Mantener
el
músculo
en
plena
forma
después
de
los
50
años
es
crucial,
pero
también
es
todo
un
reto.
A
medida
que
envejecemos,
perdemos
masa
muscular
de
manera
natural,
un
proceso
conocido
como
sarcopenia,
que
puede
afectar
la
movilidad,
la
independencia
y
la
calidad
de
vida.
Una
forma
sencilla
y
efectiva
de
frenar
esta
pérdida
es
aumentar
el
consumo
de
proteínas
en
nuestra
dieta
diaria.
Las
proteínas
son
fundamentales
porque
contribuyen
al
mantenimiento
y
la
reparación
de
los
músculos.
Sin
embargo,
no
todas
las
proteínas
son
iguales.
Por
eso,
elegir
fuentes
proteicas
de
alta
calidad
es
fundamental
para
obtener
todos
los
aminoácidos
esenciales
necesarios
para
preservar
y
fortalecer
el
músculo.
A
continuación,
veremos
tres
fuentes
de
proteína
fáciles
de
incorporar
en
la
dieta
diaria,
especialmente
recomendadas
para
mayores
de
50
años.
LAS
MENTIRAS
(y
VERDADES)
sobre
los
BATIDOS
de
PROTEÍNAS
Las
tres
fuentes
de
proteína
de
calidad
de
fácil
preparación
y
que
protegen
los
músculos

Integrar
los
siguientes
grupos
de
alimentos
en
la
dieta
diaria
es
sencillo
y
puede
marcar
una
gran
diferencia
en
la
salud
muscular
y
general
después
de
los
50
años.
Combinar
yogur,
huevos
y
pescado
en
conserva
en
distintas
comidas
garantiza
una
ingesta
proteica
suficiente
y
variada,
ayudando
a
proteger
tu
masa
muscular
y
mejorar
tu
calidad
de
vida
durante
muchos
años
más
Lácteos:
el
grupo
de
alimentos
rico
en
proteína
que
ya
está «listo
para
comer»
En
primer
lugar,
destacan
los
lácteos,
especialmente
el
yogur.
Este
alimento
no
solo
es
rico
en
proteínas
de
alta
calidad,
sino
que
también
aporta
calcio,
fundamental
para
mantener
huesos
fuertes
y
prevenir
la
osteoporosis.
El
yogur
natural
o
griego
es
ideal,
ya
que
se
puede
añadir
fácilmente
a
desayunos,
meriendas
o
incluso
como
postre
saludable
combinado
con
frutas
y
frutos
secos.
Huevos:
el
alimento
barato
que
aporta
proteína
sin
apenas
preparación
Otra
excelente
fuente
proteica
son
los
huevos.
Su
versatilidad
los
convierte
en
una
opción
perfecta
para
quienes
buscan
sencillez
y
rapidez
en
sus
comidas.
Además,
el
huevo
aporta
proteínas
completas,
vitaminas
y
minerales
esenciales.
Desde
tortillas,
huevos
revueltos
hasta
cocidos,
integrarlos
en
tu
dieta
es
sencillo
y
ofrece
una
gran
variedad
de
preparaciones
saludables
y
sabrosas.
Pescado
en
conserva:
reserva
de
proteínas
de
calidad
para
tirar
en
cualquier
momento
El
pescado
en
conserva
es
otra
alternativa
práctica
y
nutritiva.
Sardinas,
atún
o
caballa
en
lata
proporcionan
proteínas
de
alto
valor
biológico,
además
de
ácidos
grasos
omega-3,
importantes
para
el
corazón
y
el
cerebro.
Su
comodidad
es
insuperable:
pueden
añadirse
a
ensaladas,
bocadillos
o
pastas,
convirtiéndolos
en
un
aliado
perfecto
para
quienes
buscan
practicidad
y
nutrición.
En
Vitónica
|
El
mejor
momento
del
día
para
tomar
proteína
y
ganar
la
máxima
masa
muscular
(y
no
es
después
de
entrenar)
Imágenes
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