OpenAI ya lideraba la carrera de la IA. Apple acaba de coronarla como la reina absoluta

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OpenAI
lleva
años
haciendo
cosas
impresionantes.
Primero
nos
sorprendió
(tímidamente,
por
desconocer
sus
capacidades
reales)
con

GPT-3
,
luego
nos
maravilló
con

DALL-E
2

y
finalmente
asombró
a
Internet
con

ChatGPT
.

Con
todas
estas
cartas
en
su
haber,
la
compañía
ya
mostró
un
potencial
enorme.
pero
cuando
de
verdad
comenzó
a
entenderse
su
poder
real
fue
cuando
alcanzó
un
enorme
(y
beneficioso)
acuerdo
de
colaboración
con
Microsoft
a
principios
de
2023.

En
Redmond
no
iban
a
dejar
pasar
la
ola
de
la
inteligencia
artificial

(como
hicieron
con
el
smartphone),
y
con
la
inversión
multimillonaria
dejaban
una
cosa
muy
clara:
valoraban
el
trabajo
de
OpenAI
como
extraordinario
y
como
algo
que
no
podían
igualar
internamente.
Pues
qué
sentido
tiene
si
no
un
gasto
de
ese
calado.

Cediendo
sus
modelos
nuevos
(GPT-4,
DALL-E
3)
para
Copilot
o
GitHub
Copilot,
OpenAI
se
beneficiaba
de
una
ingente
capacidad
computacional,
algo
en
lo
que
Microsoft

era
una
de
las
líderes
del
mercado,
y
de
una
gran
capacidad
de
entrenamiento
para
seguir
mejorando
modelos
futuros.
 En
un
plazo
muy
pequeño
de
tiempo,
y
con
la
era
la
de
inteligencia
artificial
recién
comenzada,

los
de
Sam
Altman
habían
enseñado
no
que
fueran
a
ganar
la
guerra,
pero

que
eran
la
Google
o
Yahoo!
de
su
tiempo
.
Una
compañía
disruptiva
ante
un
cambio
de
paradigma,
como
fue
Internet
para
la
informática
personal.

Lo
que
hemos
visto
hoy
en
el
evento
de
Apple
no
hace
más
que
confirmarlo.

De
2007
a
2024
y
una
conclusión:
una
Apple
centrada
en
servicios
no
es
autosuficiente

Google Apple

Google Apple


En
2007,
Apple
dependió
de
Google
para
lanzar
el
iPhone.
Hoy
siguen
sin
demostrar
autonomía
total
en
servicios

En
2007,
cuando
Apple
presentó
el
iPhone,
lo
hizo
sin
App
Store
ni
ninguna
otra
posibilidad
de
instalar
aplicaciones
(sí
de
ejecutar
aplicaciones
web).
Y
lo
hizo
con
dos
iconos
destacados
en
su
pantalla
de
inicio:
YouTube
y
Mapas.
En
aquella
época,
Google
y
Apple
eran
aliados,
antes
de
que
comenzara

una
guerra
termonuclear
con
Android
,
hasta
el
punto
de
que
el
CEO
de
la
época,
Eric
Schmidt,
salió
al
escenario.


Apple
era
una
compañía
débil
en
servicios
,
y
reconocía
que
necesitaba
a
Google
para
impulsar
su
producto.
Luego
las
relaciones
empeoraron
mucho,
Apple
desarrolló
Apple
Maps
y
dejó
de
instalar
por
defecto
YouTube.
Eso
sí,
en
todos
estos
años
nunca
ha
dejado
de
usar
Google
como
el
buscador
por
defecto
en
el
iPhone.
Por
falta
de
un
producto
competitivo,
pero
probablemente
por
dinero:
la
compañía
del
buscador
paga

cantidades
ingentes

a
los
de
Cupertino
por
ello.
Mientras
el
iPhone
y
Android
crecían,
los
servicios
de
Google
se
hicieron
imprescindibles,
hasta
el
punto
de
que
su
no
llegada
a
Windows
Phone
debilitó
de
muerte
al
sistema
operativo
móvil

de
Microsoft.

Todo
ello,
pese
a
las
muchas
alternativas
existentes.
Como
hoy.
Existen
modelos
open
source
muy
potentes,
Apple
ha
desarrollado

sus
propios
modelos
,
existen
modelos
cerrados
de
pago
alternativos
a
GPT-4
como
Claude.
Pero

el
gran
exponente
es
OpenAI,
y
es
el
que
siempre
demuestra
ir
por
delante
.
Lo
hizo
con
Sora,
que
ha
sido
lo
más
sorprendente
del
año,
a
la
espera
de
probarlo,
y
lo
hizo
con
GPT-4o
y
sus
nuevas
capacidades,
cuando
la
competencia
empezaba
a
acercarse
peligrosamente.

La
integración
de
ChatGPT
en
Siri
y
en
otras
partes
de
iOS
y
macOS
es
todo
un
reconocimiento
a
la
superioridad
de
OpenAI.
Una
en
la
que
ya
se
han
apoyado
dos
de
las
más
grandes
tecnológicas

Con

Apple
Intelligence
,
los
de
Tim
Cook
han
presumido
de
tener
un
Siri
mucho
más
inteligente,
que
entiende
el
contexto
como
muchas
personas
quieren
y
que
es
capaz
de
hacer
mucho
más
por
nosotros.
Pero,
por
encima
de
todo
ello,
han
explicado
que
cuentan
con
una
estrategia
doble:
procesamiento
local
en
los
dispisitivos
para
peticiones
realizables
por
chips
de
bajo
consumo,
y
procesamiento
en
una
nube
para
peticiones
que
requieren
más
potencia
de
cálculo.
Y
lo
han
hecho,
eso
sí,

presumiendo
de
que
incluso
los
datos
que
vayan
a
la
nube
tendrán
una
privacidad
extrema
.

Por
todo
ello,
esperaba
que
OpenAI
y
GPT-4o
quedaran
fuera
de
la
ecuación.
Pero
no,
ChatGPT
se
ha
integrado
con
Siri
y
con
el
resto
de
funciones
de
IA
del
sistema.
No
para
usarlas
por
defecto,
pero

para
recurrir
a
ellas.
Para
una
compañía
tan
celosa
de
ceder
protagonismo
como
Apple,
es
un
reconocimiento
(como
el
de
Microsoft)
de
que
OpenAI
domina
como
nadie
el
momento
en
que
nos
encontramos

Y
pese
a
que
será
mucho
lo
que
el
iPhone
y
el
Mac
hagan
sin
OpenAI,
para
Apple
no
parece
haber
sido
suficiente.
¿La
parte
buena?
Se
pedirá
permiso
al
usuario
para
usar
GPT-4o
(han
mencionado
el
modelo
específicamente),
y
aseguran
que
OpenAI
no
almacenará
ningún
tipo
de
dato
del
usuario.

Imagen
|
Apple

En
Genbeta
|

Los
modelos
de
IA
estaban
cada
vez
más
empatados,
pero
esta
nueva
forma
de
evaluarlos
deja
claro
que
GPT-4
es
el
rey