Todos los padres deseamos que nuestros hijos crezcan felices, con una autoestima sana y confianza en sí mismos. Para ello, es imprescindible criar y educar con apego y respeto, y no dudar en decirles cosas que les motiven ya alienten.
Estas son las frases imprescindibles que deberías decir cada día a tus hijos para que crezcan felices y confiados, y que suponen un auténtico regalo para el alma.
«Te quiero»
Nunca dos palabras tan sencillas tuvieron un significado tan potente. Tanto es así, que las reservamos exclusivamente a las personas más especiales para nosotros; esas personas que lo son todo en nuestra vida y a quienes amamos con toda el alma.
Decir te quiero a nuestros hijos reconforta su corazón, fortalece su autoestima y les ayuda a crecer seguros y confiados.
Los «te quiero» no deberían faltar nunca en la comunicación diaria con nuestros hijos; tanto en los momentos en los que pronunciarlo sea casi instintivo (por ejemplo, cuando los dejamos en el cole o nos despedimos de ellos para ir a trabajar), como en otros en los que quizá nos cueste más trabajo, como puede suceder tras un conflicto o una discusión.
«Aquí estaré siempre que me necesites»
Es importante que nuestros hijos crezcan sabiendo que pueden contar con nosotros cuando nos necesiten, y que no vamos a fallarles, ignorarles o menospreciar sus problemas. Para ello es fundamental construir desde el inicio una relación positiva basada en la confianza muta, y en el respeto a sus tiempos y necesidades.
«Te escucho»
Nuestro día a día está repleto de interferencias que nos desconectan y nos alejan de nuestros hijos. Los padres debemos hacer un ejercicio de reflexión e identificar cuáles son esas interferencias, apartarlas del camino de la crianza y proponernos escuchar siempre a nuestros hijos con los cinco sentidos.
«Te respeto»
Más que decírselo con palabras, nuestros hijos necesitan hechos; necesitan sentirse respetados por sus padres en sus opiniones y decisiones, necesitan saberse aceptados (y amados) en su forma de ser, y también ser respetados en su espacio, gustos y privacidad.
No es un ejercicio fácil para los padres, pero es muy importante ser conscientes del increíble efecto que genera en la autoestima de nuestros hijos ser tratados con respeto, en el completo significado de la palabra.
«Te entiendo»
Todos actuamos movidos por un interés, un deseo o una necesidad, pero algunas veces, especialmente en la infancia, esa forma de actuar puede no ser la más adecuada.
La empatía es la base de cualquier relación sana y positiva. Empatizar y entender a nuestros hijos es vital para su desarrollo.
Los padres tenemos la obligación de aprender a mirar más allá de la conducta; entender por qué nuestros hijos actúan como lo hacen y después, desde esa posición de conexión y empatía, corregir.
«Yo también me equivoco»
Corregir a nuestros hijos nunca debería pasar por hacerlos sentir mal, sino todo lo contrario. Desde pequeños, los niños deben aprender a ver los errores como oportunidades de aprendizaje, pero para ello es fundamental que los padres tratemos el error como algo positivo y demos ejemplo con nuestros actos, asumiendo cuando nos equivocamos y buscando la forma de reparar ese error.
«Lo siento»
Y al igual que reconocemos cuando nos equivocamos, también es vital para el desarrollo de nuestros hijos que les pidamos perdón cuando cometemos una acción o conducta de la que no nos sentimos orgullosos.
Muchos padres creen que decir «lo siento» en estos casos es un signo de debilidad, pero realmente es todo lo contrario: se trata de una de las mayores lecciones de amor, humildad y respeto que podemos ofrecer a nuestros hijos.
«Juntos solucionaremos cualquier problema»
Si nuestros hijos nos ven actuar de forma responsable cuando cometemos un error, muy probablemente acudan a nosotros en busca de asesoramiento cuando también les pase a ellos. No obstante nunca está de más recordarles verbalmente que siempre podrán contar con nosotros, y que no hay error que no pueda solucionarse cuando se reconoce, se asumen las consecuencias y hay voluntad para repararlo.
«Confío en ti»
Pocas frases tienen un impacto positivo tan grande en la autoestima del niño como escuchar a sus padres decirle: «confío plenamente en ti». Para nuestros hijos, saber que creemos en ellos les ayuda a crecer seguros y con confianza en sí mismos para afrontar cualquier situación, tomar decisiones o enfrentarse a cualquier objetivo que se propongan en la vida.
«Tú puedes»
Una de las muchas frases que podemos decir a nuestros hijos cada día para empoderarlos es «¡Tú puedes!». Estas dos sencillas palabras tienen un efecto mágico y alentador, ya que les motiva a la hora de intentar las cosas, a no ponerse límites y sobre todo, a creer en su valía.
«Es un privilegio ser tu madre/padre»
Nuestros hijos son lo más importante que tenemos, no nos imaginamos la vida sin ellos tal cual son, con sus virtudes y sus flaquezas. Demuéstrale cada día que te sientes afortunado de ser su padre/madre.