Nuestra piel nota y se resiente con el cambio de estación. Especialmente la del rostro, la más expuesta a las inclemencias del tiempo. Los cambios de temperatura, la sequedad y el viento pueden tener consecuencias negativas en nuestra dermis. Por eso es necesario prepararla, fortalecerla y darle una atención extra en otoño. Y no una rutina cualquiera, sino una recomendada por expertas.
Es importante destacar que cualquier variación del cuidado facial debe adoptarse de forma progresiva, dejando que la piel se acostumbre al cambio de tiempo antes de bombardearla o sobrecargarla con nuevos activos. Por eso, la experta farmacéutica Esther Sansi nos recomienda aprovechar el mes de octubre para recuperar la piel a golpe de limpieza e hidratación, posponiendo el aporte de nutrientes de cara ya al invierno.
La importancia de la limpieza facial
No nos cansamos de repetirlo, pero es que si no se ha limpiado la cara previamente de forma correcta de nada servirá aplicar cremas y nutrientes. La farmacéutica Esther Sansi así se lo prescribe a sus clientas: «lo más importante es una doble limpieza diaria. Sin ello nada más tiene sentido«.
Primero hidratación. Y luego todo lo demás
Una vez tenemos el rostro lavado y libre de impurezas y restos de maquillaje, hay que mantener estable el nivel de hidratación de la piel. Esther Sansi nos explica que este es el primer paso que debe incluir cualquier rutina facial universal, sin importar el tipo de piel. Por encima de todas las vitaminas e ingredientes que usemos para cuidar nuestra piel, la farmacéutica asegura que nuestra piel necesita agua.
«Todo lo que añadas a posteriori es complementario para mejorar la piel, pero siempre debe hacerse sobre una base limpia e hidratada. A todas las pieles les va bien el ácido hialurónico, el ingrediente estrella de esta estación. Recomiendo buscar fórmulas que contengan varios tipos de pesos moleculares para que penetren en profundidad y conseguir una hidratación máxima. Por ejemplo, el serum Hidra B5 Intensiv de Medik8 o el re-hidratante de Ebbe.»
Atención especial a las pieles más secas
Este punto está dedicado a las mujeres con la dermis más seca. A ellas Esther Sansi les recomienda incluir vitamina C en su rutina mañanera y retinol en la nocturna, exfoliarse un par de veces por semana y aplicar mascarillas intensivas hidratantes. La de moringa de Emma Hardie es su favorita.
Con la piel mixta y grasa es mejor quedarse corta que pasarse de frenada
Las personas con tendencia grasa o mixta suelen tener la sensación de que su piel nunca está limpia, por lo que abusan de productos fuertes y terminan por deshidratarla. Por eso, para el otoño Esther Sansi recomienda que utilicen también ácido hialurónico para recuperar esa pérdida de agua y limpiadores en espuma o mousse, menos agresivos.
Su recomendación es el de Sehaqui para pieles mixtas y el Clay Cleanser de Dermalógica para las más grasas, porque ayuda a regular la producción de sebo. Pero sobre todo, la farmaceútica recomienda evitar la vitamina C, porque puede taponar los poros y provocar la aparición de acné.
Las pieles reactivas notarán más el cambio de estación y necesitan aún más atención
Las irritaciones, rojeces o granitos que salen en las pieles sensibles con la llegada del frío tienen un fuerte condicionamiento ambiental. La doctora Salleras, dermatóloga y directora de la clínica Salleras de Barcelona así lo confirma: «Su aparición está relacionada con factores genéticos, y, también ambientales, tales como el viento, el frío, el ejercicio al aire libre, la exposición solar.»
Para estas dermis más reactivas, la doctora recomienda evitar cualquier tratamiento agresivo, como exfoliación, peeling o dermoabrasión. Lo ideal es «aplicar cosméticos formulados de forma específica para este tipo de piel«. Algunos de sus favoritos son la gama Rosactiv de Bioderma, como la Sensibio AR BB Cream de Bioderma, que actúa sobre las rojeces con un toque de color para disimularlas.
La protección solar incluso cuando llueve
El verano se ha terminado y el sol abrasador baja el volumen, pero eso no significa que nos relajemos con la protección solar. En invierno Esther Sansi recomienda bajarla a SPF30, manteniendo el nivel 50 si usamos tratamientos de vitamina C que se oxidan con la exposición solar.
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