unas horas a que se enfríe y cuaje para poder disfrutarla.
Empezamos poniendo la gelatina a hidratarse en un plato hondo con agua fría. Mientras tanto, ponemos la nata a cocer (Panna Cotta, significa, literalmente, nata cocida) junto con el azúcar y las hojas de hierbabuena. Cuando rompa a hervir, retiramos la nata del fuego, quitamos la hierbabuena, añadimos la gelatina y el zumo de lima y removemos para integrar.
Repartimos la mezcla en cuatro moldes ligeramente engrasados y dejamos atemperar unos minutos antes de introducir en la nevera para que cuaje la Panna Cotta. Dos o tres horas de nevera serán suficientes para que la panna cotta adquiera consistencia.
Con qué acompañar la panna cotta de mojito
La receta Panna Cotta de mojito añade el toque ácido de la lima y el punto refrescante de la hierbabuena al ya de por sí delicioso sabor y textura delicada de la Panna Cotta. Es como comerse un mojito a cucharadas, pero sin resaca. La cantidad de gelatina y azúcar la podemos ajustar para que se adapte a nuestros gustos de firmeza y dulzor.
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