El amor no es lo que era. Ni el cine. Joder, es que ni siquiera la vida es lo que solía ser. Tras un año nefasto ha llegado una pequeña película que a pesar de haber sido gestada antes de este simulacro de fin del mundo que estamos viviendo se antoja indispensable para entender el amor en tiempos de salas vacías. De vidas vacías. ‘Palm Springs‘ perdurará.
El nuevo día de la marmota
En realidad no es nada nuevo para ellos. Toda la obra de The Lonely Island gira en torno al amor. Al amor a la risa, a la fiesta, a la música. Todo lo que han grabado, filmado o registrado estos ases del humor desde que empezaron a ser el mejor reclamo para el último gran Saturday Night Live merece toda tu atención. Ya sea en forma de música, sketch (suelen ir de la mano) o largometraje.Tras producir la espléndida ‘Brigsby Bear‘, tranquilamente una de las mejores películas de los últimos años, Taccone, Samberg y Schaffer han vuelto a apostar por un caballo ganador en el que nadie había reparado.
Está muy bien rendir pleitesía a películas que nos hicieron felices y nos sorprendieron en nuestros días de juventud reformulando géneros como la comedia romántica. ‘Atrapado en el tiempo‘ o ‘Cuatro bodas y un funeral‘ hicieron ese trabajo a mediados de los años 90 a través de su desparpajo y ganas de cambiar un poco las reglas.
No fue fácil soportar así los infinitos pasos hacia atrás que el género iba dando, incapaz de asimilar esos cambios o no atreviéndose a subir la apuesta. El refresco de las películas de Harold Ramis o Mike Newell tampoco era algo nuevo. No olvidemos que Woody Allen, Hal Ashby o Rob Reiner aportaron su granito de arena en el género.
Así, mientras los menos afines a la romcom aplaudían el esfuerzo de cineastas como los hermanos Farrelly o astros como Adam Sandler, el público menos exigente tenía sus dosis de dulce con títulos como ‘Don Juan DeMarco’, ‘Benny & Joon, el amor de los inocentes’ o ‘Boomerang, el príncipe de las mujeres’. Afortunadamente muchos de esos vicios se fueron perdiendo con el tiempo y el nuevo cine, los nuevos amores, fueron calando hondo en una industria que tenía a una importante parte del público y la crítica esperando que la comedia romántica volviera a tener pulso.
En esas estábamos cuando hace muchos meses oímos hablar de un pequeño proyecto protagonizado por Andy Samberg y Cristin Milioti, una nueva comedia romántica que prometía no parecerse (demasiado) a nada que hubiéramos visto antes. Y lo cierto es que el hype estaba justificado. ‘Palm Springs’, disponible en Movistar +, es todo lo divertida y dolorosa que pueden ser, por poner un ejemplo, ’50 primeras citas’ y ‘Dos en la carretera’.
Pero es mucho más que una puesta al día del ídem de la marmota. ¿Te suena eso de «para siempre? Bien, pues la película de Max Barbakow se mete de lleno en el berenjenal de vivieron felices y comieron perdices.
‘Palm Springs’, dos en la piscina
Por supuesto, el elemento fantástico solo mejora la propuesta. Que toda la película se desarrolle dentro de un espacio de tiempo determinado que además ya ha comenzado no se sabe cuándo es un acierto descomunal que nos toca de cerca. ¿Recuerdas cuándo empezaste a llevar mascarilla? ¿Cuándo decidiste que cortarte el pelo no era una prioridad? ¿Recuerdas cuándo los días empezaron a ser todos iguales? Amar en tiempos de pandemia no es muy diferente a buscar la felicidad dentro de un bucle temporal.
La película evita el camino fácil y trata de dar profundidad a sus dos personajes principales, Nyles y Sarah. Pero también al tercero. El monólogo del personaje de J.K. Simmons en la piscina es realmente doloroso. El tipo es feliz viviendo ese día en familia, pero sabe que no verá crecer a sus hijos. Vaya, en esto de los bucles no parece que todo sean ventajas. Aunque la idea de morir para evitar el viaje de vuelta a casa es una magnífica idea.
Y es que ‘Palm Springs’, además, es una película de personajes. Uno que parece haber renunciado a cualquier esperanza de salir de la situación y aprovecha para probar nuevos experimentos y otra con un enfoque más crítico y científico que aprovechará ese día sin fin para buscar una salida.
La película de Barbakow es una comedia de inventiva desbordante con un perfecto manejo del ritmo. Aunque el humor inhibe toda la historia a través de unos protagonistas desfasadísimos por unos actos sin consecuencias definitivas, ‘Palm Springs’ sorprende con su sensibilidad y capacidad para conmover.
El bucle temporal no será más que una burbuja, una coraza donde resguardarse de una normalidad, sea nueva o vieja, que no nos gusta. Una normalidad donde no puedes escupir la cerveza en pleno subidón. No sé si ya son demasiadas las conexiones con este domingo en que tampoco parece que vayas a asearte más de la cuenta. Si hay una película perfecta para celebrar el San Valentín de 2021, esa es ‘Palm Springs’.