La
figura
del
globo
aerostático
se
ha
convertido
en
una
imagen
habitual
del
cielo
segoviano.
El
vuelo
en
globo
ha
encontrado
en
esta
ciudad
castellana
todo
un
nicho
de
negocio
gracias
a
sus
buenas
condiciones
atmosféricas
y
el
atractivo
de
sus
monumentos,
pero
no
todo
el
mundo
está
contento
con
estos
nuevos
vecinos.
Los
ganaderos
llevan
meses
denunciando
los
abusos
de
una
actividad
que,
aseguran,
es
peligrosa
para
sus
animales,
generando
todo
tipo
de
problemas.
La
Unión
de
Campesinos
de
Segovia-UCCL
se
reunió
el
pasado
mes
de
febrero
con
la
subdelegada
del
Gobierno
en
Segovia
para
comunicarle
las
dificultades
a
las
que,
aseguran,
se
enfrentan
con
frecuencia
en
las
zonas
ganaderas
y
agrarias
que
rodean
la
ciudad
de
Segovia,
debido
a
las
consecuencias
de
los
vuelos
a
baja
altura
que
practican
los
globos.
Tal
y
como
recoge
Agronews
Castilla
y
León,
es
una
problemática
que
lleva
agudizándose
desde
2017,
cuando
empezaron
las
primeras
protestas
del
sector
ante
el
incremento
de
afluencia
de
estas
aeronaves.
En
2018
se
llegó
a
un
acuerdo
entre
las
compañías
que
organizan
estos
vuelos
y
los
ganaderos,
estableciéndose
zonas
de
exclusión
de
vuelos
en
los
distintos
municipios
donde
abunda
la
ganadería
extensiva,
particularmente
de
bovino.
Sin
embargo,
asegura
la
asociación
agraria,
en
los
últimos
meses
han
comprobado
un
aumento
de
los
vuelos
en
zonas
sin
regular,
sin
respetar
las
fincas
particulares
ni
la
presencia
de
animales.
César
Acebes,
presidente
de
la
Unión
de
Campesinos,
asegura
en
declaraciones
a
El
periódico
de
España
que
no
se
oponen
a
la
actividad
de
estas
empresas,
pero
denuncian
que
accedan
con
asiduidad
a
terrenos
privados,
dehesas
y
parcelas
donde
aterrizan
asustando
a
las
vacas
y
a
sus
crías,
generando
estrés
y
nervios
en
el
ganado,
provocando
incluso
que
los
becerros
se
escapen
rompiendo
las
cercas.
Además,
añade,
“si
el
terreno
está
mal
y
la
finca
está
vallada,
hay
que
avisar
al
propietario
y
abrirles
la
puerta
para
que
saquen
a
la
gente
con
todoterrenos”.
 

Los
propietarios
de
las
empresas
de
viajes
en
globo,
sin
embargo,
se
muestran
sorprendidos
ante
estas
declaraciones,
asegurando
que
no
les
constan
denuncias
recientes
y
que
solo
se
produjo
un
incidente
aislado
hace
meses.
 Alfonso
Velasco,
portavoz
de
la
Unión
de
Campesinos,
asegura
lo
contrario
y
critica
el
vacío
legal
existente.
“Es
una
actividad
peligrosa
y
tenemos
que
tener
cuidado”,
ha
declarado
a
El
Norte
de
Castilla.
Cristian
Biosca,
gerente
coordinador
del
Festival
de
Globos
de
Segovia
y
gerente
de
Volar
en
Globo,
defiende
su
actividad
como
perfectamente
segura
y
regulada,
y
afirma
que
las
vacas
que
ocasionalmente
se
encuentran
ni
se
asustan
ni
se
espantan,
pues
dice
que
están
ya
más
que
acostumbradas
a
su
presencia,
como
los
animales
salvajes
con
los
que
de
vez
en
cuando
también
se
cruza.
El
principal
problema
de
los
vuelos
en
globo
es
que,
por
mucho
que
se
delimiten
áreas
de
vuelo,
no
se
puede
controlar
el
viento,
y
terminan
aterrizando
donde
el
aire
les
lleva.
El
vuelo
se
puede
planificar
hasta
cierto
punto
con
antelación,
pero
cuando
sopla
el
viento,
estás
a
su
capricho.
Esto
conlleva
aterrizajes
ocasionales
en
fincas
privadas
y
terrenos
vallados.
“Intentamos
hacer
las
cosas
bien
siempre
y
si
se
produce
algún
daño
por
el
globo
se
paga,
pero
cuando
ocurre
es
algo
excepcional,
como
mucho
una
vez
al
año”,
afirma
Biosca.
Desde
UCCL
proponen
a
la
subdelegación
del
Gobierno
recuperar
el
pacto
de
2018
y
exigir
a
los
operadores
el
cumplimiento
de
rutas
de
vuelo
alejadas
de
zonas
de
cría
de
ganado,
especialmente
en
épocas
como
la
temporada
de
partos,
más
delicadas
para
los
animales.
Imágenes
|
Turismo
de
Segovia
 
            








































