Este viernes, a las 9, se reunió la Mesa Permanente de Trabajo, integrada por miembros del Ejecutivo, del Concejo y del Sindicato de Trabajadores Municipales (STM).
En ella, los representantes del gremio rechazaron la oferta oficial.
Antes de hacer uso de su licencia, la intendente Mariana Ispizua ofreció a los trabajadores extender hasta fin de año el pago de una cifra no remunerativa de 1.700 pesos que ya se venía liquidando y que se extinguía, en principio, este mes.
A eso se sumaron 2.000 pesos a pagar durante dos meses: el 10 de septiembre y el 10 de octubre.
En conversaciones informales con el gremio, se planteó la posibilidad de traducir esas sumas fijas en porcentajes en blanco, incorporados al básico, que fue lo que oficializó hoy la concejala Verónica Búa, a cargo del Ejecutivo, durante la reunión de la Mesa.
La traducción de suma fija a porcentaje implica una oferta de mejora del 5 por ciento sobre el básico, pero no como aumento definitivo y final, sino como gesto para destrabar el paro que llevan adelante los empleados, y con el compromiso de abrir la negociación salarial de fondo el miércoles venidero.
Ese porcentaje implicaba, efectivamente, un paso adelante respecto de la suma fija anterior, considerando que la misma era no remunerativa y tenía vigencia por sólo dos meses. En cambio, tal como fue planteado, el 5 por ciento es en blanco, se incorpora al básico (con lo cual impacto en otros ítems y categorías) y queda sumado en forma permanente al bolsillo de los trabajadores.
En un comunicado oficial, las autoridades recalcan su «responsabilidad institucional de cuidar las finanzas de la Municipalidad, sin asumir compromisos económicos imposibles de cumplir».