Sin
embargo,
no
todas
las
frutas
responden
bien
al
frío
y,
en
algunos
casos,
la
refrigeración
puede
alterar
su
sabor
y
textura,
así
como
su
conservación.
De
hecho,
existen
frutas
que
no
deben
guardarse
en
el
frigorífico,
ya
que
el
frío
puede
detener
su
proceso
natural
de
maduración.
Es
el
caso
de
los
plátanos,
que
tienden
a
oscurecerse
y
perder
su
dulzura
cuando
se
almacenan
a
bajas
temperaturas.
Otros
ejemplos
son
los
melocotones
y
los
aguacates,
que
necesitan
mantenerse
a
temperatura
ambiente
para
desarrollar
correctamente
su
sabor.
@fruterotiktokeroTu
que
haces?
#fruterotiktokero
#fruta
Así
lo
ha
puesto
de
relieve
también
el
conocido
frutero
de
Tik
Tok,
que
ha
explicado
que
las
frutas
de
hueso
poroso
no
resisten
bien
la
humedad
a
la
que
los
somete
la
nevera.
Lo
que
les
sucede
a
los
melocotones,
paraguayos
y
nectarinas
es
que
“les
entra
humedad
por
los
poros
que
tiene
la
piel”.
De
este
modo,
solo
puede
ponerse
un
rato
a
enfriar,
pero
no
mantenerse
refrigerada
durante
horas,
ya
que
la
nevera
las
echará
a
perder.
Según
relata,
la
humedad
se
convierte
en
un
círculo
negro
que
rodea
el
hueso
del
fruto,
de
manera
que
donde
mejor
está
es
fuera
del
frigorífico.
La
clave
para
un
almacenamiento
adecuado
de
las
frutas
radica
en
conocer
las
características
de
cada
una.
Mientras
algunas
se
benefician
del
frío
para
prolongar
su
vida
útil,
otras
requieren
madurar
fuera
del
frigorífico
para
alcanzar
su
máximo
potencial
en
términos
de
sabor
y
textura.
Foto
|
Maurício
Mascaro
En
DAP
|
Este
es
el
supermercado
más
barato
de
España
este
2024,
según
la
OCU