Una
de
las
ventajas
de
la
extremadamente
restrictiva
y
controlada
multitarea
de
iOS
es
que
las
aplicaciones
no
pueden
hacer
mucho
uso
de
CPU
en
segundo
plano
y
durante
períodos
controlados.
Esto,
que
a
la
vez
perjudica
mucho
a
algunos
usos,
no
impide
que
una
aplicación,
cuando
está
abierta,
haga
uso
de
toda
la
potencia
del
dispositivo.
Y,
¿qué
ocurre
cuando
un
dispositivo
con
capacidad
de
disipación
limitada
(sin
ventilador)
hace
mucho
uso
de
CPU?
Exacto,
se
calienta.
Y
los
iPhone,
además,
no
son
precisamente
los
dispositivos
que
mejor
se
refrigeran
ante
una
exigencia
alta
al
SoC.
El
problema:
un
iPhone
que
ardía,
sin
motivos
Sirva
todo
esto
como
precedente
para
lo
que
voy
a
contar.
Hace
aproximadamente
un
mes
me
di
cuenta
de
que
mi
móvil,
un
iPhone
13
Pro,
se
calentaba
mucho
sin
estar
pidiéndole
nada
exigente.
Conozco
esos
calentones,
vivo
en
Sevilla
y
el
verano
andaluz
es
terrible
para
el
terminal.
Llega
a
ser
hasta
incómodo
usarlo.
También
aumenta
muchos
sus
temperaturas
a
veces,
cuando
grabo
en
4K
durante
períodos
prolongamos,
o
cuando
disparo
en
RAW
y
exporto
50
de
estos
archivos
en
Lightroom,
que
hace
uso
de
todos
los
núcleos
(6)
del
dispositivo
para
acabar
cuanto
antes.
Pero
como
digo,
el
iPhone
13
Pro
había
comenzado
a
calentarse
mucho
sin
venir
a
cuento,
hasta
el
punto
de
que
me
resultaba
incómodo
en
la
mano.
Además,
teniendo
todo
actualizado,
la
autonomía
también
se
estaba
resintiendo,
así
cómo
la
multitarea:
el
iPhone
cerraba
más
aplicaciones
de
lo
normal.
Esto
me
hacía
sospechar
que
había
algo
en
segundo
plano
consumiendo
más
de
la
cuenta.
Pero,
salvo
proceso
del
sistema
no
controlable
por
mí,
el
culpable
no
podía
ser
una
app
instalada,
por
cómo
funciona
la
multitarea
en
iOS.
Detectando
al
culpable:
pruebas
y
Xcode
Sin
haber
detectado
un
patrón
claro,
dediqué
un
rato
a
usar
y
analizar
el
calor
con
todas
las
aplicaciones
que
uso
mucho,
que
no
son
muchos.
Con
casi
ninguna
había
problema,
hasta
que
di
con
el
que
creía
que
era
el
culpable:
YouTube.
Simplemente
abriendo
la
app,
sin
reproducir
vídeos,
el
iPhone
empezaba
a
calentarse.
Reproduciendo
vídeos,
más.
Probé
con
el
iPhone
de
familiares,
nada.
Probé
con
el
iPad
Pro
que
tengo
en
casa,
nada.
Como
decía,
el
sistema
estaba
actualizado,
y
mirando
en
la
App
Store,
YouTube
no
lo
estaba.
Así
que
actualicé
con
la
esperanza
de
que
se
arreglara.
Nada,
el
iPhone
seguía
caliente.
Así
que
cerré
sesión
en
la
app
para
dejarla
limpia.
Y
nada,
sin
mi
cuenta
se
seguía
calentando.
Todo
esto
me
hizo
recordar
al
drama
del
lanzamiento
del
iPhone
15
Pro,
cuando
muchos
usuarios
se
quejaron
de
sobrecalentamiento
en
sus
iPhone.
Apple
lo
reconoció,
llegó
a
culpar
a
apps
como
Instagram,
y
el
youtuber
iPhonedo
demostró
que
en
su
iPhone,
y
con
una
de
sus
cuentas
de
la
red
social
(no
con
la
otra)
el
iPhone
se
sobrecalentaba.
Tanto
Instagram
como
iOS
se
actualizaron,
y
ahí
acabó
el
problema.
De
ese
caso,
recordaba
que
desinstalar
la
aplicación
servía
de
poco,
así
que
no
lo
hice.
En
su
lugar,
dado
que
tenía
el
iPad
a
mano,
quise
comprobar
el
comportamiento
de
Monitor
de
Actividad
de
Instruments
la
app
de
desarrollo
de
Apple
Xcode.
Informa
en
tiempo
real
del
uso
de
CPU,
memoria,
escritura
y
lectura
en
disco,
etc.
Una
app
como
YouTube
(o
Netflix,
o
Prime
Video),
que
para
reproducir
contenidos
utiliza
códecs
que
el
iPhone
decodifica
sin
esfuerzo,
no
debería
ser
intensiva
en
CPU
en
ese
cometido.
En
el
iPad
observé
un
uso
muy
bajo
de
CPU
una
vez
la
app
estaba
abierta.
Lo
mismo
ya
reproduciendo
vídeo.
Al
conectar
el
iPhone
y
activar
los
permisos
de
desarrollador
para
que
aparecieran
sus
procesos
en
Instruments,
la
cosa
cambió.
El
porcentaje
de
uso
de
CPU
no
bajaba
del
30%,
con
YouTube
siendo
de
lejos
el
proceso
que
más
recursos
demandaba,
algo
que
no
ocurría
en
el
iPad.
De
hecho,
como
muestro
en
la
imagen,
llegué
a
ver
un
pico
de
uso
de
85%.
No
observé
lo
mismo
con
otras
apps
de
vídeo
o
redes
sociales
de
contenido.
Xcode
no
mentía.
Además,
informaba
en
pocos
minutos
de
que
el
estado
térmico
del
iPhone
no
era
óptimo.
Con
el
diagnóstico
hecho,
y
a
la
espera
de
que
YouTube
lanzara
otra
aplicación,
la
desinstalé
para
dejar
de
usarla,
pero
como
aún
no
había
probado
eso,
volví
a
instalarla
y
medí
de
nuevo
el
uso
de
recursos
con
Xcode.
Sin
entenderlo
aún,
la
aplicación «se
ha
arreglado»,
incluso
con
todas
mis
cuentas
iniciando
sesión.
El
uso
medio
de
CPU
de
YouTube
está
en
el
5%,
con
algún
pico
puntual
por
encima
al
hacer
scroll,
por
ejemplo.
Una
vez
arreglado,
descubrí
en
Reddit
que
no
era
el
único,
había
gente
con
el
mismo
problema
a
raíz
de
una
actualización.
Muchos
cuentan
que
desinstalar
y
volver
a
instalar
fue
la
solución.
La
parte
que
más
curiosa
me
resultó
fue
que
en
Android,
que
es
un
sistema
operativo
completamente
distinto,
la
gente
parece
haber
experimentado
un
caso
parecido,
en
smartphones
modernos
como
el
Samsung
Galaxy
S24.
Qué
he
aprendido
con
esto
El
caso
de
mi
iPhone
ardiendo
YouTube
me
ha
dejado
varios
aprendizajes:
-
No
te
conformes,
si
notas
que
algo
va
mal,
es
bueno
investigar
y
perseguir
solucionarlo. -
Las
herramientas
de
desarrollo
tienen
una
gran
utilidad
para
diagnosticar
un
problema,
y
no
hace
falta
ser
desarrollador
para
usarlas
de
forma
básica
(pero
efectiva) -
Cualquier
aplicación,
incluso
las
de
las
compañías
tecnológicas
más
grandes,
te
puede
hacer
un
gran
destrozo.
Y
lo
que
es
peor:
durante
muchos
días. -
El
truco
del
informático
funciona.
Aunque
no
haya
sido «encender
y
apagar»
o «reiniciar», «desinstalar
y
volver
a
instalar»
arregla
muchas
situaciones.
No
entendemos
por
qué,
pero
las
arregla.
Imagen
de
portada
|
Primeras
impresiones
del
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15
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Genbeta
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