El ayuno intermitente es algo que ha cobrado mucho protagonismo en los últimos años. Esta estrategia consiste en alternar periodos de alimentación con periodos de ayuno más prolongados de lo habitual, que normalmente se sitúan entre 16 y 24 horas.
La fama del ayuno intermitente se debe a su presunta capacidad para hacernos perder peso, pero puede que muchas personas no sepan todavía cuáles son las ventajas y las desventajas del ayuno intermitente.
Lo bueno del ayuno intermitente
Nos ayuda a mejorar nuestro estado de salud
Muchos científicos se han centrado en estudiar cómo el ayuno afecta a nuestra salud. Descubrieron que realizar ayunos de 16 a 24 horas seguidas podría reducir los factores de riesgo cardiovasculares y metabólicos, ayudando a disminuir la hipertensión arterial y la edad metabólica.
Encontraron también que el ayuno intermitente modifica el entorno hormonal, mejorando la sensibilidad a la insulina, sobre todo en personas con diabetes.
Facilita la pérdida de peso
Aparte de los beneficios sobre la salud, el ayuno puede facilitar la pérdida de peso, ya que nos puede ayudar a conseguir un balance energético negativo o déficit calórico.
Además, realizar comidas más copiosas y menos frecuentes suele generar un mayor estado de saciedad, que podemos utilizar precisamente para conseguir ese déficit calórico.
Mejora la capacidad de autocontrol y adherencia
El ayuno intermitente es una estrategia con mucha versatilidad con respecto a las ingestas a eliminar, y esto es algo muy positivo ya que reduce la carga psicológica de quienes lo practican.
Además, puede ayudar a estas personas a adaptarse a un patrón de alimentación con el que se sientan más satisfechos. Esto equivale a una mayor adherencia a la dieta, ya que terminan teniendo la percepción de tener a su alcance una gran libertad.
Lo feo del ayuno intermitente
Depende del balance energético
No existen pruebas que muestren beneficios por parte el ayuno intermitente frente a las dietas convencionales de cara a la mejora de la composición corporal. El ayuno intermitente no es algo mágico, ya que sin un déficit calórico no habrá pérdida de grasa.
Es cierto que al eliminar una o varias comidas, y al dejarnos menos tiempo a lo largo durante el día para comer, se vuelve más fácil comer menos y adelgazar, y por ello tiene mucho sentido seguir esta estrategia si quieres perder peso, pero si aún haciendo ayuno la ingesta calórica sigue siendo superior al gasto por actividad física, no habrá resultados.
Lo malo del ayuno intermitente
Puede generar estrés y ansiedad
Mientras que para algunas personas puede ser positivo reducir la frecuencia de ingestas ya que esto puede facilitarles la adherencia a la dieta, otras personas pueden sufrir el efecto contrario y terminar sintiendo estrés y ansiedad por la comida.
No es la mejor estrategia para la ganancia de masa muscular
El ayuno intermitente no es una estrategia óptima para la ganancia de masa muscular, ya que resulta difícil compensar esas posibles calorías que dejas de ingerir al realizar el ayuno.
Además, una distribución más uniforme de la ingesta de proteínas genera una mayor tasa de proteínas musculares, que es el proceso final por el cual termina creciendo el músculo.
En Vitónica | Ayuno intermitente: estos son los beneficios científicamente probados de este tipo de estilo de alimentación.
En Vitónica | Ayuno intermitente para principiantes: lo básico que tienes que saber para perder peso.
Imágenes | iStock, Unsplash