Los historiadores lo tienen claro: nadie sabe quién inventó las patatas fritas, pero no son belgas, sino francesas

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Si
pudiéramos
visualizar
la
cantidad
de

patatas
fritas

que
se
sirven
y
devoran
en
todo
el
mundo
cada
día,
probablemente
nos
daría
una
indigestión.
Y
nos
referimos
únicamente
a
la

patata
frita
de
bastón
o
palito
,
las
conocidas
como

fries

por
los
anglosajones
en
contraposición
a
las
chips
o

crisps
,
de
bolsa.
Esas
patatas
fritas
que
millones
de
personas
consumen
como
guarnición
pero
que
también
son
devoradas
como
picoteo
callejero.
Y
precisamente
en
esa
dicotomía
reside
una
de
las
grandes
batallas
culinarias
que
enfrentan
a
dos
países
vecinos,

Francia
y
Bélgica,

y
también
les
une
en
un
sabroso
lazo
identitario.

Porque
aunque
en
España
llamamos
a
todas
las
versiones
del
tubérculo
frito
en
grasa
igual,
estas
patatas
fritas
se
conocen
mayoritariamente
fuera
como

french
fries
, ‘fritas
francesas
‘,
y
los
germanoparlantes
incluso
las
denominan
en
francés,

pommes
frites
.
Una
etimología
que
nos
dirige
directamente
a
la
historia
de
este
mágico
invento,
una
preparación
tan
simple
en
ingredientes
y
ejecución
como
compleja
en
su
devenir
y
perfeccionamiento.
Alguien
tuvo
que
inventarlas,
lo
que
no
está
tan
claro
es

quién,
dónde
y
cuándo

lo
hizo.

Porque,
como
ocurre
casi
siempre
con
el
nacimiento
de
las
recetas
y
costumbres
culinarias,
es
imposible
determinar
a
un
único
autor
original.
Eso
ha
cambiado
con
la
cocina
moderna
que
ha
puesto
al
chef
en
un
primer
plano
como
creador
o
casi
artista,
firmando
innovaciones
que
algunos
hasta
registran
y
luego
otros
replican,
u

homenajean
.
Pero
los
platos
que
conforman
la
identidad
culinaria
de
una
comunidad
no
tienen
un
creador
y
son
fruto
de
multitud
de

circunstancias,
influencias
y
evoluciones
.
La
cocina
está
viva
y
lo
tradicional
jamás
es
inmutable.

Francia
vs.
Bélgica,
el
duelo
sin
fin

Países
vecinos
y
condenados
a
entenderse,
Francia
y
Bélgica
han
mantenido
siempre
una
relación
tirante
con
altibajos.
Que
los
franceses
hayan
invadido
y
ocupado
territorio
belga
desde
luego
no
ayuda
a
enterrar
rencillas,
y
tampoco
que
mantengan
una

disputa
ya
histórica

sobre
el
origen
de
uno
de
sus
platos
más
icónicos,
las
famosas
patatas
fritas.

Se
encuentran
por
todas
partes
en
Francia
pero
hoy
casi
como
están
en
cualquier
otro
país,
desde
las
cadenas
y
locales
de
comida
rápida
hasta

bistrots

y
restaurantes
donde
son
una

guarnición
habitual

de
carnes
y
pescados.
El
turismo
masivo
que
atrae
el
país
galo
desde
hace
décadas
también
juega
su
papel
en
mantener
las

fries

como
opción
omnipresente
en
todo
tipo
de
establecimientos,
pese
a
que
los
restaurantes
de
mayor
postín
pueden
ofrecer
otras
especialidades
francesas
a
base
de
patata
más
refinadas,
como
el

gratin
dauphinois
.

Patatas4

Patatas4

En

Bélgica

la
patata
frita
es
otra
cosa.
Sí,
también
mantiene
su
papel
de
guarnición
sencilla
y
de
batalla
de
hamburguesas
y
otros
platos,
pero
allí
se
consumen
mayoritariamente
por

solas,
como
plato
único
con
mayonesa
u
otra
salsa
y,
a
menudo,
con
las
manos.
Abundan
por
todo
el
país
los

fritkots
,
especie
de

freidurías
callejeras

que
sirven
las
patatas
fritas
en

cucuruchos

o
conos
de
cartón
para
comerlas
por
la
calle.
También
hacen
un
combo
clásico
con
los

mejillones
a
la
crema
,
típico
plato
belga.

Con
dos
maneras
de
preparar
y
servir
las
patatas
fritas,
los
países
vecinos

reclaman
la
autoría
del
invento

en
un
debate
que
lleva
enfrentando
a
historiadores,

medios
de
comunicación
y
políticos

desde
hace
más
de
un
siglo.
Los
argumentos
de
uno
y
otro
bando
tienen
discursos
para
todos
los
gustos,
aunque
se
basan
en
su
mayoría
en
pura
especulación
y
mitos
románticos.
Sin
fuentes
fiables
contrastables,
poco
se
puede
afirmar
con
rotundidad.

Qué
queremos
decir
con
quién
inventó
las
patatas
fritas

Como
muy
bien
apuntaba

la
historiadora
Janet
Clarkson
,
¿sabemos
acaso
qué
queremos
decir
con
‘el
inventor
de
las
patatas
fritas’
?
¿La
primera
persona
que
cocinó
la
primera
vez
una
patata
en
grasa,
o
la
que
lo
hizo
cortando
previamente
el
tubérculo
en
bastones?
¿El
autor
o
autora
de
la
primera
receta
escrita?
¿El
primer
visionario
que
lo
convirtió
en
negocio?
¿La
persona
que
las
bautizó?

Turismo Flandes

Turismo Flandes

Los
nombres
concretos
ya
sabemos
que
surgen
después
de
que
algo
ya
sea
común,
y
puesto
que
se
denominan
de
manera
distinta
según
el
país,
tampoco
tiene
mucho
sentido
tirar
de
ese
hilo.
Si
se
conocen
mundialmente
como

french
fries

ya
sabemos
que

fue
gracias
a
la
inestimable
ayuda
de
Estados
Unidos
,
pero
eso
no
otorga
a
los
galos
la
autoría.

Desde
el
momento
en
el
que
ya
se
consumían
patatas
sin
miedo
-o
sin
tantos
reparos-,
solo
faltaba
que
una
persona
hambrienta
tuviera
delante
una
cantidad
mínima
de
grasa
y
una
fuente
de
calor
para
echar
el
tubérculo
dentro
antes
de
devorarlo.
Probablemente

no
saldría
muy
apetecible

la
primera
vez,
pero
era
cuestión
de
ir
perfeccionando
la
técnica.

Patatas2

Patatas2

Considerando,
pues,
que
en
algún
momento
de
la
historia
en
Europa
se
hizo
común
el
freír
-o
más
bien
pochar-
patatas
como
alimento,
podemos
afinar
la
búsqueda
hacia
la

patata
frita
tipo
palito

y
servida
como
alimento
por

misma.
El
momento
en
el
que
se
instauraron
las
patatas
fritas
como
concepto
único.

¿Fueron
un
invento
francés
o
las
idearon
en
Bélgica?
Pues
sigue
sin
estar
claro.

Nadie
sabe
quién
las
inventó,
pero
probablemente
nacieron
en
Francia

En

Potato:
A
global
history
,
el
historiador

Andrew
F.
Smith

remonta
los
orígenes
de
las
primeras
patatas
fritas
en
rodajas
hacia
principios
del
siglo
XVIII,
y
señala
que
su
técnica
se
perfeccionó
y
difundió
en
Francia
desde
la
segunda
mitad
del
mismo,
bajo
distintas
formas
y
nombres,

evolucionando
poco
a
poco
al
corte
alargado
.
Al
adoptarse
también
por
la
burguesía,
se
conocerían
universalmente
como


pommes
de
terre
frites
,
pasando
a
acortarse
como

pommes
frites
.
Thomas
Jefferson
las
conoció
en
su
viaje
por
el
país
y
anotó
su
elaboración
como ‘Pommes
de
terre
frites
a
cru,
en
petites
tranches

(«Patatas
fritas
crudas,
en
piezas/rodajas/porciones
pequeñas»).

Frietkot Brussel

Frietkot Brussel

Los
belgas
están
convencidos
de
que
ellos
ya
las
preparaban
cortadas
en
bastones
mucho
antes.
Defienden
a
capa
y
espada
una

leyenda

que
sitúa
su
origen
hacia
el
año
1680,
en
las
pequeñas
poblaciones
cercanas
al
río
Mosa
(Meuse
en
francés;

Maas

en
neerlandés),
que
basaban
gran
parte
de
su
dieta
en
el
pescado
que
capturaban
en
sus
aguas
y
que
cocinaban
friéndolo
con
algo
de
grasa.
Un
invierno,
al
congelarse
el
río
y
quedarse
sin
sustento,

probaron
a
freír
las
patatas

cortadas
en
gajos
de
un
tamaño
similar.

Desafortunadamente
para
los
belgas
y
los
amantes
de
las
historias
de
cuento,
no
hay
ni
una
sola
fuente
que
permita
corroborar
esta
leyenda.

Los
historiadores
la
rechazan
,
aunque
quienes
más
se
han
pronunciado
al
respecto
son,
claro,
franceses,
y
eso
suele
levantar
ampollas
en
sus
vecinos.

Cucurucho

Cucurucho

El
historiador

Pierre
Leclercq

es
sin
embargo
colaborador
científico
de
la
Universidad
de
Lieja
y

desmiente
por
completo

el
mito
belga,
el
cual
se
basa
en
las
conclusiones
precipitadas
del
también
historiador
Jo
Gérard.
Este
encontró
un
manuscrito
de
1781
mencionando
que
los
habitantes
de
la
región
de
Namur

freían
patatas
con
forma
de
peces
.
Sin
embargo,
asegura,
ese
texto
solo
describe
rodajas
de
tubérculo
cocinadas
en
poca
grasa,
como
ya
sea
hacía
en
otras
zonas
de
Europa.

La
puntualización
de

poca
grasa

es
una
nota
importante,
ya
que
en
aquella
época,
y
menos
en
poblaciones
rurales,
no
se
disponía
normalmente
de
manteca,
mantequilla
o
aceite
vegetal
en
grandes
cantidades
como
para
hacer
una
fritura
profunda,
como
pide
la
patata
frita.
La

materia
grasa
era
un
lujo

cuando
había
recursos
limitados,
y
no
se
desperdiciaría
en
frituras.

Museo2

Museo2

¿Dónde
nacieron,
pues?
El
propio
Leclercq
apunta
sin
dudarlo
a
las

calles
parisinas
.
Fue
a
finales
del
siglo
XVIII
cuando
se
instalaron
puestos
callejeros
de
frituras
similares
a
buñuelos
en
el
Pont-Neuf,
y
fueron
quienes
comenzarían
a
freír
patatas
en
rodajas.

Loïc
Bienassis,

de
la
Universidad
de
Tours,
corrobora
esta
versión
y
añade
que
sería
a
estos
comerciantes
a
quienes
se
les
ocurriría
cortar
las
patatas

en
palitos
para
mejorar
la
cocción
,
ya
que
en
rodajas
tendían
a
pegarse.

La
patata
frita
como
símbolo
cultural

A
lo
largo
del
siglo
XIX
las
patatas
fritas
se
expandieron
por
todo
París
como
comida
callejera
asociada
primero
a
los
trabajadores
y
también
a
la

emergente
vida
cultural
y
artística
,
pasando
de
ser
un
alimento ‘de
pobres’
a
parte
de
la
vida
de
todo
París.
Se
vendían
en
cucuruchos
de
papel
y
abundaban
los
puestos
junto
a
teatros
y
zonas
frecuentadas
por
artistas
bohemios.

Patatas Belgas

Patatas Belgas

Los
recetarios
y
fuentes
escritas,
que
ya

fueron
multiplicándose
a
lo
largo
del
siglo,

atestiguan
el
cambio
del
corte

de
la
rodaja

hacia
el
palito
,
aunque
no
se
ha
podido
localizar
una
fuente
exacta
que
mencione
claramente
la
patata
fina
como
la
conocemos
hoy.
Comenzaría
a
popularizarse
el

corte
alargado
,
primero
en
gajos,
luego
en
diamante,
hasta
dar
con
la
forma
de
palo
fino
definitiva,
que
no
quedaría
estandarizada
hasta
el
siglo
XX.

¿Y
en
Bélgica?
Leclercq
afirma
que
lógicamente
se
freían
patatas
en
el
país
vecino
desde
hacía
mucho
tiempo,
pero
a
la
manera
parisina
no
llegaron
hasta,
al
menos,
1840.

Frédéric
Krieger
,
inmigrante
bávaro
que
trabajaba
en
un
asador
en
el
barrio
de
Montmartre,
aprendió
allí
a
hacer
las
patatas
fritas
y

se
llevó
la
receta

a
su
país
natal,
abriendo
en
1844
el
primer
puesto
de
patatas
fritas
del
país
en
una
feria.
Y
las
publicitó
con
un
mensaje
claro:
“patatas
fritas
como
París”.

Museo

Museo

Tuvo
tanto
éxito
y
supo
potenciar
tan
bien
su
negocio
que
pronto
hizo
una
fortuna
y
logró
el
apodo
de
Monsieur
Fritz
,
el
rey
de
las
patatas
fritas”.
Con
el
paso
de
las
décadas,
la
patata
frita
belga
se
fue

emancipando
de
la
parisina

y
evolucionó
bajo
sus
propios
cánones,
desarrollando
su
receta
particular
y
que
la
distingue
hoy
del
resto
del
mundo.
El
tipo
de
patata,
el
corte
y
la
doble
fritura,
entre
otras
características,
hacen

únicas

a
las

frites

belgas,
así
como
la
forma
de
servirla
y
comerla.

Porque
los
parisinos
evolucionaron
por
otros
caminos
y
ya
sus

pommes
frites

no
forman
parte
de
su
cultura
gastronómica
más
identitaria,
mientras
que
en
Bélgica
son
todo
un

símbolo
cultural
y
social
,
una
cultura
cotidiana
compartida,
con
un
gran
peso
económico.
Ellos
defienden
que
la
patata
frita
es
suya
precisamente
en
base
a
este
valor
icónico
identitario
-incluso
tienen
un

museo
dedicado
a
las
patatas
fritas
-,
pero
no
fueron
los
primeros
en
freír
un
palito
de
patata.

Así
pues,
las
fuentes
historiográficas
parece
que

sitúan
los
orígenes
primigenios
de
las

fries

chips
para
los
británicos-
en
Francia,
al
menos
en
su
antepasado.
Pero
han
sido
los
belgas
quienes
han
convertido
a
este
humilde
alimento
en
todo
un
símbolo

mundialmente
famoso
,
adoptado
en
otras
gastronomías
bajo
las
más
variadas
formas
y
costumbres.

Imágenes
|

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Durenne
Loris



Visit
Flanders


 Friterie
de
la
Barrière
de
Saint-Gilles



Frietmuseum

En
DAP
|

Así
se
comen
las
patatas
fritas
en
17
países

En
DAP
|

Pescar
gambas
a
caballo:
así
es
la
ancestral
tradición
belga,
patrimonio
de
la
humanidad,
pero
al
borde
de
la
extinción