Hace años que NTFS sustituyó al FAT32 como sistema de archivos propio de los sistemas Windows; y eso obligó a que los sistemas Linux tuvieran que intentar convivir con NTFS aunque sólo fuera para intentar acceder a otras particiones en equipos con arranque dual.
Sin embargo, dicha misión siempre había sido una piedra en el zapato linuxero, funcionando con toda clase de limitaciones pese a los numerosos esfuerzos… al menos hasta ahora.
Pese a que Microsoft liberó sus patentes sobre sistemas exFAT cuando cambió su retórica con respecto al open source, se guardó para sí la información sobre cómo operaba el NTFS.
No es que eso haya frenado a la comunidad open source antes: recurrir a la ingeniería inversa ha permitido grandes avances en los últimos años para lograr compatibilidad con protocolos como SMB, o para sacar adelante proyectos como Wine, el emulador de Windows.
Sin embargo, el NTFS se había mostrado más difícil de gestionar, y los progresos habían sido mucho más discretos, de tal modo que los usuarios de Linux contaban sólo con dos drivers NTFS incompletos a su disposición:
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NTFS-3G: Usado desde Linux, sólo era capaz de leer unidades NTFS, no de escribir en ellas (más tarde sí fue capaz, pero seguía siendo incapaz de cosas como cambiar los permisos de los ficheros). Y resulta horripilantemente lento de usar, por no mencionar que la wiki oficial de Arch Linux, recomienda hacer copia de seguridad de tus datos antes de intentar usarlo para cambiar el tamaño de una partición.
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Captive NTFS: Capaz de escribir y leer particiones NTFS… pero utilizando el fichero ntfs.sys del propio Windows, con todas las complicaciones técnicas y legales que eso suponía. En cualquier caso, este proyecto está muerto y ya no se actualiza.
Y ahí es donde entra Paragon
Mientras, la compañía Paragon se había propuesto crear su propio driver NTFS para Linux propietario adoptando un enfoque diferente: asociarse con Microsoft. Su driver era rápido y eficiente, sí, pero el cambio de estrategia de Microsoft con respecto a Linux pilló a Paragon ‘con el pie cambiado’…
…hasta que ellos mismos decidieron tomar nota del volantazo dado por Satya Nadella y ofrecer el código de su driver a la comunidad Linux para que fuera incluido en el kernel. Eso fue en septiembre de 2020.
Pero rápidamente quedó claro que pasar de las buenas intenciones iba a ser complicado: Linus Torvalds y el resto de mantenedores del kernel Linux juzgaron inintegrable el código del driver; en primer lugar por ser demasiado extenso (27.000 líneas de código) y porque los desarrolladores de Paragon no eran capaces de integrarse en la dinámica de trabajo de GitHub.
Sin embargo, un año después, tras varios múltiples problemas y complicaciones a la hora de coordinar trabajos, el driver NTFS3 de Paragon está integrado en la ‘realease candidate’ de la versión 5.15 del kernel de Linux, que en breve se convertirá en la versión estable del mismo y empezará a integrarse en las grandes distribuciones.
Y, en ese momento, por fin, NTFS habrá finalizado su viaje de integración en Linux. Nunca es tarde si la dicha es buena.
Vía | The Register