Actualmente el mapa mundial de la riqueza se está reordenando de una forma bastante loca: mientras Reino Unido sufre una fuga masiva de millonarios, España (como otros rincones de Europa) están recibiendo a una nueva oleada de ricos, muchos de ellos procedentes de México.
Según el Henley Private Wealth Migration Report 2025, el Reino Unido se prepara para perder un número histórico de personas con alto patrimonio neto. Se estima que unos 16.500 millonarios saldrán del país durante este año, con un patrimonio líquido invertible equivalente a 92.000 millones de dólares como parte de un fenómeno que no es menor: porque hay implicaciones fiscales, geopolíticas y hasta culturales.
Este éxodo es, según Henley & Partners, una consecuencia directa de cambios políticos y fiscales: la eliminación del visado «Tier 1 Investor» en 2022 y la reforma al régimen de no domiciliados («non-dom») han hecho que ser rico en Reino Unido ya no sea tan atractivo.
En el fondo, muchos de estos millonarios sienten que su capital no está siendo bien tratado. El informe de Henley apunta a que el sistema fiscal británico se ha vuelto más rígido para quienes manejan grandes fortunas: los impuestos sobre herencias, ganancias de patrimonio o ingresos globales ya no son una opción tan flexible como lo era antes.
A eso se le suma una caída en la liquidez del mercado de valores británico: la Bolsa de Londres ha visto un desinterés creciente frente a otros centros financieros, y muchos ricos prefieren mover su dinero a lugares donde se sientan más cómodos fiscal y económicamente.
En ese contexto global, España entra en juego con fuerza, sobre todo por un fenómeno muy concreto: según un reportaje de El Imparcial, miles de mexicanos adinerados están mudándose «silenciosamente» a España y Portugal. Se estima que más de 28.000 mexicanos han obtenido residencia en España este año, y otros 9.000 en Portugal, muchos de ellos mediante inversiones millonarias en inmuebles o con ingresos muy elevados.
Este éxodo de élites mexicanas no es sólo una movida de postureo: hay razones profundas detrás. Entre los factores que más mencionan expertos están la inseguridad, la falta de confianza en el Estado de derecho y un deterioro en servicios clave como la educación y la sanidad.
Estos migrantes no son perfiles cualquiera: hablamos de empresarios, fundadores de startups, herederos, banqueros, abogados, médicos de élite… todos con un nivel adquisitivo muy alto y que para México esta fuga puede ser una puñalada financiera. El análisis publicado por el Knight Frank Wealth Report advierte que la salida de estos ricos podría costarle al fisco mexicano entre 45.000 y 60.000 millones de pesos al año, por los impuestos potenciales que dejan de pagar.
Al mismo tiempo, para España (y Portugal), la llegada de estos ricos mexicanos representa una oportunidad. No solo se trata de comprar mansiones o pisos de lujo: muchos invierten, crean empresas, compran propiedades, y eso dinamiza sectores como el inmobiliario, el financiero y el de servicios de lujo.
Es una inyección de capital que puede consolidar aún más a España como destino favorito para las élites globales, una tendencia que, de seguir así, pintaría el mapa de la élite mundial de una forma muy diferente en el futuro.
Fotos de Alejandro Barba en Unsplash | Arthur Gomes Pont en Unsplash
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