El desempleo juvenil se ha cebado, y de qué manera, con los trabajadores españoles. Nuestro país es uno de los que más está sufriendo el éxodo de menores de 35 años desde nuestro país hacia otros con mejores oportunidades laborales. Sin embargo, ni siquiera una de las posibles salidas que podrían tener estos jóvenes, el emprendimiento, está funcionando.
De hecho, según un reciente estudio realizado por UPTA con datos de afiliación al RETA, en los tres últimos años se han perdido 24.060 autónomos menores de 35 años. De ellos, 14.975 trabajadores tenían una edad comprendida entre los 30 y los 35 años, y 9.085 eran menores de 30 años.
Estos datos manifiestan un importante retroceso en lo que a autoempleo juvenil se refiere, y que va muy en línea con la situación que están viviendo la mayoría de jóvenes de nuestro país. Todo ello en un contexto en el que la economía española ha crecido en la mayoría de ámbitos, lo que sin duda supone una preocupación adicional si finalmente se produce la desaceleración que todos los expertos están augurando.
La única buena noticia que podemos sacar de este informe es que las mujeres autónomas están aguantando mejor el envite. En concreto, mientras en el caso de los varones se han perdido 18.908 trabajadores, solo se han perdido 5.152 trabajadoras por cuenta propia. Una circunstancia que va en línea con el resto de estadísticas a nivel nacional para el resto de trabajadores autónomos.
Ante esta situación, UPTA presentará al ministerio de Trabajo un plan para el fomento del autoempleo juvenil. Esta propuesta se basará en formación práctica en materia de emprendimiento en los ciclos formativos reglados que, sin duda, son los grandes nichos de profesionales autónomos.
