De chico era hincha de Boca, que salía campeón seguido. Yo miraba a los futbolistas y me decía: ‘Quiero ser jugador, qué ganas de ser como ellos’. Pero fui creciendo y se me fue ese deseo. Trabajé con mi viejo de albañil, en un kiosco, en una verdulería, todo por necesidad, para ayudar a la familia. Un día, un amigo que estaba en Tristán Suárez me devolvió las ganas, pero yo jugaba con mis amigos en el barrio, veía muy lejos ser jugador profesional”. Marcelo Benítez, que tiene 30 años, nunca imaginó que cumpliría su sueño de chico y mucho menos que se convertiría en una leyenda de un club, Defensa y Justicia, donde formó parte del histórico ascenso a Primera en 2014 y de las consagraciones internacionales en la Sudamericana 2020 y la Recopa 2021 este año.
Benítez con la Recopa Sudamericana.
-¿Ya no sos hincha de Boca?
-Perdí ese fanatismo. Hoy soy muy simpatizante de Defensa, que es mi casa, a la que llegué en 2009…
-¿Y cómo era Defensa en ese entonces?
-Nada que ver a lo que es hoy. Hubo un proceso, una revolución. Cuando llegué, el club estaba muy ordenado y las canchas estaban muy buenas como ahora, pero, por ejemplo, el estadio era de cemento y no estaban las tribunas de Humahuaca y Matadero. Tampoco había heladera en las concentraciones y las comodidades de hoy.
-¿Y el vestuario?
-El piso era de cemento, había un asiento largo y no individuales. No teníamos aire, ni ventilador, ni estufa, nada. Entrabas, te cambiabas aguantándote si hacía frío o calor y salías. Hubo un crecimiento muy grande.
Y la Sudamericana…
-Hoy se ganaron el respeto de todos en la A. ¿Lo tenían en la B?
-¿Qué? No nos respetaban, ja. Los rivales pensaban: “Jugamos contra Defensa, club chico, vamos a ganar, son tres puntos seguros”. Sentíamos eso, que nos subestimaban y nos daba bronca, pero después en la cancha no era como pensaban. Defensa jugaba bien en el Nacional, con la misma idea que hoy en Primera. Ahora el club se ganó ese respeto a base de trabajo, de sacrificio, de humildad, de ser una familia, de tirar todos para el mismo lado y de apostar siempre a seguir creciendo.
-¿Cómo fue vivir el salto de llegar a la A?
-Nos costó. Llegamos re confiados, jugando bien y ganando todos los partidos en el Nacional y en el debut nos chocamos con Racing y nos clavaron tres. Nos hicieron sentir que no era lo mismo. Ahí entendimos que tendríamos que redoblar el esfuerzo, el trabajo y el sacrificio. Además, ser más colectivos, porque por ahí en ese momento éramos todos más individuales. Del 2014 a junio del 2015, fue una etapa de adaptación. Son dos mundos distintos. El fútbol del Ascenso es más trabado, más luchado y hay poco juego. Pero en Primera, no. Hay un segundo más para pensar.
-Se adaptaron y hasta tuvieron grandes logros como la Sudamericana y la Recopa. ¿Cuáles fueron las claves?
–De la Sudamericana, una charla de Crespo con nosotros, los jugadores. “Hicimos una gran Copa (Libertadores), pero ahora tenemos esto (la Sudamericana). Hay que creer y soñar que podemos ganarla, que no es difícil si nosotros nos lo proponemos”, nos dijo Hernán en la sala de videos. Creo que en ese momento hicimos el click, salimos de ahí y ganamos todo. Después, en la Recopa, miramos miles de veces jugadas de Palmeiras, pero en el primer partido (1-2) entramos con dudas y ellos volaban… Nos fuimos igual con la tranquilidad de haber hecho un gol y que, si mejorábamos cosas, allá le podíamos ganar. Y así fue (2-1). Los presionamos, los hicimos sentir ahogados todo el tiempo y conseguimos ir a los penales con un gol mío que es inolvidable para mí.
-¿Defensa puede seguir ganando?
-Creo que sí, que si seguimos jugando así un torneo, podemos llegar a pelear tranquilamente y me animo a decir que ganar. Si nos convencemos de que podemos ganar un título, lo vamos a ganar. Estoy muy ilusionado con seguir haciendo historia con esta camiseta.
-Y el mejor equipo del 2021 fue…
–Defensa, pero por lejos, lejos. Sin dudas, eh. Ganamos dos títulos internacionales, salimos segundos del torneo, arrancando muy atrás, y peleando con Talleres que, si sumaba de a tres en la última fecha, eran ellos los segundos, no les dio, y nosotros con un jugador menos lo logramos ante Lanús. Le ganamos al campeón, clasificamos a la Sudamericana y todo con buen juego. No nos achicamos nunca…
-¿Y por qué se habla mucho de Boca y River?
–Porque Defensa no vende como Boca y River. Prendes la tele y se habla solo de ellos, que Gallardo se iba, que sigue, que Riquelme habló y dijo tal cosa. Nosotros no vendemos y por eso no le sirve hablar de nosotros. Son cinco segundos y chau. Yo creo que si le preguntás a muchos periodistas te dicen que Defensa fue el mejor del año, pero después en la tele hablan de Boca y River. Es así. Pero, bueno, estamos acostumbrados, siempre trabajamos con perfil bajo, sin andar generando quilombos y eso no llevó a seguir creciendo, a llevar a Defensa a lo más alto y festejar mucho.