Marvel ha comenzado su andadura con las series en imagen real para Disney+ en este 2021. La primera en llegar fue ‘Bruja Escarlata y Visión’, luego fue el turno de ‘Falcon y el Soldado de Invierno’, siendo ‘Loki’ la última que habíamos visto hasta ahora. Eso va a cambiar a partir del 24 de noviembre con ‘Ojo de Halcón’, la cual lo tiene todo para ser la más conseguida de todas.
Por el momento he podido ver los dos primeros episodios y hay algo que transmite ‘Ojo de Halcón’ que brillaba por su ausencia en el resto: el sentimiento de progresión dentro del MCU. Gusten más o menos, todas las anteriores estaban motivadas de forma principal por dar un nuevo lugar a sus protagonistas dentro de este universo.
Todas ellas no dejaban de ser una estación de paso -con la promesa de que luego llegará hasta tremendo, eso sí-, ya fuera para que Wanda superase la pérdida de Visión, Sam aceptase que tiene que ser el nuevo Capitán América o que Loki simplemente se encuentre a sí mismo tras tantos años dando bandazos. Con eso no quiero decir que ‘Ojo de Halcón’ carezca de ello, pues la muerte de Natasha -y todo el sufrimiento vivido- se deja notar en el estado de Clint, pero eso es uno de los elementos con los que juega la serie en lugar de dar la sensación de que esa es su razón de ser.
Los puntos fuertes de ‘Ojo de Halcón’
De hecho, ‘Ojo de Halcón’ se centra inicialmente en Kate Bishop, el personaje interpretado por una muy inspirada Hailee Steinfeld que, obviamente, debería tener un peso importante en lo que esté por venir dentro del MCU. Ya de entra se conecta de forma directa con el pasado de este universo para luego sentar las bases de una aventura con espíritu navideño que brilla desde la ligereza, pero sin que ello suponga no poder tomarse en serio nada de lo que sucede.
La serie está trufada de pequeñas ocurrencias, alguna tan llamativa como ese hilarante número musical sobre Los Vengadores al que el protagonista asiste con evidente incomodidad, que conectan bastante bien con la forma de entender el humor por las películas. Aquí no se opta por intentar algo diferente como sucedía en ‘Eternals’, pero no pasa nada por intentar ir un poco sobre seguro cuando los guiones están bien perfilados y lo cómico sirve también para perfilar la improbable relación profesional que surge entre Ojo de Halcón y Kate.
Ahí surge una inevitable dinámica entre mentor y aprendiz, pero con él mostrándose poco dispuesto a ello, algo que contrasta con el entusiasmo de ella. Muchas alegrías que nos da la serie vienen por ahí -aunque ya antes ambos estaban funcionando muy bien por separado-, con ella intentando demostrar su valía y metiéndose en berenjenales que para otros supondría la muerte segura.
El desparpajo -y el talento- de Steinfeld resulta esencial no ya para que nos la creamos en el papel, sino para que directamente sea imposible imaginarse ya a otra actriz como Kate. Comentaba Kevin Feige que era la elección soñada del estudio para el papel y está claro que no se equivocaban.
Eso sí, tampoco me quiero olvidar de lo bien que funciona la oposición que surge con la forma de ser de Jeremy Renner en un personaje que controla de maravilla pero en el que casi nunca ha tenido la oportunidad de brillar realmente. Aquí sabe aprovecharlo e ir mostrando nuevos matices por la influencia que Kate ejerce sobre él.
De ahí surge una de las claves de la serie: su tono. Con una reconocida influencia de la etapa de los cómics escrita por Matt Fraction y dibujada por David Aja, ‘Ojo de Halcón’ es un pequeño milagro equilibrando todos los ingredientes que maneja. La amenaza es mucho más concreta y localizada -incluso hay una limitación temporal que añade cierta dosis de incertidumbre- pero tampoco se siente que sea algo que se pueda solucionar fácilmente, pero también el humor encaja muy bien ahí, mientras que la ambientación navideña se siente como un rasgo importante en lugar de un capricho más o menos efectivo.
Todo eso lleva a que ‘Ojo de Halcón’ sea un ejemplo de la mejor cara de Marvel, sabiendo encontrar su personalidad pero sin desviarse de los límites que establece este universo. Cierto es que su lado más espectacular no está tan potenciado como en otras ocasiones, pero es que aquí eso es algo con una importancia más reducida. Lo que realmente importan son los dos protagonistas, siendo al mismo tiempo una aventura de presentación y de desarrollo.
Otros detalles
A partir de ahí es verdad que uno podría decir que Tony Dalton o Vera Farmiga han demostrado que son capaces de mucho más de lo que la serie requiere de ellos, pero se les nota cómodos y a gusto con sus personajes. A veces con eso -y la promesa de que sigan creciendo- es suficiente, y es uno de esos casos.
Por lo demás, alguna sorpresa que no desvelaré y la certeza de que hay más por llegar, un ritmo fluido que hace que los episodios se pasen volando -incluso si estás volviéndolo a ver y ya sabes todo lo que va suceder- y la sensación de que saben muy bien lo que están buscando. Ojalá las escenas de comabte estuvieran un poco más elaboradas, pero bueno, cumplen sin caer en excesos innecesarios y dejan alguna imagen puntual de lo más resultona.
En resumidas cuentas
‘Ojo de Halcón’ mola, y lo hace sobre todo por el trabajo de sus dos protagonistas, en especial de Steinfeld, pero no solamente por ello -aunque sí que es mejor cuando se centra en ellos-, ya que también es un gran entretenimiento que fluye con naturalidad, sabiendo además integrar con mucho acierto ese lado más ligero propio del cine de Marvel. Lo mejor de la Fase 4 de Marvel hasta ahora.