Estados Unidos anunció este domingo un «entendimiento» inicial con Israel sobre un plan de tregua con el movimiento islamista Hamas en la Franja de Gaza, de cuya parte norte huyeron este domingo cientos de palestinos empujados por el hambre y renovados combates.
Jake Sullivan, el principal asesor de seguridad nacional del presidente estadounidense, Joe Biden, confirmó que el plan consiste en un alto el fuego «temporal» entre Israel y Hamas y la liberación de rehenes retenidos en Gaza por el grupo islamista palestino.
El funcionario declaró a la cadena CNN que Israel había estado de acuerdo con el marco general de la propuesta, que le fue presentada por Estados Unidos, Qatar y Egipto la semana pasada en París, pero que sus detalles aún seguían bajo discusión. Agregó que la iniciativa debe ser presentada ahora a Hamas por Egipto y Qatar.
El gabinete de guerra de Israel discutió anoche la propuesta, y medios israelíes dijeron hoy que le dio su aprobación tácita y que enviaría una delegación a Qatar para continuar con las conversaciones. Sin embargo, no hubo ninguna confirmación oficial.
«Ese trabajo está en marcha. Y esperamos que en los próximos días podamos llegar a un punto en el que haya de hecho un acuerdo firme y definitivo sobre la cuestión», dijo Sullivan, asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca.
Hamas dice que aún no ha participado de negociaciones sobre esta última propuesta en particular, que fue discutida el viernes en la capital de Francia por los países mediadores y una delegación israelí liderada por el jefe de la inteligencia del país. Sin embargo, los puntos que según medios de Israel, Egipto y Qatar incluye la propuesta coinciden con demandas previas hechas por Hamas respecto de la que sería la primera fase de una tregua.
De acuerdo a esos medios, el plan contempla una tregua de seis semanas en Gaza y la liberación de entre 200 y 300 presos palestinos a cambio de entre 35 y 40 rehenes israelíes.
El máximo líder de Hamas, Ismail Haniyeh, estuvo en El Cairo, la capital de Egipto, la semana pasada, antes de que Estados Unidos, Egipto y Qatar presentaran el nuevo plan a Israel en la capital francesa.
Mientras tanto, Israel está desarrollando planes para expandir su ofensiva a Rafah, la ciudad más sureña de Gaza, en la frontera con Egipto, donde ha buscado refugio más de la mitad de la población del territorio, de 2,3 millones de habitantes.
La ONU y organizaciones humanitarias han advertido sobre una catástrofe si Israel lanza un ataque terrestre en Rafah, la única ciudad de Gaza que aún no ha invadido, y Estados Unidos y otros aliados de Israel han dicho que debe evitar dañar a los civiles.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dijo que convocará al Gabinete esta semana para “aprobar los planes operativos de acción en Rafah”, incluida la evacuación de civiles palestinos.
Tras más de cuatro meses de hostilidades, la semana pasada se reanudaron intensos combates en partes del norte de la Franja de Gaza, el primer objetivo de la ofensiva, donde la magnitud de la destrucción es inmensa.
Residentes y Hamas han informado de días de intensos combates en el barrio de Zeitun de la norteña Ciudad de Gaza, que continuaron hasta hoy por la mañana. Israel ordenó la semana pasada evacuar ese y otro barrio de la ciudad.
Una gran parte de la población ya había huido de esa zona, que ha estado aislada del resto del territorio desde el inicio de la guerra, tras recibir órdenes de evacuación del Ejército israelí en octubre, cuando comenzó la ofensiva.
Pero esta vez es sobre todo la falta de alimentos que obliga a los gazatíes a huir hacia el centro y el sur en busca de comida, luego de que el Programa Mundial de Alimentos (PAM) de la ONU suspendiera la distribución de ayuda en el norte la semana pasada.
Cientos de palestinos abandonaron este domingo sus hogares en zonas del norte de Gaza para dirigirse a otras partes del territorio gobernado por Hamas, informó la agencia de noticias AFP.
«Vine caminando (…) No tengo palabras para describir el tipo de hambruna que se extiende ahí (…)», contó el palestino Samir Abd Rabbo, de 27 años, que llegó a Nuseirat, en el centro de Gaza, junto a su hija de un año y medio.
«No hay leche [para mi hija]. Trato de darle pan que preparo a partir de forraje, pero no puede digerirlo (…) nuestra única esperanza es la ayuda de Dios», contó a AFP.
Los enfrentamientos prosiguieron en la noche también en la sureña Khan Yunis, que se ubica a pocos kilómetros de Rafah y ha sido el epicentro de la ofensiva en el último mes.
A casi cinco meses de combate
La guerra estalló el 7 de octubre, cuando milicianos de Hamas infiltrados en el sur de Israel desde Gaza mataron a unas 1.200 personas, en su mayoría civiles, y secuestraron a unas 240, incluyendo a una veintena de argentinos.
Hamas, un grupo armado que busca la destrucción de Israel, dijo que lanzó su ataque en represalia por décadas de ocupación israelí de los territorios palestinos de Cisjordania y Jerusalén este y de años de bloqueo de Gaza.
En respuesta al ataque, Israel lanzó una ofensiva aérea y terrestre en Gaza que ya dejó 29.692 palestinos muertos y más de 69.800 heridos, en su gran mayoría civiles, según el Ministerio de Salud local.
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk, denunció la semana pasada el «bloqueo y asedio impuestos a Gaza» por Israel e insinuó que «el uso de la hambruna como método de guerra» podía ser un «crimen de guerra».
En Israel, el Ejército informó este domingo que otros dos soldados murieron en combates en Gaza, con lo que el total subió a 240.
Tras un canje que tuvo lugar en noviembre, las autoridades israelíes calculan que aún hay 130 rehenes en Gaza, de los cuales 30 habrían muerto.
Hamas exige un «alto el fuego total» y una retirada de las tropas israelíes de Gaza, algo que rechaza Netanyahu, quien ha prometido luchar hasta lograr una “victoria total”. El premier, sin embargo, está bajo intensa presión interna para que los rehenes vuelvan a casa.
El sábado a la noche, la Policía israelí tuvo que utilizar cañones de agua para dispersar a manifestantes en Tel Aviv que exigían un acuerdo para liberar a los rehenes, y 18 personas fueron arrestadas, informaron autoridades. También hubo protestas en Jerusalén.