Conocemos
miles
de
especies
de
mariposas
con
hábitats,
aspectos
y
costumbres
de
lo
más
variopinto.
Entre
estas
diferencias
también
está
la
forma
en
la
que
estos
lepidópteros
se
ponen
al
fresco.
Buscando
el
fresco.
Un
estudio
realizado
sobre
mariposas
de
Gran
Bretaña
y
Cataluña
han
revelado
una
curiosa
(e
importante)
diferencia
entre
las
dos
poblaciones:
las
mariposas
en
la
península
son
mejores
a
la
hora
de
regular
su
temperatura
corporal.
Según
el
estudio,
en
el
que
colaboraron
investigadores
de
las
universidades
Pompeu
Fabra
y
de
Cambridge,
así
como
del
CSIC,
las
mariposas
en
Cataluña
aprovechan
la
luz
solar
inclinando
sus
alas
para
así
calentarse.
Las
británicas,
sin
embargo,
dependen
de
la
búsqueda
de
microclimas
más
adecuados
para
regular
su
temperatura.
El
problema
está
cuando
llega
el
calor.
En
este
caso
ambas
poblaciones
recurren
a
la
misma
estrategia
de
buscar
zonas
más
frescas.
Algo
que
implica
un
riesgo
para
su
subsistencia
en
un
contexto
de
aumento
progresivo
de
las
temperaturas.
Doble
análisis.
El
estudio
se
basa
en
parte
en
un
análisis
previo,
publicado
en
2020,
que
estudió
distintas
especies
de
mariposas
en
en
Reino
Unido
para
comprender
mejor
sus
estrategias
de
termorregulación.
También
analizaron
la
mayor
o
menor
capacidad
de
estas
a
la
hora
de
permitir
a
los
insectos
a
adaptarse
a
problemas
como
el
cambio
climático
o
la
pérdida
del
hábitat.
En
este
primer
estudio
el
equipo
comprobó
que
las
mariposas
tenían
bastante
capacidad
de
regular
su
temperatura,
pero
querían
saber
qué
tal
les
iba
a
sus
primas
en
climas
más
meridionales
como
el
mediterráneo.
“En
España,
las
mariposas
pasan
mucho
más
tiempo
a
su
temperatura
óptima
porque
hace
más
calor,
pero
también
existe
un
mayor
riesgo
de
sobrecalentamiento”,
explicaba
en
una
nota
de
prensa
Andrew
Bladon,
quien
lideraba
el
estudio.
Rumbo
al
sur.
El
equipo
analizó
23
especies
de
mariposas
en
Cataluña,
800
ejemplares
adultos
cuyas
estrategias
de
termorregulación
fueron
comparadas
con
las
de
los
ejemplares
británicos.
Comrpobaron
así
que
las
mariposas
en
Cataluña
eran
mejores
a
la
hora
de
“amortiguar”
su
temperatura
corporal
y
que
las
mariposas
británicas
dependían
más
de
la
búsqueda
de
microclimas
más
favorables.
Los
detalles
del
estudio
fueron
publicados
en
la
revista
Journal
of
Animal
Ecology.
La
pérdida
del
hábitat.
Una
de
las
claves
de
este
es
cómo
ambas
poblaciones
de
mariposas
pueden
adaptarse
a
la
pérdida
de
hábitat.
Aquí,
la
mayor
habilidad
a
la
hora
de
adaptarse
puede
servir
de
poco
a
las
mariposas,
ya
que
la
temperatura
ambiental
es
más
alta.
Y
con
tendencia
al
alza.
La
pérdida
del
hábitat
implica,
además,
que
las
mariposas
ven
limitada
su
capacidad
de
buscar
nuevos
microclimas,
algo
relevante
en
ambas
poblaciones
cuando
las
temperaturas
superan
el
óptimo.
No-mow
May.
Estamos
en
pleno
mes
de
mayo,
el
mes
en
el
que
los
británicos
ponen
en
marcha
su
iniciativa
“mayo
sin
corte”
(“no-mow
May”).
Esta
iniciativa
se
basa
en
evitar
las
siegas
durante
el
mes
de
mayo.
Dejar
la
hierba
crecer
en
jardines,
parques
y
cunetas
permite
a
las
mariposas,
abejas
y
otros
insectos
buscar
cobijo
en
las
hierbas
pero,
sobre
todo,
les
permite
encontrar
alimento
en
las
flores
que
crecen
en
estos
entornos.