La mejor forma de afrontar esta versión millennial de ‘La semilla del diablo’ es tener bien claro que hay pocas cosas comparables a ‘La semilla del diablo’, la magistral pesadilla claustrofóbica de Roman Polanski sobre las dudas y temores paranoicos que asaltan a cualquier embarazada. Asumiendo que aquella cima es inalcanzable, ‘Oscura verdad’ -que puedes ver en Prime Video y en alquiler en Filmin– es lo suficientemente venenosa e inquietante como para que valga la pena acercarse a su propuesta.
‘Oscura verdad’ (terrible título español para el mucho más elegante ‘False Positive’ original) arranca con una joven pareja que quieren tener un hijo, pero donde ella no consigue quedarse embarazada. Acuden a una clínica de fertilidad, donde su responsable el Dr. Hindle les aplica un tratamiento de su invención gracias al que, finalmente consiguen un embarazo de trillizos. Pero la futura madre (fantástica Ilana Glazer, a la que hasta ahora solo habíamos visto en papeles de comedia) comienza a detectar señales de que algo va mal con sus futuros hijos.
La película se sumerge entonces en una visión paranoica del embarazo en la que todo son temores y conspiraciones en torno al futuro bebé. Solo que aquí permanecemos en todo momento al lado de la madre: ¿hay algún tipo de culto o sociedad secreta detrás de todo esto? ¿Algún componente sobrenatural como parecen sugerir sus sueños? ¿Qué quiere decir el sospechosamente cordial comportamiento del marido y el doctor, antiguos alumno y profesor?
La respuesta acaba llegando y no es tan brillante como sería de desear, pero traza un simpático puente con los thrillers médicos conspiranoides de los setenta y ochenta al estilo ‘Coma’. ‘Oscura verdad’ no está, sin duda, a la altura de ‘La semilla del diablo’, pero sus estupendas interpretaciones y sus continuos giros argumentales le dan unas vibraciones incómodas muy sugestivas.
Más del sello A24
Después de ganarse un considerable prestigio como distribuidora, difundiendo películas como ‘Spring Breakers’, ‘Ex Machina‘ o ‘La habitación’, A24 se convirtió en productora, financiando películas como ‘Hereditary’, ‘Midsommar’, ‘El faro’, ‘Uncut Gems’ o ‘La tragedia de Macbeth’, y convirtiéndose en una de las grandes marcas de las nuevas tendencias del cine fantástico y, especialmente, de terror. ‘Oscura verdad’ no tiene la sofisticación de propuestas como ‘La bruja’ una de las películas que puso a A24 en el mapa, pero comparte la atmósfera tenebrosa y la crítica generacional que caracteriza a otras de las películas del sello.
Es de A24 de donde sale la parte más interesante de la película, más allá de su valor como thriller de suspense con ramalazos de body horror: su crítica de todo lo que rodea a un embarazo, y que abruma a la mujer desde incluso antes del momento de la concepción. Las presiones sociales, lo que se «debe» y «no debe» hacer es examinado por el guión de la propia Glazer, que borda secuencias tan inquietantes como divertidas con las reuniones con las otras embarazadas.
Esta venenosa perspectiva del papel de la mujer embarazada se extiende también a su trabajo, en una agencia de publicidad donde desde el primer momento los amables comentarios de sus compañeros desbordan hipocresía. Y, por supuesto, a todo el aparato clínico que rodea a los embarazos en general y a la reproducción asistida en particular: la asepsia de las clínicas, la robótica amabilidad de los empleados, los inquietantes esfuerzos por hacer llevaderas situaciones muy incómodas…
En esta última sección brilla especialmente Pierce Brosnan como el dr. Hindle, un inquietante ginecólogo cuya interpretación gana enteros en posteriores revisionados de una película llena de dobleces y significados entre líneas. Rebosante de humor malvado y con una perspectiva muy poco complaciente de la maternidad y del aparato industrial que existe en torno a ella, ‘Oscura verdad’ es una joya macabra con altibajos, pero muy sugerente.