Utilizar
sistemas
de
radio
para
las
comunicaciones
en
un
entorno
hostil
siempre
ha
implicado
un
riesgo
técnico:
emitir
energía
significa
dejar
rastro.
Por
eso,
desde
hace
décadas,
el
desafío
ha
sido
encontrar
un
sistema
que
permita
transmitir
información
sin
ser
detectado.
En
China
podrían
haberlo
conseguido
Según
SCMP,
unos
investigadores
han
desarrollado
una
solución
que
rompe
con
el
modelo
tradicional:
permite
enviar
datos
sin
emitir
señales
activas.
No
hay
pulsos
de
radio,
ni
haces
de
microondas.
Todo
se
basa
en
reflejar
lo
que
ya
está
en
el
aire.
El
sistema
aprovecha
la
presencia
de
satélites
de
radar
—como
los
Gaofen-3
y
Ludi
Tance
1—
para
usar
sus
propios
ecos
como
medio
de
transporte
de
la
información.
No
es
lo
que
se
emite,
sino
lo
que
se
refleja
La
clave
se
encuentra
en
una
superficie
inteligente
formada
por
cientos
de
baldosas
de
metamateriales
programables.
Cuando
un
radar
de
apertura
sintética
(SAR)
ilumina
el
objetivo
—ya
sea
un
tanque,
un
buque
o
un
avión—,
estas
baldosas
manipulan
la
señal
reflejada
cambiando
su
fase:
0°
cuando
está
“encendida”,
180°
cuando
está
“apagada”.
Esa
simple
alternancia
permite
codificar
mensajes
directamente
en
el
eco
del
radar.
Se
trata
de
un
sistema
que
modula
lo
que
le
llega.
Y
lo
hace
sin
impedir
que
el
radar
cumpla
su
función:
los
investigadores
aseguran
que
han
logrado
mantener
la
fidelidad
de
imagen
con
una
pérdida
inferior
al
10 %.
Las
plataformas
que
la
utilicen
deberían
poder
intercambiar
información
de
forma
segura,
evitando
revelar
su
posición.

Superficie
inteligente
formada
por
baldosas
de
metamateriales
programables
Hacer
que
este
tipo
de
comunicación
funcione
va
mucho
más
allá
de
jugar
con
reflejos.
El
principal
reto
era
sobrevivir
en
ciudades
saturadas
de
señales,
donde
el
ruido
electromagnético
lo
inunda
todo,
y
en
mares
agitados,
donde
el
balanceo
constante
distorsiona
las
señales
reflejadas.
El
equipo
liderado
por
Liu
Kaiyu
dice
que
ha
diseñado
algoritmos
capaces
de
elevar
la
relación
señal/ruido
hasta
un
300 %
y
sensores
inerciales
que
corrigen
en
tiempo
real
el
movimiento
de
las
plataformas.

Metasuperficie
de
información
combinada
con
un
sistema
de
comunicación
inalámbrica
pasiva
Por
ahora,
todo
se
ha
probado
en
entorno
controlado:
laboratorio,
simulaciones
y
análisis
de
datos
obtenidos
por
satélite.
No
hay
evidencia
de
que
esta
tecnología
esté
desplegada
en
el
campo
de
batalla.
Pero
el
equipo
de
Liu
tiene
planes
claros:
probar
el
sistema
con
plataformas
reales
y
validar
su
resistencia
al
bloqueo
de
señales.
Su
hoja
de
ruta
incluye
combinar
esta
tecnología
con
radares
de
múltiples
modos
y
crear
una
red
integrada
entre
el
espacio,
el
aire
y
el
suelo.
El
objetivo
final
es
ambicioso:
construir
un
sistema
de
comunicaciones
seguro
capaz
de
funcionar
incluso
en
escenarios
con
guerra
electrónica
intensa.
Los
detalles
de
la
investigación
se
encuentran
disponibles
en
un
artículo
publicado
en
Journal
of
Radars.
Imágenes
|
Liu
Kaiyu
y
equipo
|
Xataka
con
Grok
|
aboodi
vesakaran