La reunión entre EEUU y Rusia necesitará un buen traductor: en la última acordaron el fin de la guerra en Ucrania por error

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Este
viernes
va
a
tener
lugar
un
encuentro

con
carácter
histórico

dependiendo
de
lo
que
allí
se
acuerde
(o
no).
Finalmente,
y
si
nada
se
tuerce,
Donald
Trump
y
Vladímir
Putin,
los
jefes
de
estado
de
Estados
Unidos
y
Rusia,
se

reunirán
en
Alaska

con
la
guerra
de
Ucrania
como
principal
hilo
conductor.
Una
cosa
deberíamos
tener
bastante
clara:
sea
lo
que
sea
que
hablen,
deberíamos
mantener
la
calma
y
esperar
una
segunda
traducción
tras
las
primeras
declaraciones.


Un
error

ya
puso
fin
a
la
contienda
hace
pocos
días.


El
malentendido.

La
escena
tuvo
lugar
la
semana
pasada
y
lo
contaba
el

medio
alemán
Bild
.
El
enviado
especial
de
Trump,
Steve
Witkoff,
interpretó
de
forma
errónea
las
declaraciones
de
Vladímir
Putin
durante
su
encuentro
en
el
Kremlin.
El
presidente
ruso
mantenía
su
objetivo
de
obtener
el
control
total
de
las
regiones
ucranianas
de
Donetsk,
Lugansk,
Zaporiyia
y
Jersón,
ofreciendo
únicamente
un
alto
parcial
en
los
ataques
(limitado
a
no
golpear
infraestructuras
energéticas
ni
grandes
ciudades
en
la
retaguardia),
pero
sin
contemplar
un
alto
el
fuego
completo.

Washington,
por
su
parte,
había
propuesto
congelar
la
guerra
en
la
línea
de
frente
actual
a
cambio
de
levantar
de
forma
amplia
las
sanciones
y
establecer
nuevos
acuerdos
económicos
con
Moscú,
iniciativa
que
fue
rechazada
por
el
Kremlin.
¿Qué
ocurrió?
Que
Witkoff
confundió
la
exigencia
rusa
de
“retirada
pacífica”
de
ucranianos
en
territorios
ocupados
con
una

supuesta
retirada
rusa

de
esas
mismas
zonas,
un
error
garrafal
que,
según
funcionarios

ucranianos
y
alemanes
,
demuestra
el
desconocimiento
e
incompetencia
en
asuntos
territoriales
de
Washington.


Repercusiones
diplomáticas.

El
episodio,
al
parecer,

se
discutió

en
una
reciente
videoconferencia
nocturna
entre
Witkoff,
el
secretario
de
Estado
Marco
Rubio,
el
vicepresidente
J.D.
Vance
y
socios
europeos.
La
reunión
dejó
a
los
europeos
perplejos
y
a

Ucrania
sorprendida

con
una
inédita
tregua
de
la
guerra.
Una
situación
que,
una
vez
comprendida,
dio
paso
a
la
sensación
de
que
la
administración
Trump
no
posee
una
visión
unificada
de
la
situación,
con
la
confusión
de
Witkoff
como

factor
inexplicable
y
central
.

Además,
se
evidenció
una

diferencia
de
criterios
:
Rubio
defendió
la
implicación
directa
de
Europa
en
el
proceso
negociador,
mientras
Vance
y
Witkoff
preferían
limitarse
a
informar
a
los
aliados
de
los
pasos
que
Trump
adoptará.


Un
historial
de
desencuentros.

Contaba
hace
unas
horas

el
Financial
Times

que
las
cumbres
previas
entre
Trump
y
Putin
han
estado
marcadas
por
dinámicas
inusuales
y
episodios
que
alimentan
la
percepción
de
una
ventaja
táctica
constante
para
el
líder
ruso.

Desde

su
primer
encuentro

en
la
cumbre
del
G20
de
Hamburgo
en
2017
(donde
Trump


confiscó

las
notas

de
su
intérprete
y
sostuvo
conversaciones
privadas
sin
presencia
de
funcionarios
estadounidenses)
hasta
la
reunión
de

Helsinki
en
2018
,
cuando
cuestionó
públicamente
la
conclusión
de
sus
propios
servicios
de
inteligencia
sobre
la
injerencia
rusa
en
las
elecciones
de
2016,
el
patrón
ha
sido
de

interacciones
sin
transparencia
,
aceptación
acrítica
de
las
afirmaciones
de
Putin
y
ausencia
de
mecanismos
de
control
internos.
Otros
contactos,
como
en
Vietnam
o
en
el
G20
de
Buenos
Aires,

repitieron
el
formato

de
intercambios
informales
y
sin
registro,
reforzando
la
imagen
de
un
Trump
más
inclinado
a
la
relación
personal
que
a
la
confrontación
estructurada
con
su
homólogo.


Las
tácticas
de
Putin
y
riesgos.


Analistas
y
veteranos

de
negociaciones
con
el
Kremlin,
como
el
expresidente
francés
François
Hollande,

advierten

de
que
Putin
combina
un
dominio
exhaustivo
de
los
detalles
técnicos
y
jurídicos
con
una
estrategia
de
“mentira
profesional”
y
manipulación
de
los
tiempos.
Entre
sus
métodos
está
el

alargar
deliberadamente

las
conversaciones
con
relatos
extensos,
introducir
medias
verdades
de
gran
envergadura
y
ofrecer
concesiones
mínimas
para
aparentar
movimiento
sin
modificar
su
posición
sustancial.


Ejemplos
pasados

incluyen
negar
toda
relación
con
separatistas
prorrusos
en
Donbás
pese
a
la
evidencia
de
apoyo
militar
y
financiero,
o
rechazar
el
monitoreo
internacional
de
fronteras
alegando
que
no
existían
violaciones.
Este
estilo,
unido
a
su

ausencia
de
presión

política
interna
y
su
experiencia
de
décadas,
contrasta
con
un
Trump

descrito

por
interlocutores
europeos
como
emocional,
impaciente
y
poco
inclinado
al
análisis
factual,
lo
que
le

hace
vulnerable

a
los
sesgos
que
Putin
puede
explotar.


Demandas
y
postura
de
Ucrania.

El
presidente
Volodímir
Zelenski

insiste

en
participar
directamente
en
las
conversaciones
y
ha
declarado
que
está
dispuesto
a
un
alto
el
fuego,
pero
no
a
ceder
territorio
ocupado.
Trump,
que
ha
sugerido
un
posible
“intercambio
de
territorios
para
beneficio
de
ambos”,
contemplaba
una
cumbre
trilateral,
aunque
finalmente

mantiene
la
bilateral

solicitada
por
Putin
como
formato
inicial.

El
vicepresidente
J.D.
Vance

admite

que
un
eventual
acuerdo
dejará
insatisfechas
a
ambas
partes,
pero
reconoce
que
se
trabaja
para
coordinar
agendas
que
permitan
sentar
a
los
tres
líderes.


Expectativas.

La

reunión
de
Alaska
,
primera
desde
el
regreso
de
Trump
a
la
Casa
Blanca,
se
produce
en
un
momento
en
que
el
presidente
estadounidense
ya
no

enfrenta
las
limitaciones

que
le
imponían
en
su
primer
mandato
un
Congreso
vigilante
y
asesores
que
intentaban
encauzar
la
relación
con
Moscú.
Ahora
actúa
con
un

margen
mucho
mayor
,
respaldado
por
un
equipo
reducido
y
sin
contrapesos
internos
significativos,
mientras
Putin
sigue
operando
en
un
entorno
donde

no
tiene
rivales

inmediatos.

Observadores
como
Kirill
Rogov

anticipan

que
el
Kremlin
intentará
persuadir
a
Trump
de
aceptar
su
narrativa
y
frenar
el
apoyo
a
Ucrania,
objetivo
estratégico
que
no
requiere

concesiones
sustantivas
.
Aunque
la

ofensiva
rusa
de
verano

ha
tenido
resultados
limitados
y
factores
externos
(como
la
amenaza
de
Trump
de
imponer
aranceles

al
petróleo
indio
)
podrían
darle
incentivos
para
dialogar,
la
expectativa
general
es
que
Putin
buscará
ganar
tiempo,
mientras
Trump
priorizará

obtener
un
acuerdo

que
pueda
presentar
como
victoria
personal
en
política
exterior.

Y,
de
fondo,
que
por
favor
haya
alguien
que
traduzca
lo
que
acuerdan.

Imagen
|

Trump
White
House
Archived

En
Xataka
|

Ucrania
ha
abierto
el
drone
kamikaze
más
avanzado
de
Rusia.
Ahora
saben
cuál
es
la
llave
de
su
potencia:
NVIDIA

En
Xataka
|

Europa
tiene
700
aviones
para
fumigar
cultivos
que
parecían
inofensivos.
Hasta
que
los
llevó
a
Ucrania