De 1989 a 2001 no hubo casi ningún ganador legítimo de los premios gordos del Monopoly de McDonald’s. De esa premisa parte ‘McMillion$‘, miniserie de no ficción de HBO en el que exploran el fraude cometido a través de una promoción multimillonaria que unía el célebre juego con la aún más célebre franquicia.
Producida por Mark Wahlberg con guion y dirección de James Lee Hernandez y Brian Lazarte, este documental comienza profundizando en la estructura del concurso para, poco a poco, adentrarse en la investigación de la trama fraudulenta de «tío Jerry» por parte de una FBI que no estaba muy segura del alcance de todo.
Jerome Jacobson, auditor de seguridad en una de las empresas subcontratadas por McDonald’s para la promoción, comenzó a repartir los premios gordos entre familiares y amigos, llevándose una mordida. Pronto la operación creció por toda la costa este.
Una reconstrucción algo inadecuada
Si hay algo que destaca en la producción del documental es que tiene una narrativa que da a la frase «serie de no ficción» bastante más sentido que en otros documentales a los que se les pone esa etiqueta. En vez de dejarse absorber por la exposición de hechos y testimonios, Lee Hernandez y Lazarte logran domarlo, a veces demasiado, con su guion.
Ahí entra un modo de contar la historia a través de reconstrucciones continuas de fondo y unos testimonios que parecen, sobre todo en el caso de los agentes del FBI, demasiado preparados. Esto provoca cierta discordancia a la hora de ver la serie. Como si no encajase el qué se cuenta y el cómo lo hacen. De hecho, hay partes del primer episodio que parecen de un falso documental.
Que también es verdad que el caso tiene su parte cómica e inusitada y que tiene personajes que parecen salidos de una actuación trasnochada en algún resort de Florida. En ciertos aspectos parece que el documental parece sacado de una película de los hermanos Coen.
Es una mezcla tan fascinante como aparentemente difícil de tragar… pero en ningún momento se hace bola. Es más, en su primera mitad (tres episodios, lo ofrecido a la prensa) nos encontramos con auténticas joyas y momentos memorables (el cómo deciden poner nombre al caso en el FBI o los familiares de Jerry Colombo, por ejemplo).
Pero más allá de este universo de carismáticos y característicos personajes, en ‘McMillion$’ también saben mostrar la cara menos «glamurosa» de este crimen. La de esas personas normales y ajenas a la trama que se ven involucradas como ganadoras «impuestas» y cayendo en las garras de los gangsteres que propiciaron su fortuna (algo que, dicho sea de paso, también es temática coeniana).
En resumidas cuentas, el mayor fallo que se le encuentra a ‘McMillon$’ radica en la mala decisión de hacer esas reconstrucciones de fondo que no aportan nada. Esto hace que, a ratos, cueste algo entrar en la gravedad de lo que nos están contando. Lo que no quiere decir que esta serie documental no deje de ser fascinante en el mundo que nos pintan y cabreante al ver las consecuencias del caso.