Los postres frescos de cuchara son ideales para un capricho de fin de semana o culminar un menú más especial, especialmente si apostamos por elaboraciones más ligeras y esponjosas que no supongan un gran esfuerzo digestivo tras una comida o cena que pudiera ser más contundente. Una mousse de yogur de cabra como esta apetecerá todo el año, y se puede personalizar con versiones distintas según la mermelada y la fruta usada.
En la receta suiza original utilizan fruta de la pasión como topping, pero hemos preferido combinar dos mermeladas que teníamos rondando por la nevera en la base, y coronar las copas con arándanos frescos bien dulces. Como fondo, mermelada casera de albaricoque o nísperos, sustituible por melocotón, y otra capa de mermelada tipo jelly de limón, más ácida, que podría incluso sustituirse por lemon curd. por supuesto, podríamos emplear solo un tipo de mermelada o improsivsar una compota rápida con la fruta que tengamos en ese momento.
Si se usa gelatina en láminas, remojar previamente con agua fría el tiempo indicado por el paquete; si se emplea en polvo o agar-agar, proceder según instrucciones del fabricante.
Comenzar a batir las claras de huevo con una pizca de sal con batidora de varillas hasta que empiecen a estar firmes; añadir los 30 g de azúcar poco sn dejar de batir hasta montar una especie de merengue firme. Calentar el agua y disolver la gelatina escurrida; mezclar con el zumo de limón.
Batir el yogur (escurrido de su suero) con el azúcar glasé tamizado usando varillas. Añadir la gelatina disuelta, mezclar e incorporar las claras montadas poco a poco, con movimientos envolventes.
Distribuir en el fondo de copas o vasos una capa de mermelada de albaricoque y otra de limón o lemon curd encima, al gusto. Repartir encima la mousse y dejar enfriar unas tres horas, mínimo, en la nevera. Servir con ralladura de limón y arándanos picados u otra fruta.
Con qué acompañar la mousse de yogur de cabra
Además de las mencionadas mermeladas y el lemon curd, que se puede hacer al microondas rápidamente, podemos cambiar los arándanos por frambuesas, moras, grosellas o una combinación de frutas rojas, y también sería deliciosa con mango o papaya madura bien picada. La ralladura de limón aporta un frescor del que no aconsejamos prescindir, aunque podemos usar lima o naranja en su lugar. Unos pistachos picados o crocanti de avellana le iría también de perlas.
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