Lo contábamos en nuestra reseña del estupendo anime de Studio Trigger y CD Projekt Red para Netflix: era todo un alivio que después de una reacción abiertamente negativa al juego cuando fue lanzado a finales de 2020, el material de base aún fuera capaz de generar un producto tan interesante como ‘Cyberpunk: Edgerunners’. Como mínimo, era la prueba de que el lore creado en el juego de rol de 1988 y al que el juego de CD Projekt Red había dado nueva forma seguía siendo atractivo y tenía un gran potencial.
Subidón de jugadores. Pero es que hay más: a medias porque el juego ha hecho los deberes y ha corregido buena parte de sus problemas, a medias porque nunca hay que subestimar el impacto de una serie de Netflix, el interés en ‘Cyberpunk 2077’ se ha desbocado hasta niveles nunca vistos desde su lanzamiento. Por ejemplo, a finales de la semana pasada alcanzaba un pico de 136.724 jugadores en Steam, consiguiendo entrar en el Top 10 semanal de lo más jugado.
Son cifras lejanas a los 1.054.388 jugadores simultáneos que llegó a acumular en su lanzamiento, pero aun así, es una cantidad muy notoria, multiplicando por siete las cifras de hace solo un par de meses, y llegando a sumar un millón de jugadores diarios en total. Es una sorprendente resurrección para un juego que, de acuerdo, ha generado un interés progresivamente mayor con los sucesivos parches que han ido corrigiendo sus errores, pero cuya fama no terminaba de despegar. Esa situación puede haber cambiado.
Apocalipsis de parches. Prácticamente desde el primer momento, ‘Cyberpunk 2077’ estuvo recibiendo parches que iban solucionando algunos de los problemas más criticados del título, y que en algunos momentos lo hacían injugable: de misiones sin salida a archivos de guardado que se corrompían y tiraban por la borda horas de juego. Poco a poco fueron llegando los sutiles cambios en las mecánicas: mejoras en el control de vehículos, un comportamiento más racional de la policía y mucho más.
A partir del parche 1.31 se empezaron a advertir incluso mejoras visuales en el juego, y el parche 1.5 fue tan descomunal, en febrero de este año, que CD Projekt Red se saltó todo el bloque 1.4: reestructuración del árbol de habilidades, enemigos más inteligentes en el combate cuerpo a cuerpo, profundas mejoras en la conducción, comportamientos variados para los transeúntes, reformulación de la economía del juego…
Lo que pasó en su día y lo que pasa hoy. Todos estos parches venían a, bueno, a parchear un lanzamiento caótico y que hizo un daño al nombre del juego del que se sigue recuperando poco a poco. El juego vendió 13 millones de copias en su lanzamiento, sí, pero el rendimiento en consolas era tan flojo que llevó a la retirada del juego de la tienda de Playstation.
Esos días han quedado definitivamente atrás gracias a los parches, pero los memes permanecen, y cierto recuerdo amargo para los jugadores también. El juego ya está disponible de nuevo para consolas, tiene un acabado indiscutiblemente superior para las de nueva generación (que llegaron más tarde), y las opiniones positivas han vuelto a aflorar gracias a los parches. Las ventas del juego, gracias al buen resultado de las versiones next-gen, se han disparado, y CD Projekt Red habla de 50’4 millones de dólares en ingresos en el arranque de 2022.
El futuro de Cyberpunk 2077 es… cyberpunk. El juego de CD Projekt Red vive un momento dulce, pero está claro que ‘Edgerunners’ es aún un resto de aquel ambicioso proyecto inicial con tentáculos en distintos medios, y que se ha visto parcialmente frustrado. Por ejemplo, el parche 1.6 es el último que reciben los jugadores de Xbox One y PS4, que tampoco recibirán el futuro DLC del juego.
Este DLC podría marcar el futuro de la franquicia si tuviera éxito, ya que la posibilidad de un segundo DLC prometido en el lanzamiento está en el aire. La mayoría del equipo de CD Projekt Red está centrado en ‘The Witcher 4‘ y es poco probable que sean redistribuidos para poner en pie esa segunda expansión. De momento, ‘Cyberpunk 2077’ avanza mucho mejor de lo que prometía en sus primeros pasos, que no es poco.
