La
privacidad
digital
es,
hoy
en
día,
una
prioridad
para
millones
de
personas,
lo
que
ha
provocado
que
las
VPN
y
el
cifrado
de
extremo
a
extremo
se
erijan
como
herramientas
esenciales
para
los
usuarios.
Y
cuanto
más
esenciales
son
para
el
ejercicio
online
de
nuestros
derechos,
más
cuestionadas
están
siendo
por
instituciones
públicas…
como
la
Unión
Europea.
De
hecho,
un
informe
elaborado
recientemente
por
un
grupo
de
expertos
convocado
por
el
Consejo
de
la
UE
ha
declarado
a
las
VPN
como
un «desafío
clave»
para
las
investigaciones
policiales.
¿Qué
son
las
VPN
y
por
qué
preocupan?
Las
VPN
(redes
privadas
virtuales)
permiten
a
los
usuarios
ocultar
su
dirección
IP
y
cifrar
su
conexión
a
Internet,
garantizando
así
el
anonimato
y
dificultando
el
rastreo
de
actividades
online,
así
como
facilitando
la
evasión
de
bloqueos
impuestos
por
iniciativa
judicial
o
administrativa.
mejorar
la
SEGURIDAD
EN
INTERNET:
VPN,
DNS
y
páginas
con
HTTPS
Abatid
el
cifrado,
acceded
a
los
metadatos
El
cifrado
de
extremo
a
extremo,
que
impide
incluso
a
los
propios
proveedores
de
servicios
acceder
a
los
contenidos
de
los
mensajes,
también
ha
sido
señalado
como
un
obstáculo
técnico
de
gran
envergadura.
No
es
la
primera
vez
que
la
UE
propone
medidas
para
debilitar
este
cifrado:
en
2024,
se
intentó
aprobar
una
legislación
que
permitiera
introducir
puertas
traseras
en
el
mismo.
Expertos
en
ciberseguridad,
como
el
CEO
de
Proton,
Andy
Yen,
han
advertido
que
crear
puertas
traseras
en
sistemas
cifrados
es
técnicamente
inviable
sin
comprometer
la
seguridad
de
todos
los
usuarios:
«El
cifrado
es
matemático:
o
funciona
o
no
funciona».
Más
allá
del
contenido
cifrado,
el
acceso
a
metadatos
—como
la
identidad
del
emisor
y
receptor,
la
hora
y
el
lugar
de
la
comunicación—
se
perfila
como
una
prioridad
para
los
legisladores
europeos.
Las
VPN
dificultan
este
acceso
al
ocultar
la
dirección
IP
real
del
usuario,
un
dato
crucial
en
investigaciones
policiales.
En
este
sentido,
los
expertos
de
la
UE
sugieren
impulsar
una
legislación
armonizada
que
obligue
a
los
proveedores
de
servicios
a
conservar
determinados
metadatos
durante
un
periodo
mínimo,
aunque
esto
iría
en
contra
de
los
principios
de
muchos
servicios
de
VPN
sin
registros,
cuyo
modelo
precisamente
se
basa
precisamente
en
no
almacenar
ninguna
información
del
usuario.

(Marcos
Merino
mediante
IA)
China,
tú
iluminas
nuestro
camino
El
CEO
de
Mullvad
VPN,
Jan
Jonsson,
advierte
que
las
propuestas
del
Consejo
de
la
UE
podrían
desembocar
en
una
forma
de
vigilancia
masiva,
donde
los
dispositivos
digitales
de
uso
cotidiano
estén
diseñados
desde
el
inicio
para
permitir
la
monitorización
legal
por
parte
del
Estado:
«Significaría
que
los
habitantes
de
Europa
llevan
un
espía
estatal
en
el
bolsillo».
Por
otra
parte,
hace
poco
más
de
una
semana
que
afirmábamos
que «el
modelo
chino
de
censura
digital»
(que
persigue
con
dureza
las
VPN) «tiene
influencia
más
allá
de
sus
fronteras
[…]
incluso
[entre]
democracias
occidentales«.
Y
poco
más
de
un
día
desde
que
el
director
general
de
RootedCON
afirmaba
que
el
respaldo
judicial
a
los
bloqueos
impulsados
por
LaLiga
se
enmarcaba
dentro
de
una
tendencia
más
amplia:
«Están
intentando
asentar
una
nueva
realidad
donde
todo
el
mundo
acepte
que
tiene
que
permitir
que
le
exploren
el
tráfico».
Lo
que
está
claro
es
que
la
Unión
Europea
se
encamina
hacia
una
etapa
más
intervencionista
en
materia
de
privacidad
digital.
El
foco
sobre
las
VPN
no
es
más
que
una
extensión
lógica
del
debate
que
ya
existe
en
torno
al
cifrado,
y
a
la
libertad
de
expresión.
Recordemos
en
este
último
sentido
que
hace
sólo
unos
meses
desde
que
Brasil,
en
su
intento
de
censurar
a
X,
impuso
multas
económicas
contra
los
usuarios
que
recurrieran
a
plataformas
VPN
para
sortear
el
bloqueo
que
impedía
acceder
a
la
red
social.
Vía
|
TechRadar
Imagen
|
Marcos
Merino
mediante
IA