Ante la pandemia por infección de coronavirus se ha creado un nuevo escenario que genera una gran preocupación en la comunidad médica, esto es la notable disminución de las consultas ante la presencia de distintas enfermedades que afectan a las personas. Esto genera una falta de diagnóstico temprano para un tratamiento oportuno.
Por eso la importancia de asistir a tiempo a una entidad de salud, lo que sugiere María Laura Bruera en contacto con TDN, Canal 10.
Muchos en nuestra ciudad de Brinkmann conocemos a “Lali” Bruera (38 años) y sobre todo su historia superadora; tuvo tres trasplantes de riñón, rechazando dos hasta que su hermana gemela le donó su riñón y vive gracias a eso.
Fotos: Las Gemelas “Brueras”
Ellas son tres hermanas, María Inés y Angélica, una vive en la ciudad de Rafaela y la otra en Arroyito, su mamá Mirta Cravero. “Lali” es preceptora en el Ipetym 262 Belisario Roldán y del CENMA 128 “Padre Jorge Isaac”, además de Técnica en Seguridad Industrial, casada con Maximiliano Galotto.
Foto: Inés, Mirta y Laura.-
Foto: Angélica, Inés y Laura.-
En tiempos tan difíciles “Lali” fue sometida a dos nuevas cirugías, sumando 36 en total, y nos cuenta “tenía un turno para control en la ciudad de Córdoba, Clínica Privada Vélez Sarfield, donde siempre voy , pero unos días antes empecé a sentir dolores muy fuertes en la zona de los ovarios, llegada a la clínica acompañada de mi esposo luego de solicitar los certificados para viajar, los médicos me determinaron que se trataba de un absceso ovárico, es decir, una bolsa llena de pus en un ovario que usualmente es causado por una bacteria; esto implicó rápidamente una cirugía de urgencia donde me extrajeron el absceso únicamente, pero lamentablemente en pocos días se volvió a formar ese pus, un nuevo absceso pero esta vez en la trompa de falopio ezquierda; los médicos acá debieron extraer la trompa de falopio ezquierda y un ovario limpiando toda esa zona…”, relata Laura.-
En esta oportunidad “Lali” conmovida sostiene “no fue una operación más como las de antes, en esta sentí más temor, el agotamiento de estar una vez más en ese lugar, pensé en ir y volver y no fue así; era de riesgo porque toda cirugía lo es, pero yo ya tengo 36 en total y corría el temor de lastimar algún órgano más, pero siempre creo en Dios y siempre salí de todas, esta vez estaba más sensibilizada y más débil, me costó pero de a poco recuperándome…”.–
El turno con sus médicos especialista fue el 22 de junio y el alta la recibió el 08 de julio cuando pudo regresar a Brinkmann junto a su esposo y guardarse por 15 días cumpliendo la estricta cuarentena en sus hogares totalmente aislados.
Del otro lado de la pantalla, Inés Bruera, la hermana gemela, desde la ciudad de Rafaela, Santa Fe, quien dice “la última vez que nos vimos fue en el cumple 70 de nuestra mamá, Mirta, eso significa que hace de marzo que no nos vemos, llevamos cinco meses sin vernos, sin abrazarnos y nos tocó este duro momento, Lali lejos y con una cirugía de riesgo; ella ya nos tiene acostumbrado a esto, porque gran parte de su vida eran las clínicas, el tema es que siempre pudimos verla, acompañarla, sobre todo mi mamá, que esta vez no pudo, es persona de riesgo, mayor, y no podía salir de Brinkmann; por eso rezamos mucho y con la ayuda de Dios, de nuestros seres queridos y amigos la petisa (risas) pudo salir adelante; y no sabemos cuando podremos vernos, vivimos en otro departamento, otra provincia y lo único que tenemos son los contactos telefónicos por videollamadas…”.-
Para continuar “Laura es inmensa, una fuerza enorme tiene; jamás me arrepentí de ser su donante, y siempre supe donando mi riñón a ella iba a ser compatible por ser gemela y sería la solución a sus problemas; por supuesto que ella necesita de sus controles pero es tan importante la donación de órganos, podemos salvar vidas, podemos dar calidad de vida a las personas que queremos o a las que no conocemos, pero lo importante es donar, ayudar… estoy muy contenta de tener una hermana como Laura, ejemplo de todo; y agradecer a la vida de la familia que me dio, sobre todo destacar el rol de mi madre, siempre acompañando en cada momento, en cada difícil situación…”.–
En breve audios y videos.-
Un circuito quirúrgico seguro
Laura explicó los controles estrictos de la Clínica dada la situación del coronavirus. “Muy comprometidos con los pacientes, la institución adoptó todas las medidas establecidas por organismos oficiales y sumado aquellas que también considera necesarias para cuidar la salud y el bienestar de quienes asisten a esos establecimientos.
“En lo que respecta a procesos de quirófano implementaron un circuito a seguir para mayor seguridad de los pacientes y sus familiares, tanto en la realización de estudios pre-quirúrgicos, como admisión y área quirúrgica. Todos los profesionales usan guantes y mascarillas transparentes y los pacientes no salen a los pasillos sin barbijos…”.-
Llegada la cirugía, entre las principales medidas adoptadas:
La realización sistemática de un chequeo de seguridad relacionada al Covid-19.
El acompañamiento de un representante de la institución en todo el proceso administrativo, para una gestión ágil y sin demoras.
La disposición de pisos exclusivos para pacientes que hayan tenido una cirugía, con habitaciones individuales.
El acompañamiento de 1 (una) persona por paciente solo en aquellos casos en que sea indispensable dicha presencia. En los casos en que no se requiera, el paciente asiste solo.
En relación al cuidado de la salud, en los últimos meses se puso en evidencia una creciente falta de control clínico por parte de las personas. A esto se sumó también una discontinuidad en distintos tratamientos médicos y consultas tardías ante patologías crónicas o agudas. Por ello es de suma importancia recordar que el cuidado de la salud es un pilar básico para poder detectar problemas antes de que ocurran, diagnosticar enfermedades en etapas iniciales e identificar factores de riesgo que podrían favorecer el desarrollo o complicación de enfermedades.
Foto Clínica.-
Testimonio superador
Desde los cinco años comenzaron sus problemas renales. En otra oportunidad Laura narró “concurrimos con mi familia a especialistas inmediatamente para comenzar con diversos tratamientos hasta que cumplí los 10 años, desde esa edad debía recibir un trasplante, es así que el primero que recibí es el de mi mamá, de Mirta, una gran mujer que siempre estuvo a mi lado de manera incondicional, viajando conmigo y pasando largos días y noches conmigo, pero lamentablemente lo rechacé, después de un tiempo, el segundo trasplante cadavérico, que también rechacé en 48hs, luego de estos dos intentos, continué con diálisis primero y luego hemodiálisis…” explicó los procesos. “Pero llegó el día, después de cumplir la mayoría de edad, que mi hermana gemela Inés, se hizo las pruebas correspondientes y recibí su riñón, que es el que actualmente tengo, agradecida a la vida por su donación, pero quiero hacer y dedicar unos minutos también para que la gente sepa que mi hermana mayor, Angélica, es adoptada, y ella fue la primera en hacerse los estudios de rigor para poder ser donante también, un gesto que llevo guardado hasta hoy, mi familia fue el pilar más importante, junto con mis amigas, era muy pequeña, faltaba a la escuela primaria, a la secundaria, no podía salir, me pinchaban los brazos, estaba cuatro horas en hemodiálisis, salía mareada, no podía hacer una vida normal, hasta la donanción del órgano de mi hermana gemela…” agregó.
Siguió “tengo recaídas de mi último riñón pero es controlable, mis médicos, de Córdoba, me cuidan todo el tiempo, viajo una vez al mes por los controles y ante alguna situación directamente me quedo en observación, hago vida normal, deporte, me cuido en las comidas, salgo, viajo, pero por sobre todo soy responsable con la medicación, debemos tomar medicamentos de por vida, ser cuidadosos con los horarios y respetar las órdenes de los médicos, pido a quienes padeces enfermedades renales, hagan caso a los profesionales…”.
En cuarentena
En tiempos complejos, con situación de irritabilidad constante, hagamos una pausa para repensar nuestros comportamientos y apelar a la empatía.
Tener presente que los cambios de rutina tan abruptos, la incertidumbre y la amenaza de la pandemia por el Covid-19 afecta nuestro estado emocional por más saludables que seamos. Considerar que esto mismo le ocurre a los demás, por lo tanto, intentar ejercitar la tolerancia con nosotros mismos y con los demás.
A saber que las personas somos seres rutinarios, sociales y valoramos la previsibilidad. Tengamos presente que la pandemia en pocas meses alteró todo esto.
El cambio implica desarrollar conductas flexibles y adaptativas a esta situación con la finalidad de afrontarla positivamente.
Buscar ayuda adicional. Si se siente muy nervioso, triste, ansioso o que la situación afecta alguna esfera de su vida, busque un profesional de la salud mental. Siempre con la finalidad de encontrar modos constructivos de manejar la adversidad.
Gracias Laura e Inés por su tiempo con Universal Medios.-
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