Malvinas es una herida que todavía nos duele. Soldados, muchos de ellos chicos de 18 años que no estaban preparados para el combate, perdieron la vida en las islas. Jóvenes que cantaban las canciones de Charly y Spinetta, mientras sentían el frío y el abandono por parte de sus superiores. Antes del conflicto bélico, el rock nacional era sinónimo de rebeldía y no estaba bien visto por la dictadura: muchos referentes fueron censurados y varios sufrieron el exilio.
El comienzo de la guerra produjo un cambio. Los interventores de las radios dieron la orden de no pasar más música en inglés. “De un día para el otro, el inglés fue erradicado del éter. El efecto fue muy extraño: las radios sonaba diferente, en otra dimensión. Por primera vez en su historia, el rock argentino tenía un espacio masivo en la radio. Y nadie hablaba, ni la prensa ni los censores, de listas de temas prohibidos”, destacó Sergio Pujol en su libro, “Rock y dictadura”.
De esta forma, artista como León Gieco, Raúl Porchetto, Charly García y Mercedes Sosa volvieron a la primera plana. Algo curioso pasó con “Sólo le pido a Dios” de León. Un tema que el músico había publicado en 1978, en respuesta a un probable conflicto armado entre Chile y Argentina. “Es algo muy desagradable, esa canción estuvo prohibida durante la dictadura y después cuando perdimos la Guerra de Malvinas la declararon de interés nacional. Me dio repugnancia por la gente que lo hizo, los militares, y dejé de cantarla por tres años hasta 1985 que regreso haciendo De Ushuaia a La Quiaca. Me sentí usado, son las estupideces que hicieron estos dictadores” contó el músico.
Todo sonaba distinto en las radios; eran los mismos locutores, los mismos programas, las mismas publicidades, pero con otra música. Los musicalizadores se encontraron con la dificultad de no conseguir material en castellano. No habían nuevos artistas y el panorama del rock local estaba marcado por incertidumbre.
Juan Costa, en ese momento musicalizador de Radio Del Plata, recordó años atrás a La Viola cómo fue su tarea por aquellos días: “Teníamos una FM, el 90 % de las canciones que pasábamos eran en inglés. Había poco material. En nuestro caso teníamos muchos programas grabados. Recuerdo que ese 2 de abril tuvimos que trabajar en vivo con la programación. Hubo que cambiar las cortinas, los comerciales y hacer los programas en vivo. Estuve tres días sin salir de la radio. Había que cambiar todo, teníamos que llenar el aire ya que el 90 % de la radio era musical”.
Alejandro Lerner, en 1982, publicó su exitoso trabajo Todo a pulmón, que tenía temas como “La isla de la buena memoria“. “Un tema que compuse en contra de la guerra. Tenía el coraje que te da la irreverencia de la juventud. El rock estaba cargado del resentimiento que generó la dictadura militar. Eran expresiones de la juventud que la tenían encadenada. Fue como una canilla que tenés cerrada mucho tiempo y cuando la abrís lo primer que sale es mugre. Ante de la llegada de la democracia, el que hizo un poco de punta fue el rock nacional”, destacó el músico y compositor a La Viola.
Fuente: tn.com.ar