Durante
un
periodo
de
nuestra
historia,
el
tren
fue
la
espina
dorsal
de
muchos
países.
En
México
no
fue
menos
importante
y,
a
comienzos
del
siglo
XX,
se
construyeron
miles
de
kilómetros
para
unir
puntos
clave
del
país
con
Ciudad
de
México.
Estos
últimos
años
hemos
tenido
proyectos
tan
colosales
(y
polémicos)
como
el
Tren
Maya
para
movilizar
el
turismo,
pero
ahora
el
tren
comercial
vuelve
a
ser
protagonista
en
el
país.
¿Su
plan?
Retomar
el
Corredor
Interoceánico
para
competir
contra
el
Canal
de
Panamá
y
revitalizar
casi
3.000
kilómetros
de
vías.
Corredor
Interoceánico.
Empecemos
hablando
del
gran
proyecto
comercial
del
País.
A
mediados
del
siglo
XIX,
México
tenía
un
plan
para
conectar
Ciudad
de
México
con
la
ciudad
costera
de
Veracruz.
Decenas
de
ciudades
se
iban
a
beneficiar
de
esto,
conocido
como ‘ferrocarril
interoceánico’,
ya
que
el
plan
de
1897
era
conectar
la
mencionada
Veracruz,
además
de
con
Ciudad
de
México,
con
Acapulco.
Es
decir:
un
tren
que
iría
desde
el
golfo
de
México
hasta
el
Pacífico.
Sin
embargo,
hay
otro
corredor,
el
del
Istmo
de
Tehuantepec.
Este
conecta
el
Atlántico
y
el
Pacífico
por
la
parte
más
estrecha
de
México,
pero
acabó
en
desuso,
entre
otras
cosas,
porque
el
Canal
de
Panamá
ya
cumplía
esa
función
de
punto
de
paso
de
mercancías.
Y
en
un
portacontenedor
entran
muchos
más
contenedores
que
en
un
tren.
Sin
embargo,
las
recientes
crisis
del
canal
de
Panamá
animaron
al
anterior
gobierno
de
Andrés
Manuel
López
Obrador
a
volver
a
intentarlo
con
el
corredor
de
Tehuantepec.
Ambición.
Este
corredor
interoceánico
contará
con
tres
líneas
y
un
ramal,
sumando
algo
más
de
1.000
kilómetros
y
se
estima
que
con
un
costo
de
6.200
millones
de
euros
para
los
polos
de
desarrollo
del
trayecto
y
otros
2.500
millones
de
euros
para
la
construcción
de
vías.
A
finales
de
2023,
la
secretaria
de
Economía,
Raquel
Buenrostro,
comentó
que «México
es,
en
este
momento,
uno
de
los
países
más
atractivos,
entre
los
cinco
más
atractivos
del
mundo.
No
hay
manera
de
que
esto
no
se
desarrolle».
Y
es
un
proyecto
interesante
porque
puede
acortar
mucho
los
tiempos
de
entrega
de
mercancías
a
Estados
Unidos,
pasando
de
las
diez
horas
por
cargamento
a
través
del
canal
de
Panamá
a
las
algo
más
de
seis
horas
si
se
transportan
por
tren.
No
parece
demasiado,
pero
sumando
viajes,
es
algo
que
puede
acercar
más
ciertas
industrias
a
Estados
Unidos
(y
sin
retrasos
debido
a
sequías,
que
están
superando
los
20
días
en
algunos
meses).
En
números,
el
Tren
Interoceánico
del
istmo
de
Tehuantepec
aspira
a:
-
Dos
océanos
unidos
a
través
de
303
kilómetros
directamente
de
costa
a
costa. -
Contenedores
que
tardarán
unas
seis
horas
en
cruzar. -
Estimación
de
1,4
millones
de
contenedores
anuales. -
Ampliación
del
puerto
de
Salina
Cruz
de
14
a
24
metros
de
calado
para
admitir
barcos
mayores. -
Líneas
adicionales
y
conexiones
con
Palenque/Tren
Maya
y
con
Ciudad
Hidalgo/Guatemala.
Competencia.
Buenrostro
reconoció
que
un
tren
no
puede
llevar
la
misma
cantidad
de
carga
que
un
barco,
pero
que «dados
los
cambios
que
estamos
viviendo
con
el
cambio
climático,
el
tren
es
una
alternativa
real
y
cada
vez
más
importante».
De
hecho,
la
industria
China
está
mirando
con
buenos
ojos
invertir
en
México
debido
tanto
a
las
oportunidades
en
el
país
como,
sobre
todo,
a
que
sería
más
fácil
introducir
sus
productos
en
Estados
Unidos.
López
Obrador
comentó
que
no
quieren «competir
con
nuestros
hermanos
panameños.
Se
trata
de
que
haya
otras
opciones
debido
a
que
hay
posibilidades,
ya
que
el
comercio
con
Asia
ha
crecido
mucho».
BBC
se
puso
en
contacto
tanto
con
expertos
mexicanos
como
panameños,
que
coinciden
en
que
no
sería
una
competencia
directa.
Benjamín
Alemán
es
el
exdirector
de
la
Agencia
Reguladora
de
Transporte
Ferroviario
de
México
y
comentó
que «a
México
podrían
llegar
barcos
con
cargas
más
pequeñas,
no
necesariamente
contenedores,
que
fueran
a
otros
destinos
en
Estados
Unidos.
Incluso
podría
ser
interesante
para
empresas
mexicanas
que
quieran
distribuir
productos
en
el
sureste
mexicano».
Conectando
México.
El
motivo
es
que,
una
vez
asentado
este
corredor,
la
idea
es
que
esté
unido
de
algún
modo
tanto
con
México
como
con
varios
puntos
fronterizos
con
Estados
Unidos.
Y
ahí
entra
en
juego
el
plan
de
la
actual
presidenta.
La
administración
de
Claudia
Sheinbaum
afirmó
recientemente
que
tiene
previsto
poner
en
marcha
unos
3.000
kilómetros
de
vías
para
el
transporte
de
pasajeros.
La
idea
es
conectar
tanto
las
principales
ciudades
del
interior
de
México
como
Ciudad
de
México
directamente
con
Texas
y
Arizona.
Este
es
el
plan
que
empleará
vías
ya
construidas,
otras
a
rehabilitar
y
otras
completamente
nuevas:

Problemas
con
los
narcos.
Los
planes
parecen
prometedores
y
tanto
para
movimiento
de
mercancías
como
de
personas,
son
muy
interesantes,
pero
hay
un
problema.
En
Financial
Times,
representantes
de
la
industria
portuaria
se
muestran
preocupados
por
hacer
inversiones
de
cientos
de
millones
de
dólares
si
realmente
todavía
no
se
sabe
si
hay
un
mercado.
Además,
también
se
han
alzado
algunas
voces
que
indican
que
parte
de
las
rutas
confirmadas
por
la
presidenta
cruzan
o
están
cerca
de
zonas
controladas
por
el
crimen
organizado.
Una
de
las
rutas
que
aparece
en
el
mapa
propuesto
coincide
con
una
de
las
líneas
de
contrabando
de
narcóticos
de
México
a
Estados
Unidos.
Teniendo
en
cuenta
la
presencia
del
crimen
organizado
en
todos
los
estamentos
de
México,
este
será
uno
de
los
retos
a
los
que
se
enfrentará
el
país
para
cumplir
sus
planes
ferroviarios.
Imágenes
|
ProtoplasmaKid,
SNT
En
Xataka
|
El
Tren
Maya
ha
puesto
los
tesoros
de
México
en
el
punto
de
mira.
Ahora
es
el
momento
de
vestirlos
de
gala