Llevar traje en la oficina, además de desfasado, también es más caro

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Hace ya bastantes años que muchas compañías propusieron a sus empleados dejar la corbata en el armario durante los veranos a cambios de bajar la temperatura ambiente de las oficinas, uno o dos grados menos. Lo que en el caso de grandes empresas supone una diferencia sustancial en lo que a costes energéticos se refiere. Porque llevar traje a en la oficina, además de desfasado, también es más caro.

No se trata de pasar del traje y corbata al polo y pantalones cortos. Pero hay un punto intermedio entre las conveniencias laborales para vestir y más comodidad que facilite pasar de una climatización de 21 grados a 23 en verano. Y esto supone un ahorro en energía eléctrica muy importante, más ahora con los costes de la misma disparados.

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¿Está desfasado seguir utilizando traje para ir a la oficina?

Lo cierto es que el traje es un estándar en muchos sectores, aunque no en todas las ciudades se utiliza por igual. Siempre se ha considerado que la primera impresión que causamos será mejor si vestimos con un traje que si utilizamos ropa más informal. El problema es que muchas empresas obligan a sus empleados a utilizarlo, cuando no tienen que visitar a ningún cliente y solo tratan con sus compañeros en las oficinas.

También depende mucho del sector en el que nos movemos. No es lo mismo acudir a un despacho de abogados para una consulta legal y que allí todos vistan de forma informal, que acudir a una empresa de diseño gráfico donde todos utilizan un polo en lugar de camisa y corbata.

A esto se suma que muchos empleados no se sienten del todo cómodos utilizando traje y corbata. Porque no lo utilizan en su día a día, pero también porque para mantener limpio y aseado el traje, las camisas y corbatas les requiere un esfuerzo mayor que la ropa más informal. También a nivel económico para su adquisición.

El ejemplo más sencillo lo hemos tenido durante la pandemia, donde el uso de la ropa cómoda cuando se trabajaba desde casa se ha disparado y la corbata solo salía del armario en el caso de tener alguna videoconferencia.

¿Nos hace mejores trabajadores vestir con traje?

Pero la forma de vestir no solo influye en los demás, también en la percepción que tenemos de nosotros mismos. Un estudio de la revista Psicología Social y Ciencias de la Personalidad, midió a varios individuos que realizaron cinco pruebas cognitivas vistiendo ropas tanto formales como informales. Los resultados mostraron que vestir con traje, aumentó el pensamiento abstracto, que se asocia con la creatividad y la estrategia a largo plazo.

Existe otro estudio de Michael W. Kraus de la Yale School of Management en el que la premisa era que se estudió como influía el uso de traje para realizar una negociación. La diferencia entre vestir con chandal, vestir neutro o vestir con traje arrojaba unas diferencias a la hora de apretar en la negociación de un beneficio mayor de 2.100.000 dólares para el comprador trajeado.

¿Cuánto se puede ahorrar en energía si no llevamos corbata?

No se trata tanto del uso o no de corbata para causar buena impresión. Determinados CEOs de grandes compañías siempre visten igual. Eliminan la elección de qué ropa ponerse, para concentrarse en otras tareas y no perder ni tiempo ni energías.

Es sobre todo en verano cuando más se puede ahorrar si se elimina la corbata de nuestra vestimenta. Subir la temperatura uno o dos grados puede supone un ahorro energético entre el 3 y el 5%, y esto hoy en día supone una gran diferencia para los beneficios de muchas empresas.

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Pero no solo en las oficinas, también cuando nos desplazamos en los vehículos. El gasto de combustible no es igual con aire acondicionado que sin él, y llevar corbata dentro del coche no nos va a hacer mejores vendedores.

Cierto que podemos quitarnos chaqueta y corbata al entrar al coche y volver a ponérnosla al llegar a nuestro destino, pero no es lo más habitual. Si llevamos corbata la mayoría de las personas no se la quitan hasta que no termina su jornada laboral.