El proceso de transición por la adolescencia puede resultar un tanto difícil. Y es que se trata de una época llena de cambios, a los que los hijos deben adaptarse, y entre tanta confusión, su autoestima se puede ver afectada.
Como padres y madres, también transitaremos estos cambios con ellos, aunque lógicamente, de otra forma. Es común en muchos casos que durante la adolescencia, se experimenten problemas de autoestima e inseguridades.
Y es por esta razón que resulta primordial que como padres aprendamos estrategias que nos permitan ayudar a nuestros hijos a desarrollar una autoestima sana y fuerte. Pero, ¿cómo lo hacemos? A lo largo del artículo os damos algunas claves.
¿Qué es la autoestima?
Antes de nada, es preciso que entendamos, a grandes rasgos, qué es la autoestima. Hablamos de todos los pensamientos y sentimientos que tenemos acerca de nosotros mismos, de quiénes somos y de nuestras capacidades.
Si este tipo de pensamientos se enfocan principalmente a aspectos positivos, comprendiendo y aceptando que no somos los mejores en todo y que eso está bien, podemos estar hablando de una buena autoestima.
Una baja autoestima en la adolescencia
Pero ¿qué pasa cuando esos pensamientos y sentimientos son negativos? Es entonces cuando estamos en presencia de una baja autoestima.
En estos casos los adolescentes suelen tener dudas en relación a sus capacidades, y se sienten muy mal (o inseguros) con respecto a su cuerpo, a cómo se comportan, a sus relaciones interpersonales, etc.
Aunque es bastante habitual que la autoestima experimente oscilaciones a lo largo de la vida, especialmente durante la adolescencia, tener una buena autoestima durante esta etapa es muy importante para el desarrollo sano de nuestros hijos.
Y como padres hay algunas cosas que podemos hacer para fomentar una buena autoestima en nuestros hijos. ¿Cómo acompañarles?
1. Demuestra afecto
Aunque durante la etapa de la adolescencia nuestros hijos pueden parecer incómodos ante nuestras muestras de afecto, esas que antes solían disfrutar mucho cuando eran niños, es importante no dejar de hacerlo (aunque deberemos adaptarnos a lo que necesitan, respetando también su libertad y no siendo intrusivos).
Así, no basta con pensar que nuestros hijos saben que los amamos; es muy importante demostrarlo con acciones y sobre todo, expresarlo con palabras. No des por sentado que tu hijo lo sabe; díselo, exprésalo.
2. Establece límites claros
Durante la adolescencia, nuestros hijos comienzan a probar sus límites y a ver hasta dónde pueden llegar. Por eso es súper importante que como padres establezcamos límites y normas claras.
La adolescencia es una época llena de confusión, y establecer pautas que sean comprensibles les ayudará a saber cuáles son sus límites, y no se sentirán tan desorientados en relación con lo que se espera de ellos.
3. Celebra y refuerza sus logros
Tómate tu tiempo todos los días para puntualizar algo que tu hijo haya hecho muy bien, celebra cada logro que tenga, por pequeño que este sea.
Esto le va a ayudar a sentirse valorado y capaz de hacer cosas buenas y valiosas. Pero ten cuidado de no hacer elogios falsos, no debes buscar siempre la manera de que todo se vea perfecto.
Por ejemplo si tu hijo practica un deporte y ese día han perdido, no le digas que fue un buen partido (si no lo ha sido), pero sí elogia su capacidad de seguir adelante y recuérdale que cuando fallamos en algo, eso nos sirve de aprendizaje.
4. Pídele su opinión y valórala
Uno de los puntos más álgidos de la adolescencia es el sentirse excluidos, y aunque esto casi nunca es así, tu hijo lo percibe de esa manera.
No es que estés haciendo algo mal ni que seas un mal padre, es solo que a veces olvidamos que nuestros hijos están creciendo y que ya no son unos niños pequeños. Los adolescentes quieren ser tratados como adultos, eso no es secreto para nadie.
Y si bien no podemos hacer eso siempre, pues aún no están preparados (depende del momento), sí podemos ceder en pequeñas cosas, como por ejemplo, pedir su opinión en cualquier asunto y lo más importante, valorar lo que nos dicen. No se trata solo de escuchar.
5. Muestra coherencia ante todo
Una de las claves de la paternidad es la coherencia. No podemos exigirles a nuestros hijos que tengan determinadas conductas si nosotros mismos no somos capaces de hacerlas.
Ten siempre en cuenta que como padres, somos los principales modelos a seguir.
Entonces, si quiero que mi hijo comprenda que, por ejemplo, no ganar en algo no es negativo y que por el contrario, nos sirve de aprendizaje, no podemos estallar en rabia si perdemos, esperando que nuestro hijo se comporte de forma opuesta.
6. Fomenta lo positivo
Todos los seres humanos tenemos capacidades diferentes, y nuestros hijos adolescentes no están exentos de esto.
Entonces, es importante que aprendas a identificar cuáles son los talentos o cualidades positivas (fortalezas) de tu hijo y que puedas enfocarte en fomentarlas.
Apóyalo en sus intereses, permítele aprender y desarrollar habilidades. Es muy importante para ellos sentir el apoyo de mamá y papá.
7. Estar en los momentos importantes
Por otro lado, haz todo lo posible para estar en sus momentos importantes, por ejemplo: en sus partidos, en presentaciones, obras de teatro, etc. Ellos lo valorarán y se sentirán queridos y acompañados.
8. Ayúdale a definir sus metas
Los adolescentes con metas claras están más cerca de conocerse, sentirse válidos luchando por sus sueños y, en definitiva, de cultivar su autoestima.
Por ello, ayúdales con ello; podéis elaborar una lista juntos con sus intereses y metas a corto y largo plazo, por ejemplo.
9. Fomenta su autoconocimiento
El autoconocimiento también es clave para cultivar una buena autoestima; conocerse a uno mismo ayuda a identificar qué nos gusta, qué necesitamos… Podemos acompañar a nuestros hijos en este proceso, por ejemplo, animándoles a probar cosas nuevas.
10. Anímale a salir de su zona de confort
En línea con el punto anterior, es importante que los niños tengan retos, que salgan de su zona de confort, que se arriesguen…
Por ello, podéis optar por un fin de semana de aventuras en familia, por ejemplo, o por tantas otras actividades que se os ocurran.
11. La paciencia y el amor: ingredientes clave
Finalmente, si quieres fomentar una autoestima sana en tus hijos adolescentes, ten un poco de paciencia y sobre todo, muchísimo amor con ellos; recuerda que:
“La adolescencia es la conjugación de la infancia y adultez.”
-Louise J. Kaplan-
Y que este proceso puede llegar a ser muy complicado. Pero con tu ayuda y apoyo, puede ser mucho más llevadero para tus hijos.
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