Nathan Herber solo tiene seis años, pero ya es un auténtico héroe para sus compañeros del colegio. Con cuatro años le fue diagnosticado un linfoma de no Hodgkin en fase 4 y, tras dos años y medio luchando contra el cáncer, se pasó por su colegio a saludar a algún compañero de su clase.
La sorpresa fue muy emotiva cuando llegó en el coche de sus padres y 300 niños le esperaban con carteles y coreando su nombre, reconociendo su valentía. Aunque el paseo fue corto, el recibimiento reconfortó a la familia tras esta dura batalla.
900 días de tratamiento contra el cáncer
Cuando a Nathan le diagnosticaron esta cáncer infantil en 2018, sus padres tuvieron que sacarle del colegio para someterle a varios tratamientos agresivos que le salvaran su vida.
Solo dos semanas antes habían celebrado su cuarto cumpleaños en Walt Disney World. Así lo contó su padre, Andy Herber, en una entrevista en Fox News, añadiendo que en esos momentos «pensábamos que todo estaba bien, no había preocupaciones en el mundo».
Pero la vida tal y como la conocían cambió tras encontrar una gran masa en el pecho de su hijo. A sus padres les explicaron que tenían una dura batalla por delante, un verdadero maratón de 900 días, que también vivieron el gemelo de Nathan, Justin, y su hermano mayor Grant.
El oncólogo les explicó que su sistema inmunitario no sería capaz de luchar contra posibles infecciones, así que tuvieron que educarle en casa. Eso sí, tal y como explica su padre, su hermano gemelo colocaba un monito en su silla del aula, para guardarle el sitio.
Durante estos años Nathan tuvo que pasar por duras sesiones de quimioterapia y su padre reconoce que hubo momentos en los que «no tenía capacidad para resistir», e incluso estuvo con soporte vital durante un mes.
«Era desgarrador ver lo enfermo que estaba. Pensamos que no iba a sobrevivir».
300 niños coreando su nombre
Por eso, cuando Nathan recibió su última dosis el 25 de marzo tras 900 días de quimioterapia, la familia quiso dedicarle el día, así que le subieron en su coche y condujeron hasta el colegio San Francisco de Asís, en Rochester, Minnesota, para saludar a algunos compañeros.
La sorpresa fue mayúscula cuando al llegar al aparcamiento se encontraron a todo el colegio haciendo un pasillo a Nathan, con pancartas en la mano, para animarle.
Andy explica que «se suponía que sólo tenía que ir a saludar a su clase de preescolar, a los niños que conocía, pero estaba toda la escuela… 300 personas coreando ‘Nathan'».
La familia pasó lentamente con el coche entre la multitud de estudiantes y profesores mientras Nathan sacaba la cabeza por el lateral del coche y el techo solar saludando.
Su padre reconoce que «fue un momento muy emotivo», tal y como se ve en el vídeo que compartió en la cuenta de Facebook de la Fundación Super Herber Bros, que él mismo fundó para apoyar al pequeño y a sus hermanos.
Amazing! So thankful!!! ❤️🎗💪
Publicada por Super Herber Bros Foundation en Jueves, 25 de marzo de 2021
Fotos | Rochester My Home y Super Herber Bros Foundation
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