Aunque
muchos
estudios
demuestran
que
los
trabajadores
prefieren
el
teletrabajo
y
son
las
empresas
y
los
jefes
los
que
insisten
en
la
vuelta
a
las
oficinas,
también
hemos
visto
que
muchos
profesionales
jóvenes
afirman
querer
ir
a
la
oficina,
al
menos
algunos
días
a
la
semana,
para
poder
hacer
contactos
y
aprender
de
su
profesión,
estando
en
contacto
con
más
gente.
Contrariamente
a
algunos
estereotipos
sobre
la
generación
Z,
hace
unas
semanas
vimos
que
la
gente
nacida
entre
1997
y
2012,
está
liderando
la
carga
de
vuelta
a
la
oficina,
de
acuerdo
a
diversos
estudios.
Mientras
que
las
generaciones
mayores
son
más
reacias
a
volver
a
los
patrones
presentismo
del
pasado.
Con
este
estudio
sobre
la
mesa,
desde
Genbeta
decidimos
preguntar
a
profesionales
que
prefieren
oficina
qué
es
lo
que
más
le
gusta
de
este
modelo
laboral.
Tenemos
a
dos
personas
de
la
generación
Z
y
una
milenial,
todas
de
España,
que
nos
comparten
sus
experiencias.
Las
razones
por
las
que
preferir
salir
de
casa
a
diario
hacia
una
oficina
son
muchas
y
muy
variadas.
solicitar
el
CERTIFICADO
DIGITAL
de
PERSONA
FÍSICA
de
la
FNMT
«Un
ambiente
adecuado»
María
Añover
Díaz-Perona
es
una
periodista
que
lleva
muchos
años
en
una
reconocida
revista
nacional,
vive
en
Madrid
y
comenta
que
varios
son
los
motivos
por
lo
que
siempre
ha
trabajado
en
oficina
y
está
contenta
con
ello.
Uno
de
gran
peso
es
el
ambiente:
«Prefiero
ir
a
la
oficina
que
teletrabajar
por
el
cambio
de
ambiente.
Veo
necesario
para
mi
salud
mental
establecer
una
esfera
adecuada
de
lo
que
es
mi
trabajo
y
mi
vida
personal.
En
Madrid,
como
ya
se
sabe,
hay
un
gran
problema
con
la
vivienda
y
tener
una
habitación
única
destinada
y
bien
separada
para
teletrabajar
es
casi
imposible».
A
la
periodista
no
le
falta
razón.
Justo
esta
semana
compartimos
un
estudio
de
una
empresa
especializada
en
servicios
de
psicología
online
que
afirmaba
que
1
de
cada
7
teletrabajadores
odia
ciertas
habitaciones
de
su
casa
porque
le
recuerdan
al
trabajo.
A
este
respecto,
Claudia
Jordán,
graduada
en
filología
inglesa
y
experta
en
estudios
europeos,
que
ejerce
especialista
en
marketing
de
influencia
para
Siroko
tiene
también
su
experiencia: «ya
he
trabajado
de
forma
completamente
online,
y
me
resultaba
difícil
separar
el
tiempo
de
trabajo
del
tiempo
personal«.
Ella
trabaja
de
forma
híbrida
y
los
días
online
también
le
resultan
muy
productivos,
pero
en
la
oficina
valora,
no
solo
el
contacto
directo
con
sus
compañeros,
pero
la
concentración
que
ofrece: «cuando
estoy
en
la
oficina,
me
siento
más
enfocada,
trabajo
mejor
y
tengo
la
certeza
de
que
esas
ocho
horas
están
bien
aprovechadas».
Jordán
comenzó
su
carrera
laboral
trabajando
online
un
tiempo
hasta
que
comenzó
en
su
nuevo,
por
lo
que
conoce
las
dos
caras
de
la
moneda
muy
de
cerca
y
todas
en
sus
primeros
años
como
profesional
Aprender
día
a
día
Héctor
(prefiere
no
decir
sus
apellidos),
cuya
profesión
es
técnico
superior
en
automatización
y
robótica
industrial
y
que
es
un
joven
profesional
en
sus
primeros
años
en
el
mercado,
explica
que
la
oficina
le
da
muchas
ventajas
a
nivel
laboral,
sobre
todo
cuando
hablamos
de
aprendizaje:
«Pienso
que
ir
unos
días
a
la
semana
es
conveniente
para
tener
mejor
contacto
con
tus
compañeros,
conseguir
un
mejor
feedback
en
algunas
cosas
y
hacer
consultas
más
fácilmente».
Añade
que,
más
al
principio,
con
poca
experiencia
el
teletrabajo «no
es
algo
recomendable,
ya
que
cuando
se
empieza
siempre
se
tienen
muchas
dudas
y
aún
no
hay
un
nivel
bueno
de
trabajo
hasta
pasado
un
tiempo».
Hacer
contactos
profesionales
El
ex
CEO
de
Google
afirmaba
hace
unos
meses
que
teletrabajar
quita
crecimiento
y
aprendizaje
a
los
jóvenes,
aunque
él
cree
que
hace
a
la
gente
más
productiva.
Eric
Schmidt
dijo
estar
convencido
de
que
nunca
habría
acumulado
sus
logros
profesionales
trabajando
desde
casa.
Sobre
esto,
explica
Héctor
que
siente
que
la
oficina
da
esta
ventaja: «De
cara
a
darse
a
conocer,
siempre
tendrás
más
contacto
con
las
personas
en
físico
que
en
remoto».
Con
el
tiempo,
cree
que
sí
estaría
más
abierto
al
teletrabajo.
Explica
el
joven
que
le «gusta
trabajar
en
presencial
porque
me
gusta
relacionarme
con
mis
compañeros
y
entorno
en
sí,
pero
cuando
tenga
más
experiencia
sí
que
me
gustaría
teletrabajar
más»
y
es
que
el
técnico
en
robótica
industrial
apuesta
más
por
un
modelo
híbrido.
María
Añover,
aunque
ya
acumula
mucha
experiencia
en
su
CV
y
ha
trabajado
en
diversos
medios,
considera
que
la
visibilidad
siempre
es
clave.
Según
su
experiencia, «es
importante
salir
a
eventos,
presentaciones,
estrenos
y
otros
eventos
para
darte
a
conocer
y
establecer
lazos
con
compañeros.
El
teletrabajo,
desde
mi
punto
de
vida,
sí
afecta
al
desarrollo
y
al
darse
a
conocer.
No
es
lo
mismo
quien
está
ahí,
que
puede
optar
a
estar
en
el
momento
adecuado,
a
quien
solo
aparece
por
la
pantalla».
A
la
periodista
le
gusta
el
sistema
híbrido,
algo
ya
muy
extendido
en
España
y
añade
que
la
presencialidad «da
muy
buenas
oportunidades
de
conocer
de
tú
a
tú
a
personas
muy
interesantes
y
fraguar
lazos
con
personas
que
no
conocerías
en
cualquier
otro
escenario».
Claudia
Jorndán,
por
su
parte,
en
este
caso
difiere.
No
cree «que
trabajar
de
forma
remota
afecte
necesariamente
a
la
visibilidad
de
una
persona
dentro
de
su
sector,
porque
en
un
mundo
ideal,
si
haces
bien
tu
trabajo,
eso
debería
hablar
por
sí
solo.
El
boca
a
boca
y
los
resultados
deberían
bastar».
Socializar
fuera
de
las
pantallas
Otro
aspecto
relevante
que
sí
es
muy
relevante
para
Claudia
Jordán
es
poder
socializar
a
la
cara,
sin
pantallas
como
intermediarias.
Como
persona
de
una
generación,
la
Z,
que
en
general
se
vio
muy
expuesta
a
pantallas
desde
muy
pequeños,
ella
apuesta
por
la
socialización
del
tú
a
tú:
«Prefiero
ir
a
la
oficina
porque
hoy
en
día
es
muy
fácil
olvidarse
de
socializar,
sobre
todo
con
el
uso
constante
de
redes
sociales
y
la
posibilidad
de
estar
conectados
todo
el
tiempo,
pero
a
distancia.
Siento
que,
siendo
joven,
es
importante
para
mí
aprender
a
socializar
cara
a
cara
y
aprovechar
que
aún
no
tengo
grandes
responsabilidades
en
casa
para
hacerlo».
Las
palabras
de
la
joven
nos
recuerdan
a
muchos
estudios
que
efectivamente
demuestran
que
los
profesionales
de
mayor
edad
son
quienes
apuestan
más
por
el
teletrabajo
por
la
necesidad
de
tener
más
flexibilidad
a
la
hora
de
conciliar
las
responsabilidades
familiares
con
el
trabajo
diario.
Además,
explica
Jordán
que
ha
notado
que
los
problemas
se
resuelven
de
forma
más
rápida
y
sencilla
cuando
estás
en
persona
con
los
compañeros. «También
creo
que
el
contacto
directo
ayuda
a
construir
relaciones
más
sólidas,
que
pueden
ser
muy
valiosas
en
el
futuro»,
explica
la
joven
que
conoce
a
fondo
ambas
formas
laborales,
tras
un
tiempo
llevando
a
cabo
sus
tareas
en
remoto.
Explica:
«Ya
estuve
un
año
trabajando
de
esa
forma
y
vi
cómo
afectó
a
mi
salud
mental
y
a
mis
habilidades
sociales.
Me
costaba
mucho
más
tener
conversaciones
informales,
hablar
de
mis
habilidades
o
llevar
a
cabo
negociaciones,
que
son
una
parte
clave
de
mi
trabajo».
Por
su
parte,
a
este
respecto,
María
Añover
explica
que
le
gusta
la
cercanía
con
los
compañeros
de
trabajo, «tomar
un
café,
charlar
e
incluso,
para
mi
trabajo,
es
importante
establecer
conversaciones
espontáneas
para
la
generación
de
ideas,
de
temas,
de
enfoques
diferentes.
El
diálogo,
el
ambiente
y
la
cercanía
de
coincidir
en
la
oficina
me
parecen
superrelevantes,
sobre
todo
en
coberturas
especiales,
como
pueden
ser
unos
Premios
Goya»,
explica
la
periodista.
En
Genbeta
|
Qué
es
de
verdad
tener
una
jornada
laboral
de
cuatro
días.
Gente
que
trabaja
así
lo
ha
contado