Descubrí
las
ventajas
de
una
Smart
TV
hace
años,
cuando
compré
una
Nvidia
Shield
TV
para
mi
televisión
LCD
no
inteligente.
Como
aquella
tele
ya
era
antigua,
en
2020
di
el
salto
a
una
tele
OLED
de
LG,
ya
con
su
WebOS
incluido;
aunque
seguí
usando
Android
TV,
primero
en
la
citada
Nvidia
y
después
en
el
reproductor
de
Tivify:
me
parece
muy
práctico
para
lo
que
vale.
Con
toda
la
experiencia
en
centros
multimedia
para
el
salón,
una
duda
me
asaltaba:
¿cómo
sería
sustituirlo
todo
por
un
proyector
con
Android
TV
incorporado?
Ya
había
hecho
una
prueba
cuando
pude
analizar
un
Xiaomi
de
tiro
corto,
pero
ahora
quería
dejarlo
fijo,
tener
en
el
comedor
una
pequeña
sala
de
cine.
Así
que
apunté
a
Xgimi,
creo
que
es
de
las
marcas
que
mejor
trabajan
los
sistemas
de
proyección
domésticos.
El
Xgimi
Horizon
S
Max
fue
el
elegido.
Un
proyector
te
permite
tener
una
pantalla
gigante.
Con
un
precio
a
pagar

La
idea
no
parecía
mala
según
me
la
planteé:
en
vez
de
usar
mi
tele
LG
OLED
de
55
pulgadas,
que
se
queda
algo
corta
para
películas
de
gran
formato,
pensaba
cubrir
ese
aspecto
con
un
proyector
de
Xgimi
que,
en
teoría,
permite
dimensiones
de
más
de
100
pulgadas
sin
sacrificar
la
resolución
4K
(en
teoría
hasta
200
pulgadas).
Y
con
Android
TV
como
sistema
operativo,
por
lo
que
no
tenía
que
prescindir
de
mis
apps
habituales.
La
idea
no
parecía
mala
en
su
planteamiento.
Tampoco
lo
fue
en
la
práctica,
pero
sí
que
me
crucé
con
ciertas
dificultades
que
no
descubres
hasta
que
preparas
el
comedor
para
convertirlo
en
un
pseudocine.
Como
son:
-
Si
el
proyector
no
es
de
tiro
corto,
necesitas
colocarlo
a
una
buena
distancia
de
la
pantalla
para
conseguir
unas
dimensiones
decentes
de
proyección.
Esto
implica
tener
un
soporte
posterior
estable
y,
como
quería
dejarlo
fijo,
que
dicho
soporte
no
rompiera
con
la
decoración. -
Si
quieres
tener
la
pantalla
de
proyección
en
el
mismo
sitio
que
la
tele,
que
era
mi
idea
(para
no
mover
el
sofá),
necesitas
una
lona
desplegable
que
se
ancle
al
techo.
Fue
mejor
de
lo
que
pensaba,
pero
tuve
que
hacer
agujeros.
Y
la
caja
de
la
pantalla
queda
permanente. -
Dado
que
puse
el
proyector
en
el
extremo
contrario
al
de
la
tele,
no
podía
conectar
ese
dispositivo
a
mi
equipo
de
audio.
El
Xgimi
Horizon
S
Max
se
escucha
muy
bien,
pero
no
como
mi
barra
de
sonido.
Así
que
he
optado
por
un
HDMI
para
conectar
proyector
y
barra
(aún
en
proceso,
tengo
que
estudiar
por
dónde
pasar
el
cable). -
El
proyector
tiene
un
brillo
altísimo,
pero
a
plena
luz
del
día
la
visibilidad
de
la
tele
se
ve
reducida,
también
la
nitidez
de
los
contornos.
Los
proyectores
no
sustituyen
por
completo
a
una
televisión
tradicional,
al
menos
bajo
mi
opinión:
para
el
consumo
de
tele
pura
y
dura
sigo
usando
la
LG
OLED.
Y
si
quiero
más
pulgadas,
solo
he
de
desplegar
la
pantalla
de
proyección
y
encender
el
Xgimi.

La
instalación,
las
pegas
compaginando
el
proyector
con
el
sistema
de
audio
ya
establecido,
la
visibilidad
durante
el
día…
deslucen
la
experiencia
con
este
tipo
de
aparatos.
Pero
cuando
baja
la
luz
y
toca
ver
una
peli,
ahí
es
cuando
todo
merece
la
pena.
O
jugando,
el
Last
of
Us
a
100
pulgadas
es
impresionante.
Usar
un
proyector
como
centro
multimedia
doméstico
ha
sido
mejor
de
lo
que
me
esperaba

Esperaba
compaginar
la
tele
«normal»
con
la
proyectada,
y
así
fue
como
empecé.
Aunque
al
final
acabó
siendo
más
de
lo
segundo
que
de
lo
primero,
no
en
vano
tener
más
pulgadas
de
pantalla
hace
que
la
visualización
mejore.
Incluso
para
los
momentos
en
los
que
no
estoy
sentado
en
el
sofá,
como
durante
las
comidas.
La
calidad
de
imagen
del
Xgimi
Horizon
S
Max,
su
nitidez,
la
reproducción
de
color,
el
brillo
y
la
calibración
automática
de
imagen
hacen
que
la
experiencia
audiovisual
sea
impresionante.
El
sonido
queda
algo
por
detrás
de
la
imagen,
aunque
estoy
en
vías
de
solucionarlo.
Puedo
dar
fe:
el
salón
se
ha
convertido
en
una
sala
de
cine.
No
todo
es
bonito,
por
supuesto:
al
Android
TV
de
Xgimi
le
falta
certificación
de
Netflix,
por
ejemplo.
Aunque
puedo
parchear
este
impedimento
instalando
el
APK,
el
streaming
no
llega
al
4K
máximo
que
ofrecen
los
dispositivos
certificados
por
Netflix.
Además,
el
hardware
base
es
algo
justo
en
materia
de
RAM
(solo
2
GB),
de
almacenamiento
(64
GB;
aunque
puedo
colocarle
un
pendrive/disco
duro
por
USB)
y
de
procesador
(un
Cortex
A55
que
va
bien
en
vídeo,
pero
no
tanto
en
juegos
Android).
Que
un
dispositivo
de
1.900
euros
venga
con
un
hardware
tan
ajustado
me
chirría.

Pese
a
que
el
rendimiento
máximo
sea
ajustado,
el
Xgimi
Horizon
S
Max
se
basta
y
se
sobra
para
lo
que
tiene
que
hacer:
proyectar
imagen
a
la
máxima
calidad
posible.
Es
una
delicia:
puede
sustituir
perfectamente
cualquier
televisor
«clásico».
Estoy
encantado.
Imagen
de
portada
|
Iván
Linares
En
Xataka
Android
|
Cinco
cosas
de
Android
TV
que
me
gustaría
ver
en
mi
Smart
TV
Samsung