Mis siete trucos para hacer la mejor crema de calabaza

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La

calabaza

es
una
de
las
hortalizas
estrella
del
otoño
y
la
protagonista
de
una
de
nuestras
cremas
favoritas,
que
se
eleva
a
una

categoría
superior

con
estos
trucos
que
os
vamos
a
enseñar
hoy
para
que
siempre
os
queda
perfecta.

La

crema
de
calabaza

es
un
plato
económico,
saludable
y
muy
reconfortante.
Uno
de
los
fijos
de
mi
cocina
en
otoño
e
invierno,
que
preparo
casi
todas
las
semanas.
Nunca
me
canso,
entre
otras
cosas,
porque
siempre
hago

versiones
distintas

del
plato.

Las

cremas
de
verduras

admiten
muchas
variaciones,
y
no
requieren
de
especial
cuidado
en
las

medidas
y
procesos,

solo
tenemos
que
tener
claro
una
serie
de
trucos
que
hacen
que
estén
mucho
más
sabrosas.

Estos
son,
por
orden
de
aparición
en
la
receta,

los
trucos
que
utilizo

para
hacer
unas
cremas
de
calabaza
espectaculares:

1.
Pela
y
corta
la
calabaza
en
trozos
pequeños

El
primer
paso
de
toda
crema
de
calabaza
consiste
en

pelar
la
hortaliza,

despepitarla
y
desechar,
también,
los
pelillos
del
interior,
que
van
a
dar
un
sabor
demasiado
dulce
a
la
receta
–con
ellos
se
hace
el

cabello
de
ángel
–.

A
la
hora
de
hacer
purés
y
cremas
solemos
cortar
las
hortalizas
en
trozos
grandes:
es
menos
trabajo
y,
total,
luego
vamos
a
triturarlos.
Pero
lo
cierto
es
que
al
cortar
la
calabaza
en

trozos
más
pequeños
,
de
aproximadamente
dos
o
tres
centímetros,
lograremos
que
nos
salga
mejor
el
siguiente
punto.

2.
Dora
bien
la
calabaza

Tras
pelar
y
cortar
la
calabaza
vamos
a
calentar
un
poco
de
aceite
de
oliva
en
la
olla
con
tapa
en
la
que
haremos
la
crema.
Es
importante,
antes
que
nada,

dorar
la
calabaza
bien

por
todos
lados
y,
por
ello,
nos
interesa
que
los
trozos
no
sean
muy
grandes.
Al
dorar
la
calabaza
comienza
a
operar
la

reacción
de
Maillard

y
la
hortaliza
se
va
caramelizando,
lo
que
dará
un
sabor
más
intenso
a
nuestra
crema.

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por
el
equipo
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3.
Añade
otras
verduras

Una
vez
se
haya
dorada
la
calabaza
resérvala
y,
en
la
misma
olla,
añade
el
resto
de
verduras
de
tu
crema.
La
calabaza
casa
genial
con
todas
las
verduras
del
género

Allium
:
ajo,
cebolla,

puerro
,
chalotas,
cebolletas…
Puedes
combinar
estas
como
gustes
y
añadir
o
no
algún

tubérculo
,
 como
patatas,
zanahorias,

chirivías

o
nabos.

Al
igual
que
la
calabaza,
está
bien

dorar
ligeramente

estas
verduras
antes
de
pasar
al
siguiente
punto.

4.
Escoge
tus
especias
favoritas

Una
vez
se
hayan
dorado
las
verduras
reintegra
a
la
olla
la
calabaza
y
añade
algunas
especias,
al
gusto.
Son
muchas
las
especias
que
van
bien
en
una
crema
de
calabaza
y
todo
es
cuestión
de
gusto.
Además
de
la
sal
y
la

pimienta
negra,

imprescindibles,
al
sabor
ligeramente
dulce
de
la
calabaza
le
va
genial
la

nuez
moscada,

el
comino
o
la

cúrcuma
.
También
admite
bien
el
picante,
que
se
puede
lograr
con
un
pelín
de
chile
en
copos
o
pimentón.

5.
Cocina
la
crema
con
caldo

Aunque
cualquier
crema
puede
cocinarse
solo
con
agua,

se
gana
mucho
sabor

si
usamos
caldo.
Yo
suelo
hacer
un

caldo
de
pollo

los
lunes
con
el
que
primero
cocino
sopa
y
luego
cremas
como
esta.
Por
supuesto,
se
puede
usar
también
un
buen

caldo
de
verduras

(para
tener
una
versión
vegetariana
o
vegana)
y,
si
no
tienes
casero,
tampoco
vamos
a
ponernos
quisquillosos
si
le
echas
media
pastillita
de
caldo
al
agua.

6.
Añade
lácteos

Una
vez
se
hayan
cocinado
bien
todas
las
verduras,
lo
que
te
llevará
unos
20
minutos,

bate
bien
el
puré

y,
entonces,
añade
algún
lácteo.
Una
crema
se
diferencia
de
un
puré
precisamente
porque
lleva
queso,
leche,
nata,
o
alguna
mezcla
de
estas.
Todo
es
cuestión
de
gustos,
pero
a
mi
me
gusta
más
añadir

leche
evaporada

o
nata.

7.
Añade
un
poco
de
guarnición

Si
has
seguido
todos
estos
pasos
tendrás
ya
una
crema
de
calabaza
de
película,
pero
falta
un
último
detalle
para
que
te
den
el
Oscar:
una
guarnición
de
categoría.
Siempre
está
bien
añadir
a
los
purés
algún
tipo
de

textura
crujiente:

cebolla
seca,
nueces,
pipas,

picatostes

o,
incluso,
beicon
frito…
Cualquiera
de
estos
añadidos
le
va
fenomenal
a
la
crema
de
calabaza,
a
la
que
también
le
va
a
sentar
bien
algún
toque
ácido
que
podemos
lograr,
por
ejemplo,
con
un
poco
de

queso
feta

desmenuzado
o
algún
encurtido.

En
DAP
|

Sopa
de
calabaza

En
DAP
|

Calabaza
de
Halloween