El quinto modelo de Tesla acaba de recibir luz verde para su fabricación. Hablamos del anunciado Model Y, un SUV compacto cuyo prototipo ha estado desarrollando la marca en los últimos meses. Bien, pues su última versión ya ha sido aprobada para dar comienzo a la producción del modelo, según ha confirmado la propia marca durante la presentación de los datos económicos del tercer trimestre de 2018, los cuales han sido tremendamente positivos.
El próximo 2019 será un año prolífico para Tesla, ya que no sólo conoceremos al completo a la segunda generación de su deportivo Roadster, de la que se han desvelado los primeros detalles, sino que también se presentará su quinto retoño: el esperado Tesla Model Y, que viene a sumarse a las filas de su gama todocamino, protagonizada en solitario por el Model X.
Si bien en abril de este año varias informaciones aseguraban que el Model Y comenzaría su producción el próximo mes de noviembre, Elon Musk confirmaba un mes más tarde que no empezaría a ensamblarse hasta 2020. Plazos que se siguen manteniendo, como también el momento de su debut, que será en marzo de 2019.
¿Qué sabemos del Tesla Model Y?
Tesla se ha mostrado algo errática con el que será su ‘SUV de acceso’. Primeramente se planteó que compartiese plataforma con el Model 3, luego se barajó la posibilidad de que contase con una arquitectura completamente diferenciada y, finalmente, se ha decidido que será concebido sobre una plataforma derivada de la del compacto.
Es decir, compartirá muchos elementos con el que, hasta la fecha, ha sido su modelo de mayor éxito. Esto permitirá mantener los tiempos fijados: presentación en 2019 e inicio de la producción en los primeros compases de 2020.
Del Tesla Model Y conocemos muy poco hasta la fecha. Sabemos que será un SUV compacto y que estará en un rango de precio entre el Model S y el Model 3. Varias informaciones apuntan a que partirá de los 45.000 dólares en su variante más básica. De igual manera, utilizará el chasis del Model 3 y prescindirá de extravagancias como las puertas de ala de gaviota que equipa el Model X, a fin de ajustar su precio lo máximo posible.
Sin embargo, aún quedan muchas incógnitas por resolver. Primero, cómo conseguirá Tesla eliminar la arquitectura basada en la batería de 12 voltios (Elon Musk quiere deshacerse de las baterías de plomo en el Model Y). Segundo, dónde se ensamblará este nuevo todocamino eléctrico: la planta de Fremont (California) está centrada en dar salida al Model 3, que por fin ha alcanzado velocidad de crucero.
Y, tercero, en qué se basará el sistema revolucionario de producción que evitará los problemas que ha sufrido el Tesla Model 3. Es de esperar que no tardemos en salir de dudas.