Nuestro
cuerpo
mantiene
su
temperatura
estable
a
lo
largo
del
día,
pero
el
ejercicio
físico
y
el
sueño
producen
las
mayores
variaciones
de
grados
a
nivel
central.
Un
doctor
especialista
en
el
sueño
propone
la
temperatura
ambiente
ideal
para
descansar
al
máximo.
CONSEJOS
para
NO
MORIRTE
entrenando
en
VERANO
|
Vitónica
La
temperatura
afecta
al
descanso
durante
la
noche

Los
mamíferos
y
las
aves
son
homeotermos,
es
decir,
varían
la
temperatura
corporal
en
función
de
sus
necesidades,
aunque
tiendan
a
mantener
una
más
estable.
Cuando
dormimos,
nuestra
temperatura
central
disminuye
por
una
serie
de
factores
importantes.
Uno
de
los
motivos
es
conservar
la
energía,
restaurar
la
fatiga
cerebral,
evitar
trastornos
por
mantener
una
temperatura
alta
sostenida
y
favorecer
la
respuesta
inmunitaria.
Gracias
a
diferentes
relojes
internos,
nuestro
cuerpo
se
adelanta
a
lo
que
va
a
suceder,
como
la
preparación
para
dormir.
Uno
de
esos
adelantos
es
ir
disminuyendo
la
temperatura
corporal.
De
hecho,
cuanto
más
rápido
desciende,
antes
nos
dormimos.
Ese
es
el
principal
motivo
que
explica
el «efecto
del
baño
caliente».
Efecto
del
baño
caliente
Calentarnos
antes
de
dormir,
ya
sea
con
una
ducha
caliente
o
calentando
manos
y
pies,
ayuda
a
la
temperatura
a
descender
más
rápido
a
la
hora
de
dormir.
Esto
acorta
el
tiempo
hasta
quedarnos
dormidos
y
ayuda
a
dormir
mejor
y
más
profundamente.
Ese
calentamiento
se
produce
también
cuando
dormimos
bajo
una
manta
o
edredón,
creándose
así
un
microclima
que
favorece
la
caída
de
la
temperatura
central.
Fuera
de
ese
microclima,
existe
también
una
temperatura
ideal
en
la
que
será
más
fácil
conciliar
el
sueño.
«Entre
18
–
21
grados
se
optimiza
la
calidad
y
cantidad
del
descanso»
El
doctor
Antelm
Pujol,
en
base
a
una
publicación
científica,
expone
en
un
mensaje
de
la
red
social «X»
que
entre
18
y
21
grados
se
optimiza
la
calidad
y
cantidad
del
descanso.
Esa
es
la
temperatura
ideal
la
habitación
a
la
hora
de
dormir,
aunque
puede
parecer
algo
fría.
El
caso
es
que
el
aumento
de
temperatura
ambiental
impacta
más
negativamente
al
descanso
que
un
descenso
de
la
temperatura
ambiental,
explica
Antelm
en
su
mensaje.
Por
lo
tanto,
con
la
llegada
del
verano
y
las
altas
temperaturas,
se
hace
vital
intentar
controlar
la
temperatura
ambiente
en
la
medida
de
lo
posible
para
dormir
mejor.
Referencias
McGinty
D,
Szymusiak
R.
Keeping
cool:
a
hypothesis
about
the
mechanisms
and
functions
of
slow-wave
sleep.
Trends
Neurosci.
1990
Dec;13(12):480-7.
doi:
10.1016/0166-2236(90)90081-k.
PMID:
1703678.
Harding
EC,
Franks
NP,
Wisden
W.
Sleep
and
thermoregulation.
Curr
Opin
Physiol.
2020
Jun;15:7-13.
doi:
10.1016/j.cophys.2019.11.008.
PMID:
32617439;
PMCID:
PMC7323637.
En
Vitónica
|
Nueve
claves
para
dormir
bien
este
verano
y
aprovechar
para
mejorar
tu
sueño
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