Con un título que podría ser el de un reportaje de Telecinco, Mindy Kaling (‘The Office‘, ‘Yo nunca‘) vuelve a la carga con su nueva comedia, en esta ocasión para HBO Max: ‘La vida sexual de las universitarias‘ (‘The Sex Life of College Girls’), serie que la guionista indoamericana cocrea junto a Justin Noble.
A lo largo de diez episodios, la serie sigue a cuatro compañeras de habitación (interpretadas por Pauline Chalamet, Amrit Kaur, Reneé Rapp y Alyah Chanelle Scott) en lo que comienzan la universidad en el prestigioso Essex College y empiezan a navegar por esos primeros y formativos años de la vida adulta.
A pesar de lo que sugiere el título, Kaling y Noble están mucho más interesados en explorar cómo estas chicas establecen lazos y empiezan a perseguir sus propias ambiciones una vez liberadas del instituto y la adolescencia. Ese estar fuera de casa y encontrarse con un mundo abierto y la posibilidad de tener una nueva vida.
Esto no quiere decir que, si bien como nombre es un buen cebo, sea únicamente un pescaclicks. El tener 18 años conlleva seguir siendo en cierto sentido un cóctel de hormonas con patas y nuestras protagonistas viven su sexualidad cómo y cuándo pueden.
Bienvenidas a la universidad
El «universitario» es un subgénero que no ha tenido demasiada tradición en la ficción. A todos se nos ocurren series «de instituto» que cuando sus protagonistas comienzan la universidad, sus vivencias entre aulas no logran ser tan interesantes. Yo aquí siempre pongo el ejemplo de ‘Buffy Cazavampiros‘, que tuvo que deshacerse del lado académico a mitad de la temporada 4.
Ojo, que en esas épocas alguna que otra serie nos ha dejado bastante buen sabor de boca como ‘Felicity‘ y últimamente estamos viendo intentos encomiables de explorar esta etapa de la vida, y de hecho ahí tenemos ‘Queridos blancos’. Pero sigue siendo un terreno en el que uno no se mete del todo.
Gran parte del funcionamiento de ‘La vida sexual de las universitarias’ se debe, sobre todo, a la gran química que desprende las protagonistas. Se puede conectar enseguida con ellas (quizás Kimberley sea nuestro mejor punto de entrada) incluso viendo lo frustrantes que son, sus complejos y sus inseguridades.
Después de ‘Yo nunca’, Kaling sigue usando su propia experiencia para trasvasarla a las protagonistas de su serie. En esta ocasión está Bela, quien lucha por entrar en Catulo, un programa para aprender a ser guionistas. Es fácil ver aquí, en forma de sátira, las propias luchas por hacerse hueco de la cómica. Pero esto no implica que descuide al resto de sus protagonistas. Son apasionadas y eso es lo que nos atrapa de ellas.
No solo se trabaja muy bien los personajes, también las circunstancias que les rodean están muy bien perfiladas. Es tan consciente de los tiempos que corren como de la naturalidad de los temas que toca la serie. No fuerza el tocar ciertos temas, solo cuando surjan orgánicamente.
En líneas generales, ‘La vida sexual de las universitarias’ es una comedia hilarante que, si bien es honesta en sus intenciones de ser un coming of age, no duda en recurrir a lo físico, al slapstick. A veces no termina de ir todo lo fino que debería, pero por lo general resulta divertida y efectiva.