La Vela Puerca: “Siempre vas a sonar un poco a vos mismo”

0
334

En la previa del show de esta noche, Sábado 3 de Noviembre en el Club Ciudad de Buenos Aires, la banda uruguaya destiló conceptos sobre la última colección de canciones que grabó durante los primeros dos meses del año entre Traslasierra (Córdoba, Argentina) y La Pedrera (Rocha, Uruguay)

Luego de aquella (larga) temporada de fiesta que devino en el CD/DVD Festejar para sobrevivir, y lejos de refugiarse en su Uruguay natal para recuperarse de la resaca, La Vela Puerca puso manos a la obra y, entre enero y febrero, dio vida a Destilar, su sétimo disco de estudio que llegó a las disquerías y tiendas digitales a mitad de años. “Nos devolvió un poco la frescura de los primeros discos. Creo que hacer ese viaje al pasado nos dejó, sin querer, esa historia de volver a las raíces. La presentación de los 20 años arrancaba en el presente y volvía hacia atrás, terminaba en el principio. Se ve que eso quedó”, analizó el Enano Teysera.

A pesar de esa atmósfera que devolvió a los músicos a la época de Descarado, el Enano tiene bien en claro cuál es la diferencia con el presente. “No hay presión. El primer disco no tenés con qué compararlo, como ése nunca va a haber. Después sí, cuando terminé Descarado seguía escribiendo, aprovechaba el momento, pero veía que era todo muy igual; así que rompía, rompía hasta que llegó un momento que dije ‘no tengo más nada, fue esto y se acabó’. Dejé de escribir un año y cuando volví a componer ya veía las cosas desde otro lugar. Ahí me envalentoné de nuevo y me di cuenta de que no tengo que seguir escribiendo, tengo que parar dos o tres años para adquirir muchísima experiencia de vida, muchos más temas escuchados, muchos más libros leídos…Entonces, aunque hable de lo mismo, no lo voy a decir de la misma manera. Mientras más discos tenés, más presión te ponés y no le tengo miedo: dentro de todos los laburos que tengo en La Vela, ese desafío es el que más me gusta”, asegura.

Por su parte, el bajista Nicolás Mandril Lieutier se sumó al juego de analizar las desigualdades y similitudes: “Antes había más tiempo también para preparar todo. Los primeros dos discos había muy pocos toques, entonces teníamos más tiempo para pensar las canciones, ahora pasan dos o tres años entre disco y disco. Si bien la letra salía al final, la música la teníamos de hace mucho. El proceso de composición, hoy en día, es muy parecido: partimos casi siempre de la melodía, con ella se arma la canción y, al final de todo, viene la letra”.

Luego del introspectivo Érase… (2015), Destilar significó lo más parecido al regreso a las fuentes de La Vela Puerca. “Cada uno tiene su idiosincrasia, hasta en los instrumentos. Yo, de pronto, tengo una canción en la cabeza, una melodía o algo, y muchas veces me doy cuenta cuando un solo es de Rafa o de Santi, depende de la canción”, cuenta el Enano. Con respecto a esto, Cebolla Cebreiro también compartió su punto de vista: “Hace años, produciendo el disco Piel y hueso junto a Rodri Gómez, le dije: ‘Siento que a veces me repito, y escucho que los gurises caen en  lugares muy comunes de cada uno’; ‘Eso se llama estilo’, me dijo Rodri. Te guste o no, son cosas que no se modifican tanto con el tiempo. Vas a grabar del primer al último (disco) y eso siempre va a sonar a vos, ése vas a ser siempre vos tocando; mejorado un poco, más maduro, pero sos vos siempre. Y es por eso que siempre vas a sonar un poco a vos mismo”.

Más allá de tratarse de la séptima colección de canciones que entregó La Vela en sus dos décadas de historia, Cebolla define a Destilar como “el disco más austero en la historia de la banda” con “canciones inmediatas trabajadas lo más honestamente posible” en el tiempo les llevó elaborarlo. Y no lo ve como algo negativo: “Estuvo buenísimo habernos tirado al agua en tan poco tiempo, porque podríamos haber dicho ‘lo grabamos después del mundial’, y lo estaríamos  presentando en 2019”.

Con el nuevo álbum en la calle, La Vela Puerca arrancó la gira presentación el viernes 10 de agosto ante una explotada Plaza de la Música, en Córdoba Capital. Aquel fue el punto de partida de una nueva aventura de esta banda que tiene bien en claro cómo perdurar en el tiempo: resguarda la amistad. “Una de las primeras premisas, sin saber si íbamos a durar una semana o lo que fuera, era no cagar la amistad que teníamos por la banda. Preferimos destruir la banda que destruir la amistad que nos hizo intentar tener lo que tenemos. Y eso es fundamental. Lógicamente, uno tiene tormentas y discusiones, pero las aguas se calman y abordás lo tengas que arreglar en una charla que se basa en la amistad, no en la obligación de arreglarlo porque el negocio se va al carajo: hablemos porque somos amigos ante que toda esta demencia”, devela el Enano Teysera, quien esta noche se subirá junto a sus amigos al escenario del Club Ciudad de Buenos Aires para celebrar un nuevo reencuentro con el público argentino.

Esquina Rock