Con Macri descontando, encuestas conocidas en julio muestran estrecha ventaja para la fórmula Fernández-Fernández
A menos de un mes de las PASO, las encuestas conocidas en julio muestran estrecha ventaja para la fórmula Fernández-Fernández, con Macri descontando. La encargada por el Banco BTG Pactual para las PASO da 37,8% para FF (Fernández-Fernández) y 34,4% para MP (MacriPichetto); la misma encuesta para la elección general, reduce la ventaja (37,9% a 36,5%); la de RDT (Real Data Time) otorga a la principal fórmula de la oposición 37%, frente a 35% del oficialismo; Giacobbe y Asociados consigna 40% para la fórmula encabeza por Alberto Fernández y 37% a la de Macri; M&F, da 39,9% a FF y 38,2% a MP, reduciendo dicha ventaja a menos de un punto en un sondeo difundido a los pocos días; Opinaia registra 32% a 29% a favor de FF; Raúl Aragón, da 35,8% para FF y 29,7% para MP; una segunda encuesta de RDT, registra un empate en 35 punto; la de Ricardo Rouvier, da 39,6% a la principal fórmula de la oposición y 35,2% al oficialismo y la de Analogías, 42% para Fernández y 38% para Macri.
Lavagna aparece con porcentajes muy diferentes, que oscilan entre 4% y 13% y algo similar sucede con Espert, va del 4% al 7,5%. Ambos superan al voto de izquierda. Para la estrategia de la Rosada, es mejor que en esta etapa la fórmula K tenga cierta ventaja, para motivar el voto de quienes piensan no votar en las PASO.
El oficialismo por su parte reunió a 4.000 candidatos en Parque Norte, para bajar los lineamientos de la campaña nacional. Aunque no tuvieron oportunidad de expresarse, los candidatos de la UCR y la CC mostraron un claro alineamiento con la conducción nacional de Cambiemos (que electoralmente se denomina “Juntos por el Cambio”) superando las resistencias que se registraban hasta hace pocas semanas. Pero la figura central fue el candidato a Vicepresidente, el senador nacional Miguel Ángel Pichetto.
Lo mismo sucedió pocos días después en Córdoba, donde se lanzó oficialmente la campaña nacional del oficialismo, en la misma provincia que se hizo en 2015. La situación se repitió en La Plata, al iniciarse la campaña para la reelección de María Eugenia Vidal. Es discutible si el candidato a Vicepresidente está sumando votos peronistas, pero sí que ha entusiasmado a los militantes y candidatos de Cambiemos, que lo aplauden como si fuera la segunda figura del oficialismo.
Alberto Fernández logró unificar los distintos equipos de campaña, como lo pretendió durante la semana pasada. Por un lado, desde el Instituto Patria se maneja la campaña de la ex presidenta, que sigue teniendo la presentación de su libro como eje; por otro, está la que realiza su candidato a Presidente, que busca la moderación, pero las circunstancias lo han llevado a confrontar con el periodismo; un tercer equipo es el de Kicillof, en la campaña para la gobernación de Buenos Aires y por último el de Sergio Massa, que ante todo busca que no pierda protagonismo.
Cristina Kirchner volvió la semana pasada de Cuba y realizó el acto de presentación de su libro en Santa Cruz, cuya gobernadora (Alicia Kirchner) realiza las elecciones provinciales el mismo días de las PASO nacionales. Alberto Fernández no tuvo éxito en ordenar los equipos de campaña y ahora deberá hacerlo la candidata a la Vicepresidencia, quien pareciera inclinarse por denunciar la campaña “agresiva y violenta” del Frente por el Cambio y mantener la moderación en la del Frente de Todos, que es la denominación electoral de su fuerza política. La “hiperpolarización” que impulsa la Rosada también beneficia a la fórmula que lleva a Cristina para la vicepresidencia.