María
Amador,
creadora
de
contenido
sobre
entrenamiento
y
nutrición,
ha
conseguido
lo
que
para
muchas
personas
parece
una
meta
imposible:
perder
12
kilos
sin
pasar
hambre
ni
hacer
dietas
extremas.
A
través
de
una
alimentación
sencilla
y
sostenible,
ha
compartido
su
experiencia
destacando
algunos
de
los
productos
que
más
le
han
ayudado
y
una
frase
que
se
ha
vuelto
viral:
«me
salva
las
cenas».
Compra
mensual
en
Mercadona
para
comer
sano
y
sin
pasar
hambre
@mariaamdr.fitmi
compra
mensual
en
mercadona
para
pérdida
de
grasa
🥗🍓🥯
y
es
que
muchas
veces
es
un
poco
complicado
elegir
la
mejor
opción,
así
que
os
enseño
mis
imprescindibles!
🤝🏼
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Después
de
probar
múltiples
métodos
que
no
le
funcionaban,
María
decidió
centrarse
en
lo
más
básico:
mejorar
su
relación
con
la
comida.
No
se
obsesionó
con
contar
calorías,
sino
con
elegir
mejor
qué
ponía
en
su
plato.
“Me
di
cuenta
de
que
no
era
necesario
sufrir
para
perder
peso,
solo
necesitaba
cambiar
algunos
hábitos”,
comenta.
Uno
de
los
momentos
más
complicados
del
día
para
ella
era
la
cena.
“Llegaba
cansada,
con
hambre
y
sin
ganas
de
cocinar.
Ahí
es
donde
solía
caer
en
lo
fácil:
bocadillos,
embutidos,
comida
rápida…”,
explica.
Por
eso,
empezó
a
buscar
opciones
prácticas,
saciantes
y
bajas
en
calorías.
En
su
búsqueda
encontró
algunos
alimentos
clave
que
se
convirtieron
en
sus
aliados.
Uno
de
ellos
fue
la
verdura
congelada,
especialmente
las
bolsas
de
menestra
o
salteados
de
Mercadona.
“Tiras
la
bolsa
a
la
sartén
con
un
poco
de
aceite
de
oliva
y
en
cinco
minutos
tienes
una
cena
perfecta”,
afirma.
Otro
imprescindible
han
sido
las
claras
de
huevo
pasteurizadas.
“Son
súper
versátiles.
Hago
tortillas,
revueltos,
incluso
las
mezclo
con
avena
para
una
tortita
rápida.
Me
dan
proteína
sin
grasa
y
me
llenan
mucho”,
asegura.
Estas
claras
se
convirtieron
en
una
base
ideal
para
improvisar
cenas
sin
esfuerzo.
También
ha
mencionado
los
preparados
de
legumbres
cocidas,
como
los
garbanzos
en
bote
o
las
lentejas.
“Antes
pensaba
que
engordaban,
pero
ahora
las
uso
un
montón.
Mezcladas
con
verduras
y
un
poco
de
especias
son
una
maravilla”,
explica.
Gracias
a
estos
productos,
no
solo
perdió
peso,
sino
que
aprendió
a
comer
mejor.
Uno
de
los
productos
que
más
repite
en
sus
cenas
es
el
atún
al
natural
en
lata.
“Es
rápido,
rico
en
proteína
y
combina
con
todo.
Lo
pongo
en
ensaladas,
con
arroz
integral
o
en
tostas
con
pan
de
centeno.
Me
salva
muchas
cenas
cuando
no
tengo
ganas
de
pensar”,
comenta.
Además,
se
ha
apoyado
mucho
en
los
yogures
altos
en
proteína,
como
los
Skyr
o
los
tipo
griego
0%
materia
grasa.
“Después
de
cenar
me
gusta
tomar
algo
dulce.
Un
yogur
con
frutos
rojos
y
canela
me
quita
el
antojo
sin
sentir
que
estoy
rompiendo
la
dieta”,
explica.
A
lo
largo
del
proceso
no
ha
eliminado
ningún
grupo
de
alimentos,
sino
que
ha
ajustado
las
cantidades
y
mejorado
las
combinaciones.
“Sigo
comiendo
pasta,
pan
o
chocolate,
pero
ahora
lo
hago
con
más
conciencia.
He
aprendido
que
no
es
lo
que
comes
una
vez,
sino
lo
que
haces
cada
día”,
reflexiona.
Reflexión
final
sobre
el
proceso
y
cambio
de
alimentación
El
enfoque
de
María
ha
inspirado
a
muchas
personas
en
redes
sociales,
donde
comparte
sus
recetas,
ideas
rápidas
y
reflexiones
sobre
su
cambio
físico
y
mental.
“Perder
peso
está
bien,
pero
lo
mejor
es
cómo
me
siento:
con
energía,
ligera
y
sin
ansiedad
por
la
comida”,
concluye.
Su
frase
“me
salva
las
cenas”
se
ha
convertido
en
un
lema
que
refleja
su
nueva
filosofía:
comer
bien
no
tiene
por
qué
ser
complicado.
Con
un
poco
de
planificación
y
productos
accesibles,
ha
logrado
transformar
su
alimentación
y
su
vida.
En
Vitónica
|
Las
infusiones
para
adelgazar
que
venden
en
Mercadona:
¿funcionan
de
verdad?
Imágenes
|
María
Amador
(TikTok)