Alrededor de los dos años, el miedo aparece en la vida del niño de diversas formas. Desde los miedos nocturnos, hasta miedo al agua, a los ruidos fuertes, a los perros, a los desconocidos… y también a cortarse el pelo.
Y es que si lo analizamos detenidamente, se trata de un miedo completamente lógico, pues ponerse en manos de un desconocido que se acerca a tu cabeza armado con unas tijeras no da muy buenas sensaciones.
El miedo a cortarse el pelo es un miedo curioso, pero bastante común en los niños pequeños, sobre todo si es la primera vez que viven esta experiencia. Te explicamos cómo puedes ayudar a tu hijo a superarlo.
Por qué algunos niños tienen miedo a cortarse el pelo
El miedo es una emoción primaria con la que todos nacemos. Es bueno, sano y necesario sentir miedo, pues es una respuesta normal a la percepción de peligro, que nos hace estar alertas ante determinadas situaciones.
Los niños experimentan miedos que a los adultos nos provoca asombro o incluso gracia, pues no terminamos de comprender por qué determinadas situaciones les provocan tanto temor.
Sin embargo, el miedo infantil es algo completamente natural y que forma parte del desarrollo emocional del niño, y los padres debemos ofrecerles nuestro apoyo respetuoso y compañía para ayudarles a superarlo.
El por qué algunos peques tienen miedo de cortarse el pelo podría deberse a diferentes causas:
- En primer lugar, es lógico pensar que el uso de artículos como tijeras, maquinillas o navajas para cortar el pelo susciten rechazo y miedo en el niño, máxime cuando la situación es desconocida para él y no sabe cómo va a proceder el peluquero que, dicho sea de paseo, es una persona extraña para él.
- La peluquería también es un sitio nuevo para el niño cargado de estímulos visuales (luces fluorescentes, espejos..), auditivos (secadores de pelo) y olfativos (el olor a tintes y productos para el cabello pueden llegar a resultar muy fuertes para el niño) que pueden estresar a los más pequeños.
- Cuando hablamos al niño de «cortarle el pelo» es normal que sienta miedo a que le hagan daño, pues si alguna vez se ha hecho un corte por accidente habrá experimentado dolor y teme que vuelva a producirse esta vez en su cabello.
- Cortarse el pelo conlleva también una serie de prácticas que pueden resultar muy molestas para los niños; desde tener que permanecer sentados y sin moverse, hasta el uso de maquinillas que hacen ruido cerca de sus oídos y que además provocan cosquillas, batas que se colocan alrededor del cuello e impiden sacar los brazos, el agua del cabello mojado que escurre por la frente y la nuca…
- Y por último, la imagen del suelo cubierto de pelo cortado puede resultar también impactante para los niños.
En el caso de niños más mayores lo más probable es que su miedo a cortarse el pelo se deba al temor de cambiar drásticamente de look. En estos casos es importante hacer partícipe al niño de su cambio de imagen y hacerle ver lo necesario que es cortarse el pelo para sanear el cabello y tenerlo en el mejor estado posible.
Consejos para ayudar a tu hijo a superar el miedo a cortarse el pelo
Ya hemos visto que a veces este miedo puede deberse al temor que siente el niño a que le hagan daño. Por eso, lo más recomendable es comenzar demostrándole que cortarse el pelo no duele, haciendo una prueba en casa con un mechón.
Jugar a las peluquerías, además de ser un juego simbólico muy divertido para compartir con nuestros hijos, ayuda a los niños a entender y asimilar lo que ocurre cuando acudimos a este tipo de establecimientos, cuál es el papel del peluquero, cómo nos ayuda a cambiar nuestra imagen o qué prácticas cabe esperar (sentarnos en el lavabo para que nos laven el pelo, desenredarnos el cabello, peinarlo, cortarlo…).
También puede ayudar llevar al niño a la peluquería como acompañante (por ejemplo, cuando llevemos a un hermano mayor a cortarse el pelo o vayamos nosotros). Esto hará que el peque se familiarice con el entorno, los ruidos y las rutinas de los peluqueros, de manera que cuando sea su turno no le resulte tan novedoso.
En caso de niños especialmente nerviosos o inquietos, quizá sea preferible cortarles el pelo en casa, pues hacerlo en un entorno familiar les ayudará a enfrentarse a la situación con menos estrés. Si no nos atrevemos a hacerlo nosotros, podemos contratar los servicios de un profesional que acuda a nuestro domicilio.
Si no es la primera vez que cortamos el pelo a nuestro hijo es posible que hayamos identificado la causa principal de su miedo o rechazo. En estos casos podemos hablar con el peluquero previamente para que, siempre que sea posible, se intente cambiar aquello que le provoca temor (por ejemplo, cortar el pelo con tijeras en lugar de con maquinilla, no utilizar secador, no lavar el pelo previamente…).
Por otro lado, cada vez son más las peluquerías que cuentan con zonas habilitadas para los niños, en donde los peques se cortan el pelo subidos en divertidos coches de carrera o envueltos en batas de fantasía. Este tipo de accesorios y decoración ayuda a «romper el hielo», pues hace que los niños cojan confianza y se enfrenten a la situación de forma relajada.
También hay peluquerías exclusivas para niños con zonas de juego, televisiones donde se proyectan dibujos animados y personal cualificado y sensibilizado para trabajar con peques. Aunque por lo general este tipo de establecimientos son más caros que los normales, bien merece la pena optar por ellos cuando el niño se pone nervioso o teme ir a la peluquería.
Otro consejo para tranquilizar a tu hijo es sentarle sobre tus rodillas mientras le cortan el pelo, y entretenerle con canciones, lecturas, actividades o con sus juguetes favoritos.
Y por último, recordamos la importancia de no minimizar los sentimientos de nuestro hijo, pues su miedo es real y la situación le genera estrés.
Empatizar con él/ella y cuidar nuestro lenguaje (a veces puede resultar útil cambiar la expresión «cortar el pelo» por «arreglar el cabello» o «cambiar de look», para evitar las connotaciones negativas que mencionábamos más arriba) también ayudará al niño a superar su miedo.
Fotos | iStock
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