En los últimos años hemos ido descubriendo como **el levantamiento de peso tiene más ventajas para nuestra salud»* de las que creíamos. Hace unos meses, sin ir más lejos, un estudio encontró que levantar peso podía ayudar a prevenir los síntomas de la depresión.
También sabemos que se trata de un tipo de práctica que puede ayudarnos a vivir más. Sin embargo, esta es una práctica que a algunas personas, especialmente mujeres, les sigue dando respeto por miedo a muscularse más de lo deseado.
Un nuevo estudio, publicado hace tan solo unos días, nos ofrece nuevos motivos para atrevernos con esta práctica. Y es que, según los resultados de esta investigación, levantar pesas durante menos de una hora a la semana, reduce importantemente el riesgo de padecer un ataque al corazón.
Para llevar a cabo esta investigación analizaron información de hasta 13.000 personas perteneciente a la Aerobics Center Longitudinal Study. Estos investigadores midieron tres variables relacionadas con la salud: ataques al corazón que no resultaron en fallecimiento, cualquier patología o accidente cardiovascular que resultara en el fallecimiento y todos los motivos de fallecimiento.
Los resultados señalaban que el levantamiento de peso reducía los niveles de las tres variables. Especialmente en el caso de los ataques al corazón, donde el riesgo de sufrirlo se veía reducido entre un 40 y un 70% en las personas que llevan a cabo levantamiento de peso una hora a la semana.
Una de las cosas más relevantes que señala este estudio es que estos beneficios se observan al margen de que la persona en cuestión realice otro tipo de ejercicios aeróbicos como salir a caminar, correr o nadar. Además, los investigadores no encontraron diferencias en la reducción del riesgo al llevar a cabo más horas de levantamiento de peso.
Esto quiere decir que, aunque no tengamos demasiado tiempo para entrenar, una hora de entrenamiento de fuerza a la semana puede ofrecernos beneficios cardiovasculares sin necesidad de hacer otros ejercicios como los de cardio, por ejemplo.
En cualquier caso, este es una de las primeras ocasiones en las que se estudia el efecto del entrenamiento de fuerza y resistencia en nuestra salud cardiovascular. Por ello, es necesario llevar a cabo más investigaciones que confirmen o no estos resultados. Mientras tanto, la falta de tiempo ya no es excusa para no cuidar de nuestro corazón.
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